Una gran Carla Suárez se despidió del Abierto de Australia tras ceder en los cuartos de final ante la danesa Caroline Wozniacki por 6-0, 6-7 y 6-2, quien logró, siete años después, las semifinales del primer grande de la temporada.

El primer set fue una exhibición de la número dos del mundo, que comenzaba muy sólida y destrozando las ilusiones de la canaria al hacerse con la primera manga en blanco en algo más de media hora y con la sensación de que el encuentro se iba a resolver por la vía rápida. Pero nada más lejos de la realidad. Una agresiva Carla Suárez levantaba una bola de partido y se llevaba la segunda manga en el tie break.

Pero en el tercer set la ex número uno aprovechaba el bajón físico de la canaria para irse en el marcador hasta el final y sentenciar así, con un 6-2, su presencia en las semifinales en dos horas y 12 minutos.

«Estaba jugando bien, pero un poco más corta que ella, que lo hacía increíble. Yo sentía que a pesar de su dominio en el primer set estaba jugando bien y podía darle la vuelta. Tengo una sensación un poco amarga por quedarme otra vez en cuartos. Siempre hace ilusión llegar a semifinales o la final. Pero el balance es positivo, porque poder disfrutar con mi tenis otra vez y, más que jugar, poder competir con las mejores del mundo me hace salir reforzada. Espero poder aguantar este nivel todo el año», dijo la española, número 39 del mundo.

La danesa que es una de las favoritas al título se enfrentará en semifinales a la belga Elise Mertens, que en el día de hoy se deshizo de la ucraniana Elina Svitolina, cuarta favorita, en dos cómodos mangas.

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