Líder destacado en LaLiga, finalista de la Copa del Rey y en una posición ventajosa para acceder a los cuartos de final de la Liga de Campeones, el Barcelona está completando un curso impecable. Superada y olvidada la decepción de la Supercopa de España contra el Real Madrid, que pasó por encima de los azulgrana, el equipo está en disposición de ganar los tres títulos más importantes de la temporada.
Ni la envidiable situación deportiva del equipo, ni poder disfrutar de Leo Messi, el mejor jugador del mundo, rodeado de algunos de los futbolistas más brillantes del planeta en un escenario monumental, como es el Camp Nou, nada de eso parece suficiente reclamo para que el publico llene las gradas del estadio, que presentan un sorprendente vacío.
De la Liga pasada a la actual, el Camp Nou ha perdido una media de 13.021 espectadores por encuentro, una cifra tan alta como sorprendente. Se ha pasado de los 77.034 aficionados que acudían por encuentro al estadio, a 64.013, según datos de LaLiga. Es decir, cada día que el Barcelona juega en casa, una media de 35.341 asientos quedan libres. El aforo, según información de LaLiga, es de 99.354 espectadores.
La situación se hace más dramática en la Liga de Campeones, donde la media de asistencia en los tres partidos de la fase de grupos es de 60.672 espectadores. Una ocupación del 61,06% del aforo. De los 78.656 aficionados que acudieron a ver el 3-0 a la Juventus el 12 de septiembre, se pasó a los 55.026 que vieron al Olympiacos (3-1) y a los 48.336 que presenciaron el choque contra el Sporting (2-0). Ante los portugueses no se completó ni medio aforo y se vivió la entrada más baja de la temporada. Inferior incluso a la del choque contra el Eibar, capaz de reunir sólo a 49.693 aficionados en el Camp Nou. El choque ante el equipo vasco se vio claramente condicionado por el horario, las diez de la noche de un miércoles.
A la hora de buscar una explicación a esta disminución de asistencia, Luis Buxeres, periodista de La Vanguardia, señala como una de las posibles causas a los horarios. «Hay partidos que se han jugado en horarios malos, varios a las 16:15, y eso sí influye», asegura Buxeres, quien sostiene que no hay un solo factor que pueda explicar o justificar esa disminución de espectadores, «es un compendio de varios». Algo en lo que también coincide Juan Jiménez, del Diario AS, quien entiende que se ha llegado a esta situación «por una mezcla de factores importantes».
Entre esos factores, Jiménez señala «el pesimismo inicial por el rendimiento del Barcelona en la Supercopa, la pérdida de foco internacional por los títulos logrados por el Real Madrid la temporada pasada y la bajada de turismo que ha sufrido Cataluña a raíz de los atentados de agosto, el momento sociopolítico y todo lo sucedido alrededor del 1 de octubre».
Jiménez incide en que los packs de entradas destinados a los touroperadores se han visto afectados «por la bajada del turismo». Esto puede tener una relación directa con el seient lliure, los asientos que los abonados liberan cuando no acuden al Camp Nou y que el club pone a la venta. De esas localidades liberadas se venden menos «al haber disminuido la demanda del exterior». Buxeres también coincide en que de los 25.000 a 30.000 asientos que se liberan por partido, «ahora se venden menos que en la temporada pasada».
Según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), entre octubre y diciembre de 2017 Cataluña sufrió una pérdida de 86.000 visitantes internacionales (-3,8%) y 41.000 nacionales (-2,7%). En total, 127.000 turistas menos en esos últimos tres meses del año pasado.
Por el contrario, Buxeres piensa que el mal comienzo del Barcelona, con la derrota en la Supercopa, «no ha influido nada» en la pérdida de aficionados y considera que ha tenido una repercusión «mínima» en la venta de entradas la salida de Neymar, algo que Juan Jiménez sí considera que tiene trascendencia. «La marcha de Neymar hizo daño, era un reclamo para los aficionados del exterior y ha disminuido el impacto mediático», asegura el periodista del Diario AS.
Llama la atención que la mejor media de asistencia al Camp Nou esta temporada la encontremos en la Copa del Rey, a priori, el torneo que menos interés despierta en los aficionados. 64.629 personas han acudido de media a ver los cuatro encuentros como local del Barça en Copa. Aquí podemos encontrar la tercera peor entrada de la temporada, los 50.959 espectadores que vieron la semifinal contra el Valencia, y la segunda mejor de todo el curso, los 79.774 que acudieron al estadio en cuartos de final contra el Espanyol. Una afluencia sólo superada por los 85.417 de la última jornada de Liga ante el Girona. El Celta, en octavos, sólo congregó a 59.009 espectadores, mientras que el Murcia, un equipo de Segunda B, llevó 68.775 aficionados al estadio.
Tanto Jiménez como Buxeres coinciden en que el aspecto de la grada del Camp Nou cambiará de aquí al final de temporada y la afluencia de público aumentará. Atlético, Real Madrid, Valencia o Villarreal tienen que visitar a los azulgrana. «Los grandes partidos en la segunda vuelta los jugará el Barça como local», apunta Buxeres y en ellos “se estará jugando la Liga”, añade Jiménez.