El director de El laberinto del fauno o Pacific Rim nos introduce ya en su poética fábula desde los títulos de crédito. El ojo del espectador comienza así navegando como un submarino por una casa oscura y sumergida en el mar donde asistimos a una bella coreografía de algas bailando y muebles flotando con una voz en off susurrando la historia de nuestra protagonista, Elisa (Sally Hawkins), hasta que ésta despierta y comienza su rutina diaria, que consiste en lo siguiente: cocer unos huevos para el almuerzo, llenar la bañera de agua, sumergirse en ella, masturbarse, saludar a su vecino, arreglarse y tomar un autobús para acudir a un laboratorio de investigación del Departamento de Defensa de los Estados Unidos en plena Guerra Fría, donde trabaja como limpiadora.
Título: La forma del agua.
Dirección: Guillermo del Toro.
Reparto: Sally Hawkins, Doug Jones, Michael Shannon, Octavia Spencer, Richard Jenkins, Michael Stuhlbarg, Lauren Lee Smith.
País: Estados Unidos.
Duración: 119 min.
Elisa Espósito, una mujer solitaria y retraída por culpa de su incapacidad para hablar ya que de pequeña le cortaron las cuerdas vocales quedándose muda, tiene como únicos amigos a su vecino, un viejo pintor homosexual enamorado de los viejos musicales de Hollywood (Richard Jenkins), y su charlatana compañera de trabajo (Octavia Spencer), que lleva una triste vida matrimonial.
Su rutinaria existencia, que la lleva a refugiarse en el cine —Del Toro evidencia aquí su pasión por el Séptimo Arte localizando el piso de esta mujer encima de una vieja sala de cine—, da un giro inesperado cuando tiene un encuentro fortuito con un ser que esconden los militares en el laboratorio donde trabaja. Se trata de una especie de hombre-anfibio —una mezcla del monstruo que aparecía en La criatura de la laguna negra (1954) y el Abe Sapien de la también peli de Del Toro Hellboy— capturado en aguas sudamericanas y que está encadenado en una piscina donde los científicos quieren experimentar con él para usar sus cualidades con objetivos bélicos.
Es entonces cuando Elisa se sienta a tomar el almuerzo al borde del tanque de agua donde retienen al monstruo y le deja un huevo cocido para que el anfibio se lo coma. De esta manera, los huevos duros que la limpiadora lleva a diario para su almuerzo funcionan como los Lacasitos con los que Elliot atrae hasta su casa al alien cabezón en E.T. El Extraterrestre. Comienza así una increíble historia de amor rodada con elegancia e intención poética, con una oscura y retrofuturista puesta en escena, y con sus dosis justas de terror de parte del personaje del agente al que interpreta un eficaz Michael Shannon, que sin modificar en toda la cinta su careto de malo, tortura inhumanamente al monstruo e intenta evitar que la limpiadora lo libere. Una película, en fin, que ha maravillado por todos los festivales donde se ha exhibido y que suma trece nominaciones a los Oscar, pero que para el que escribe es un disparo fallido del imaginativo director mexicano. E intentaré razonar mi díscola opinión.
Mi sensación tras ver la cinta es que La forma del agua es un E.T. sin la química que había entre niño y extraterrestre, es una revisión atrevida y desprejuiciada —sí, la chica y el monstruo tienen sexo y parece que muy satisfactorio— de La Bella y la Bestia, pero sin la magia del cuento, y es un King Kong sin el espíritu de aventura y tragedia del clásico del gorila gigante. Incluso a veces se me pasaron por la cabeza algunos referencias hacia esa historia de amor entre Tom Hanks y la sirena Daryl Hannah de 1, 2, 3 Splash.
En mi opinión, Del Toro derrapa al forzar tanto el mensaje de los seres diferentes que sufren la discriminación social colocando personajes tan evidentes como una limpiadora muda, otra afroamericana, un viejo homosexual y un ser monstruoso proveniente de lejanas aguas sudamericanas. Aunque formalmente es muy imaginativa —ahí están las escenas del revolcón bajo el agua o el baile en plan musical de Hollywood en blanco y negro—, el guion flojea ya que nada parece sustentar el flechazo entre la chica y el anfibio, hay momentos particularmente ñoños y ni siquiera el desenlace final, donde la cinta se vuelve más oscura y sangrienta, aporta las dosis suficientes de intriga y emoción para que uno vibre esperando que esos dos seres que forman esa extraña pareja acaben siendo felices y comiendo perdices. Dicho esto, al final del pase de prensa se escucharon aplausos, así que lo mejor es que pasen, vean y opinen ustedes mismos si, como muchos piensan, la película es una auténtica obra maestra o, como uno cree, la cinta es un atractivo ejercicio visual cuyo guion hace agua.
CERVEZA RECOMENDADA
Oud Beersel Oude Geuze Vielle. Alcohol: 6%.

Esta cerveza es una de esas cosas mágicas que, como los monstruos que crea el director mexicano Guillermo del Toro, nacen de un auténtico milagro de la naturaleza. En este caso, esta Oud Beersel que fue por primera vez elaborada en la región belga de Brabante hace más de un siglo y que se consideró durante mucho tiempo como el champagne de Bruselas, es el resultado de una mezcla de tres cervezas lámbicas —quizás las birras más singulares y más difíciles del mundo— de uno, dos y tres años de edad, logrando una mezcla de potencia, acidez y complejidad que junto con la aportación de azúcar al embotellarlas para lograr una tercera fermentación, da como fruto esta auténtica maravilla.
De color dorado anaranjado, los perfumes que emana esta cerveza son los clásicos que aportan las levaduras salvajes y sus típicos lúpulos, donde destacan las notas cítricas y a manzana verde, que nos hacen recordar a la sidra. Además, hay matices más complejos propios del envejecimiento, como ciertos aromas terrosos y avainillados. La entrada en boca es sutil y elegante, con una marcada presencia ácida y un final limpio y seco. Una cerveza única en su especie.
Una autentica basura: E.T.+La Bella y la Bestia con toques de humor de Alf.
Sexo gratuito para que parezca que es una «película adulta» y no algo que aburriría a mis sobrinos de 7 años. De hecho, si no fuera por esas escenas, sólo sería recomendable para niños de 4 o 5 años.
Un guión que sonrojaría a Disney por su poca innovación.
Una estetica copiada de Amelie.
Si esta bazofia gana el Oscar a mejor película, Hollywood no podrá caer mas bajo.
De acuerdo. Sexo gratuito para que cierta audiencia adulta sienta que valió la pena el tiempito inviertido en verla. Película sin gracia, muy similar a Splash, hasta en el final.
jaja.. estetica parecida a Amelie??
No se que ven tus ojos amigo!
Aborrezco a los críticos que se quedan en opinar lo que nunca podrían realizar.
A mi me pareció una excelente producción en todo sentido, el tono de la película atrapa de principio a fin. El arte de época y las actuaciones 10 puntos. No la relacioné con Splash aunque tenga coincidencias, la otra es una pelicula ochentosa comedia romantica bien yankee y esta otra es un tremendo drama fantastico.
La recomiendo antes que muchas peliculas que hoy estan en cartelera