Antonio Fraguas Forges ha fallecido este jueves en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid a los 76 años víctima de un cáncer de páncreas que le fue diagnosticado en 2017. El genial humorista gráfico retrató diariamente desde sus viñetas la evolución de la sociedad española en los últimos 40 años a través de unos personajes (conchas, blasillos, marianos…) y un lenguaje (gensanta, bocata, muslamen…) instalados ya en el acervo cultural español.
Nacido en Madrid en 1942 hijo de un gallego y una catalana, Antonio Fraguas comenzó a trabajar a los 14 años en Televisión Española, donde fue técnico y mezclador de imágenes y comenzó a dibujar. Su primera viñeta en prensa se publicó en el diario Pueblo, dirigido por Jesús de la Serna, en 1964. Su fama le llegó en Informaciones, donde dibujó desde 1967 a 1979, periodo durante el cual pidió una excedencia en televisión para dedicarse de lleno al humor gráfico.
Forges colaboró en esos años en las numerosas revistas que surgieron durante la Transición. Sus marianos y sus náufragos pasearon por las páginas de Interviú, Hermano Lobo, Sábado Gráfico, Diez Minutos, Por favor, El Jueves… En 1981 se incorpora a la redacción de Diario 16 para pasar en 1989 a El Mundo como miembro fundacional del diario. Discrepancias con el entonces director, Pedro J. Ramírez, le llevan a El Pais en 1995, periódico en el que ha publicado diariamente una viñeta en la sección de Opinión los últimos 23 años.

Además de su labor periodística, colaboró en distintos espacios de televisión como Y sin embargo te quiero (TVE, 1984), Deforme Semanal (Telemadrid, 1990) o Pecadores Impequeibols (2014). En radio fue asiduo de los programas de Luis del Olmo, Xavier Sardá o Gemma Nierga. Dirigió dos películas, País S.A. (1975) y El bengador gusticiero y su pastelera madre (1977), así como cuatro series humorísticas para la televisión.
No obstante, su obra gráfica es la que le ha elevado a la categoría de genio. Forges –traducción catalana de su apellido porque, según contaba, durante el franquismo no estaba bien visto que un funcionario firmara como humorista- publico su primer libro en 1972 (El libro de Forges) al que siguieron hasta una treintena de títulos entre los que destacan Historia de Aquí, su particular historia de España, a los que siguieron Historia de Forgesporánea y Lo más de Historia de Aquí.
Para la historia quedan ya sus personajes, sus cosmas, marianos y blasas, y sus forgendros, ese lenguaje tan particular, algunos de sus términos terminaron siendo incluidos en el diccionario por la RAE, con el que retrató la historia de España y desde el que abrazó distintas causas sociales siempre desde una sensibilidad y una ternura inigualables. Descanse en paz.