Como ya avanzó A la Contra, el caso de Larry Nassar se ha convertido en una bomba de racimo que ya sacude la estructura del deporte de EE UU a babor y a estribor. Acusado de un total de 368 casos de abuso, reportados desde 1996-97, Larry Nassar, Jefe Médico de la Selección de Gimnasia de EE UU en cinco Juegos Olímpicos y del Departamento de Medicina Osteopática en la Universidad de Michigan State (MSU), estuvo a punto de ser agredido este viernes en el Juzgado de Eaton County (Detroit, Michigan).
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— Local 4 WDIV Detroit (@Local4News) February 2, 2018
En Eaton County se juzgan 65 casos de los 265 denunciados en Michigan —los del Twistars Club del entrenador John Geddert, asociado con Nassar también en la Federación de EE UU de Gimnasia, US Gymnastics—… y allí, Randall Margraves, el padre de tres denunciantes contra Nassar (Lauren, Madison, Morgan), pidió a la magistrada Janice Cunningham que, «como parte de la sentencia», le garantizara «cinco minutos con este demonio en una habitación cerrada».
«¿Usted haría eso?», dijo Margraves a Cunningham. «No, señor, no puedo hacer eso», respondió Janice Cunningham. «¿Me daría un minuto?», insistió Margraves. Cunningham explicó: «Usted sabe que no puedo hacer eso, así no es como funciona nuestro sistema legal». En ese momento, Margraves cargó contra el estrado donde se hallaba Larry Nassar quien, aterrado, se protegió como pudo.
Se necesitaron tres agentes de Policía para detener a Margraves, quien fue esposado mientras gritaba: «Dejadme a ese hijodeputa (‘sonofabitch’), quiero a ese hijodeputa, quiero un solo minuto con él…»
«Cálmese, señor, Relax, Sir», eran las palabras de la alarmada Janice Cunningham al ya esposado Margraves, quien lanzaba esto a los agentes de Eaton County que le tenían sujetado: «No habéis vivido una cosa como esta… ¿qué pasaría si esto le hubiera sucedido a vuestros chicos…?»
Mientras, el escándalo se agiganta. Nada menos que Earvin Magic Johnson, la celebridad de la NBA y de Los Angeles Lakers que ganó el título nacional NCAA en 1979 con Michigan State, ha demandado «responsabilidades» y «despidos» en la Universidad afectada por las actividades de Nassar. En la cadena ABC, Johnson, hoy presidente de Operaciones de Baloncesto en Los Angeles Lakers, pidió «responsabilidades» a la Universidad y «que sea despedido todo aquel que tuviera conocimiento de incidentes sexuales en el Campus de East Lansing y se hubiera abstenido de actuar». Sin embargo, Magic Johnson dio su apoyo a Tom Izzo, controvertido entrenador-jefe de baloncesto de los Spartans de Michigan State, que gana cuatro millones de dólares anuales. Izzo, que se limitó a asegurar (en relación a Nassar), «ahora, estos son tiempos difíciles para todos», ha sido confrontado por su tolerancia y silencio hacia el médico maldito. «Pero yo creo en Tom, le apoyo… y creo que él es un hombre válido para cambiar la cultura en este Campus», se limitó a decir Earvin Johnson.
El pasado 24 de enero, Lou Anna Simon, presidenta de Michigan State (apoyada totalmente por Izzo) fue obligada a renunciar por el Consejo Directivo de la Universidad, que ya está implicada en al menos 150 de las demandas abiertas en Michigan. John Engler, antiguo Gobernador de Michigan, sustituirá a Simon, con la asesoría de otro exGobernador estatal, Jim Blanchard. Pero el Fiscal General del Estado de Michigan -Bill Schuette- ha abierto una investigación formal sobre las personas y actividades relacionadas con Nassar en MSU a partir de 1997. John Geddert ya fue despedido en 2017, unos meses después de estallar el escándalo. La Cámara de Representantes también ha abierto cartas en el asunto y ha iniciado su propia investigación.
Al mismo tiempo, el Comité Olímpico de Estados Unidos (USOC) también se halla bajo el fuego, pese a haber exigido la dimisión inmediata de la cúpula directiva de US Gymnastics, la Federación de Gimnasia. El diario The Wall Street Journal ha aportado pruebas de que en 2015, Larry Buendorf, Jefe de Seguridad del Comité Olímpico de EE UU, recibió un email de alguien con responsabilidades en US Gymnastics, advirtiendo de que se habían recibido avisos de que «una o más deportistas del Equipo Nacional der Gimnasia habían sido molestadas en competiciones internacionales por un miembro del equipo médico». Ahí ya se habían quejado Maggie Nichols y las campeonas olímpicas Aly Raisman and McKayla Maroney. El USOC no actuó… y eso ha sacado a pasear casi todos los demonios restantes.
Scott Blackmun, Consejero Ejecutivo del USOC, recibió en julio de 2017 las primeras llamadas del FBI sobre las investigaciones iniciales abiertas a Nassar, en Michigan. Pero Buendorf -un antiguo agente del Servicio Secreto que salvó la vida del Presidente Gerald Ford- no dio crédito al email de 2015 ni lo hizo circular, después de haber consultado -según él- con Steve Penny, ya dimitido presidente de US Gymnastics. Penny dejó el cargo en la primavera de 2017 cuando ya había apartado a Nassar… y del lobo asomaban algo más que las orejas. «Esta es, desde ahora, una investigación altamente confidencial», es lo penúltimo que ha dicho el propio Penny.
A traves de una nota oficial, el USOC ha confirmado la contratación de Ropes&Gray, un prestigioso e independiente bufete de abogados de Boston «para que se establezca cuándo hubo conciencia en el USOC de cualquier prueba de abusos, cuáles fueron esas pruebas y qué se hizo con ellas». Mientras, las redes sociales estadounidenses son un clamor que demanda el cese de todas las cúpulas en US Gymnastics, Michigan State y el USOC. ¿Extraña la reacción de Randall Margraves…?