El Liverpool sólo necesitó el partido de ida para resolver su eliminatoria ante el Oporto, al que arrolló en Do Dragao, con Sadio Mané en plan estelar. Iker Casillas, que esta temporada sólo ha jugado ocho partidos de Liga y dos de Champions, vio desde el banquillo la humillación sufrida por su equipo, aplastado por un 0-5 que refleja la gran distancia futbolística que separa a los dos conjuntos.
Sadio Mané abrió el marcador a los 25 minutos, en colaboración con el portero José Sá, que pudo hacer mucho más y al que el balón se le escapó por debajo del cuerpo. Antes de que se llegara a la media hora, Salah logró el segundo tanto con una acción de malabarista. Efectividad total del Liverpool en el primer tiempo, que disfrutó de una abrumadora posesión de la pelota y convirtió en gol los dos disparos que hizo entre los tres palos.
La debacle del Oporto, que no ha perdido un solo partido en la liga portuguesa (17 victorias y cuatro empates), se completó en el segundo acto, en el que recibió tres tantos más. Un doblete de Mané y un gol entre medias de Firmino elevaron el resultado a categoría de humillación.
Al Oporto le queda ahora el reto del doblete. Lidera la liga con dos puntos de ventaja sobre el Benfica y el Sporting, y tiene encarriladas las semifinales de Copa: ganó 1-0 al Sporting en el partido de ida y jugará la vuelta el 18 de abril.