Antes de que Nasser Al-Khelaifi y Qatar Sports Investments inundasen de dólares París en 2011 ya existía el Racing. Antes de que Canal + entrase en el accionariado y salvase al PSG de la desaparición en los 90 ya existía el Racing. Antes de que en 1969 se crease el Paris FC para fusionarse al año siguiente con el ajeno a la ciudad Stade Sangermanois e impulsar un club fuerte en Paris de la mano del modisto Daniel Hechter ya existía el Racing. Antes incluso de que el denominado Matra Racing se diese a conocer al mundo en la década de los 80 ya existía el Racing.
El Racing, el equipo de París, existe antes de que naciese Daniel Hetcher, antes de que se inventase la televisión, antes de que Qatar fuese considerado un país y antes de que se fundara el Real Madrid. En 1896 se crea la sección de fútbol del Racing Club de France, un club polideportivo impulsado el 20 de abril de 1882 por un grupo de alumnos del Lycée Condorcet de París. Sus colores son el azul celeste y el blanco en homenaje a la Universidad de Cambridge.

La sección de fútbol no tarda en dar éxitos al club. Se proclama campeón de París y subcampeón de Francia en 1902 y 1903 y en 1907 logra al fin el título nacional. La profesionalización que irrumpe en el mundo del fútbol en la década de los 20 del siglo pasado lleva a la sección, de la mano de Jean Bernard-Levy, a independizarse de su raíz y a convertirse en un club autónomo y profesional, el Racing Club Paris. Fundador de la primera Liga francesa en 1932 es un club modelo y el primero en viajar en avión al extranjero para jugar un partido: un amistoso en Londres frente al Arsenal.
Su estadio no puede ser otro que el mítico Colombes, sede de los Juegos Olímpicos de 1924, estadio nacional hasta la construcción del Parque de los Príncipes y escenario de la mítica película Evasión o Victoria. Los éxitos se suceden para el Racing. Gana la Ligue 1 en 1936, alza cinco Coupes de France antes y después de la II Guerra Mundial y mantiene entre 1930 y 1963 la tradición de recibir cada mes de noviembre al Arsenal inglés para jugar un partido amistoso.
La década de los 60 supone el canto del cisne para el Racing, inmerso como el resto del fútbol francés en una dura crisis económica que le lleva, tras los subcampeonatos de 1961 y 1962 y su única participación europea, en la Copa de Ferias de 1963, al descenso en 1967. Esta travesía del desierto, durante la que se inventan al PSG, durará década y media hasta que aparece en escena el empresario Jean-Luc Lagardére.
Hijo de una época muy marcada, Lagardére intenta hacer con el Racing lo que cuatro años después hizo Bernard Tapie con el Olympique de Marsella. Tras varios intentos se hace con el club en 1982 y entre ascensos y descensos se tira al monte en 1987 con una inversión en grandes estrellas que descoloca al fútbol francés y europeo. Sienta en el banquillo a Artur Jorge, campeón de Europa con el Oporto de Futre y Madjer, el argelino de la cantera del Racing, y consigue que la camiseta celeste y blanca la vistan estrellas mundiales como el gran Enzo Francescoli, Pierre Littbasrky, Rubén Paz, Luis Fernández, Maximme Bossis, Thyerry Tusseau y hasta el valencianista Daniel Solsona. La inversión no trae títulos, ni siquiera clasificación para competiciones europeas. El único amago de éxito se vislumbra con la final de la Coupe de France de 1990, pero el Racing, en el que despunta un jovencísimo David Ginola, cae 2-1 en la prórroga frente a un Montpellier capitaneado por Laurent Blanc y en el que destaca un delantero llamado Éric Cantona.
Las deudas y el averno del descenso funden al Racing, que renuncia a seguir en categoría profesional y se mantiene como puede en divisiones inferiores. En la actualidad, como Racing Club de France Colombes 1992, malvive en la quinta división francesa (es décimo en un grupo de 14 equipos) y juega sus partidos en el mítico estadio de Colombes, donde de vez en cuando se oyen los gritos de los viejos éxitos. No muy lejos de la megastore del PSG de los Campos Elíseos, en la Avenida de Wagram de París, a tiro de piedra del Arco del Triunfo, se pueden seguir adquiriendo camisetas y recuerdos en celeste y blanco del Racing, el equipo de París.