La ocurrencia no es mía, pero la compré. Es de un madridista pata negra y me inspira estas líneas. Sí, es menester cambiarle el dorsal a Benzema. ¿Nos fijamos en los goles que mete Isco, por poner un ejemplo? ¡Norrr! Se entiende y admite que el malagueño va y viene, inventa, acierta muchas veces, se equivoca otras. Es la pera. Cuanto toca mete un gol. No se nos ocurre contar los que ha metido en las últimas copas de Europa triunfantes del Madrid. Simplemente está, estuvo y olé. Digo Isco porque en vísperas de la corrida en París se escuchaba que el Madrid, dolientes Kroos y Modric, debía jugar con Lucas, Casemiro, Kovacic, Asensio, Isco y Cristiano. Zidane decidió que sí pero con Benzema y no Isco. Vamos, que pega.
Isco lleva el dorsal 22 y Benzema, el 9. This is… El de Santillana. El de Hugo. El de Zamorano. El de Morientes. El de Ronaldo. El que le gustaba a Van Nistelrooy y tal. El de don Alfredo, el 9 químicamente puro del Madrid… que no lo fue en toda la extensión de la palabra 9. Un número que es eso, palabra. Palabra de gol.
Lo heredó Ramón Moreno Grosso, de Di Stéfano digo, y nadie dijo nada. Al contrario. Grosso, que en gloria está, fue más Benzema que Santillana y gente así. Fue otro que iba, venía y cuando tocaba metía un gol. 75 en 366 partidos blancos. Hasta que llegó precisamente Santillana, Grosso fue el 9 del Madrid y no es que no pasara nada, es que el equipo siguió ganando: siete Ligas y la Sexta, por ejemplo. Con 11 españoles. La Copa de Europa más española de su historia. En la final, Araquistain, Pachín, De Felipe, Sanchís padre, Pirri, Zoco, Serena, Amancio, Grosso, Velázquez y Gento. 2-1 al Partizán en la Bruselas de Puigdemont. Goles de Vasovic, Amancio y Serena.
A Benzema hay que ponerle el 44. Ya. Curaríamos muchos de sus males. Y el 9 que lo recupere Cristiano. El número que se puso en el Madrid hasta que se fue Raúl. Con el 44 a la espalda al llamado Empané le liberaríamos de muchos males. Es un jugador extraordinario que no debe llevar el 9. Es una losa para él. Es una percepción maligna. El 9, Cristiano. Y el 44 su mejor socio. Benzema emboscado.
Porque si a Cristiano le preguntan, y se lo han preguntado, dirá, dice, que su pareja es Benzema. Mientras exista Cristiano, el Madrid no debe fichar un 9/9. Un Kane, por fijarnos en el ahora más pintón. Mientras exista Cristiano, el otro es Benzema. Sin el 9. Habrá paz.
Amén. Intenta convencer a tus colegas para que dejen de acosarle -vamos de darle las bofetadas que desean dar Florentino -,porque al ‘pueblo soberano ‘, solo le vale su sangre. En fin desnortados que les veo yo.