El interés del All Star Game de 2018 se concentraba en la capacidad de los jugadores para conseguir un partido disputado (o «de verdad»), alejado, en lo posible, de las exhibiciones individualistas e incluso onanistas de otras ediciones, concretamente de la pasada (192-182). Con esa aspiración se cambió el formato: elegidos por suscripción popular los dos capitanes, LeBron y Curry, ellos eligieron a los componentes de sus equipos sin importar la conferencia. Bien, pues podemos afirmar que la prueba ha sido superada, sin holguras, pero superada. Casi en la misma medida que la victoria del equipo de LeBron (148-145), los analistas han destacado la defensa como factor clave en el partido. De hecho, el último ataque del Team Curry, el que buscaba el empate, fue neutralizado con una acción defensiva en la que participaron Durant y el propio LeBron.
Un dato que señala la diferencia con el partido del pasado año es que al final del primer cuarto se habían sumado solo 73 puntos en relación a los 101 del All Star 2017. Los veinte robos registrados durante el duelo insisten en la misma idea, no así los triples: se tiró uno más (123) que hace un año. De lo que no se puede dudar es del cambio de actitud de los jugadores, simbolizado en la revisión que solicitó LeBron a los árbitros con empate a 144 en el marcador o en su alegría desbordante finalizado el encuentro.
LeBron, por cierto, fue reconocido como el MVP del partido (29 puntos, 10 rebotes y ocho asistencias), el tercero que consigue en sus 14 participaciones en el All Star. El primero lo consiguió en 2006 y el último lo había logrado en 2008, lo que le convierte en el primer jugador que lo gana con diez años de diferencia.
Para el anecdotario del partido quedará que LeBron fue el jugador más viejo sobre la pista (33 años), el bostezo selvático de Drummond antes de comenzar el choque o la peculiar interpretación del himno por parte de Fergie, muy criticada en redes sociales, seguramente por cochina envidia. Más unánime fue el recibimiento a Michael Jordan (55 años y un día), que presentó la próxima edición del All Star en Charlotte.
El cambio es evidente y la intensidad en defensa también. Mucho mejor si siguen así.
Aún así para mi hay cosas que mejorar. Los ataques fueron muy precipitados, parecía que jugaban con prisas, muy acelerados. Era llegar y tirar o penetrar a toda leche. No hubo absolutamente ningún pick and roll, ni posteos, acciones básicas del baloncesto. Y abusaron del triple con muy malos porcentajes. Lowry, Lillard, Harden y Curry tiraban de 3 en cuanto recibían. Muchas pérdidas y Airballs.
Aún así prefiero el All-Star con esta seriedad e implicación y ganas de ganar y defender. Pero hay que seguir mejorando, para que se asemeje a un partido de baloncesto de verdad, entre los mejores.