Azafato, ta.
De azafate
1. m. y f. Persona encargada de atender a los pasajeros a bordo de un avión, de un tren, de un autocar, etc.
2. m. y f. Empleado de compañías de aviación, viajes, etc., que atiende al público en diversos servicios.
3. m. y f. Persona que, contratada al efecto, proporciona informaciones y ayuda a quienes participan en asambleas, congresos, etc.
4. f. Criada de la reina, a quien servía los vestidos y alhajas que se había de poner y los recogía cuando se los quitaba.
Esto, y no otra cosa, es lo que se recoge en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española en la entrada de azafata. Viene a cuento por la perversión del lenguaje que se está utilizando con respecto a las mujeres que se sitúan en la parrilla de salida de las pruebas de motor o en los podios de las más renombradas pruebas ciclistas. Una práctica casposa y antediluviana que la nueva empresa rectora de la Fórmula 1, la estadounidense Liberty Media, ha tenido a bien suprimir.
Como se puede observar, dentro de las cuatro acepciones no existe ninguna que apunte a una mujer plantada al lado de un coche con un cartel o a la vera de una moto con un paraguas. Urge por tanto aclarar a la gente que lo que se ha prohibido en la Fórmula 1, y antes en pruebas ciclistas como el Tour Down Under, no son las azafatas sino lo que en el paddock se conoce como parrilleras o paragüeras y que los anglosajones denominan grid girls o, más gráficamente, pit babes (las nenas del pit).
Porque las azafatas no van a desaparecer de la Fórmula 1. Seguirán estando en los motorhomes de los equipos y en todos los espacios del paddock para los que se las contrate y en los que se las requiera. Lo que va a desaparecer es la mujer expuesta como un adorno sobre el asfalto para regocijo de un público fundamentalmente masculino y generalmente machista. Básicamente todos aquellos a los que se les llena la boca de palabras como tradición o exageración.
Conviene por tanto no retorcer el idioma ni echar balones fuera a la hora de defender un comportamiento que cosifica a la mujer. Como dijo el ministro de Deportes australiano, Leon Bignel, lo que se pretende es «inspirar a las niñas y mujeres jóvenes que vienen a las carreras a ser políticas, mecánicas o ingenieras, no chicas de podio». Porque nadie está en contra de las azafatas, pero sí todos deberían estarlo de los floreros.
correcto, la mujer florero puesta para poner el logo en la pechera no cumple con ninguna de las definicione sde la RAE, es simplemete un juego machista del macho tener a la chica bonita en bañador para que los demas machos aullen al verla….
Por favor con estos avances tontos hacemos mucho por la igualdad, parece que no pero son estas cosas las que hacen que esté institucionalizado el machismo…..
Poner a seguidores de las RRSS, o dar cabida a otros colectivos si que es mejor idea, mas justa, y al final mejor vista por todos ( aunque no para las personas con perfume de alcanfor) la sociedad avanza, la tradicion es buena si es justa, si no es legitimar una injusticia .