lunes, noviembre 4, 2024
Google search engine
InicioCulturaPeriodismoRéquiem por El Gráfico

Réquiem por El Gráfico

El Gráfico ha muerto y con él se lleva a la tumba el corazón del periodismo deportivo en español. La crisis que vive el gremio en Argentina —tres grandes cabeceras cerradas en los últimos meses— se llevó por delante también a la revista. Su empresa editora, la todopoderosa Torneos, que durante dos décadas tuvo los derechos de multitud de eventos deportivos en América y que se vio envuelta hace dos años en el escándalo de corrupción de la FIFA, lo despachó con un comunicado quirúrgico: «Torneos lamenta informar que ha decidido discontinuar la versión impresa de la revista El Gráfico. Esta triste decisión se tomó en un contexto global de decreciente consumo de medios impresos que ha afectado a nuestra revista”.

Antes que nada, El Gráfico era un icono: el de las letras deportivas en español. Por eso más que un cierre es una muerte, un final irreparable por más que los últimos años los viviese cuesta abajo. Nacida en 1919 como revista de sociedad, seis años más tarde se convirtió en deportiva y a partir de entonces en semanario de referencia argentino, incluso en las oscuras épocas de la dictadura, que apoyó desde el ámbito deportivo. Tuvo su primera gran crisis cuando en 2002 pasó de semanal a mensual y en los últimos tiempos apenas quince profesionales se ocupaban de la edición impresa. Allí estaba todo porque allí cabía todo. Por sus páginas desfilaron Guillermo Vilas, Juan Manuel Fangio, Monzón y, por supuesto, Diego Armando Maradona. A Messi le pilló lejos y a destiempo. En la redacción anidaron nombres míticos del periodismo austral. Entre otros, el sin par Dante Panzeri, tocado por la varita múltiple del talento, la irreverencia y la obstinación. Antes y después de él escribieron redactores con el deporte inscrito en las yemas de los dedos, que sabían la importancia del lugar donde aparecía su firma. Nada había más importante para un futbolista que aparecer en la tapa de El Gráfico, pero lo mismo ocurría con los periodistas. Y con los fotógrafos: fue Ricardo Alfieri, leyenda de la revista, quien inmortalizó El abrazo del alma, la estampa del hombre sin brazos que abraza a Fillol y Tarantini tras la final del Mundial 78. Los pelos siguen erizados cuarenta años después.

Última tapa de 'El Gráfico'
Última tapa de ‘El Gráfico’

Formaban los ejemplares una suerte de colección, con sus enviados especiales a eventos internacionales, sus producciones cuidadas para las entrevistas a los grandes cracks. Casi cinco mil números quedan en un archivo inigualable, coronados por sus portadas. Algunas, incunables, como las de los dos Mundiales conquistados por Argentina —1978 y 86—. Y una por encima de todas, que curiosamente describía de la forma más explícita un fracaso momentáneo: la célebre tapa negra de septiembre de 1993, con grandes letras de caja alta amarillas y una sola palabra bajo el resultado del Monumental: “¡VERGÜENZA!”. Y abajo, a modo de editorial, cinco preguntas, a cada cual más incisiva. Para muchos la portada significó un quiebre en la historia de la revista,  el inicio de un ocaso en el que su credibilidad se vería salpicada por la inclusión de chimentos —cotilleos— sobre los vestuarios de los grandes clubs argentinos, por entonces con nombres mediáticos en nómina.

El Gráfico dejó de ser el de siempre con el cambio de siglo. Nació el diario deportivo Olé y los periódicos generalistas agrandaron y colorearon sus secciones deportivas: más competencia para la revista. Ni qué decir tiene que la velocidad del online terminó de matarla, y tampoco hubo una voluntad empresarial de reformularla. Ya no vendía ni el 5% del medio millón largo de ejemplares de sus buenas épocas, pero fue la ausencia de publicidad la que le colocó la losa y terminó cargándose un patrimonio intangible del periodismo y el deporte. Un vistazo a las redes sociales en las últimas horas así lo atestigua, no solo en Argentina, sino también lejos de ese país e incluso de Latinoamérica, allá donde algunos lloran colgados de la nostalgia de los días en que se afanaban por conseguirla, hojearla, paladearla y engullirla sin demora.

**********

En 1995, en Santiago de Compostela, un estudiante de periodismo acudía raudo cada lunes al kiosco-bollería del Pibe, al lado de la Alameda, porque el dueño, argentino hijo de gallegos, conseguía que le mandaran desde Argentina un par de ejemplares. Uno para cada uno. Empezaban en aquella época en Canal + las transmisiones de los partidos del campeonato argentino la madrugada de los lunes, y la mejor espera en el trasnoche era la zambullida en El Gráfico de la semana anterior, con sus columnas, sus reportajes, sus puntuaciones de jugadores. Y si había jornada de Copa Libertadores, para qué contar. Al leer aquellas crónicas pensaba: “¿Cómo lo harán estos cabrones?”. En vez de empezar el texto con un simple sujeto verbo y predicado, lo hacían con una figura literaria de alto vuelo. En vez de hablar de baño y masaje, dudas por molestias musculares y no hay enemigo pequeño, se inventaban historias que parecían inverosímiles pero que siempre aterrizaban en ese mismo baño y masaje que en España se solía contar con hechuras funcionariales.

Cinco años más tarde, el universitario, ya licenciado, viajó por primera vez a Buenos Aires y lo primero que hizo fue ir a pedir trabajo en El Gráfico. Le habían dado un contacto, un nombre, un teléfono, como se daba antes, y allá se plantó, en la calle Balcarce 510, en el edificio de Torneos y Competencias, para hablar con el jefe de redacción y con toda la cara decirle si había hueco para un joven entusiasta del otro lado del mundo. No hubo suerte. Se le veía apesadumbrado al hombre al explicar las apreturas por las que pasaba la revista, anticipando el resacón del menemismo que se cernía sobre Argentina y la criba que viviría la revista por la misma época: el crash de 2001, el corralito y el paso al nuevo El Gráfico mensual. La redacción, a solo unas cuadras del Ministerio de Economía y Casa Rosada, bien podía servir de ejemplo de la decadencia que se respiraba en Buenos Aires. Antes de marcharse, el muchacho se dio el gusto de su vida: pasar un rato sin reloj en el archivo de la revista, oliendo a papel viejo, dándose un atracón de Gráficos y recibiendo lecciones inolvidables del archivero.

Tiene para sí aquel periodista que aquella visita le aportó su grano de arena a su inconsciente para que otro lustro después decidiese irse a vivir a Argentina. Si no podía trabajar en la revista, al menos la compraría. Desde entonces y durante muchos años, consiguió su ración mensual en el kiosco de la esquina. Hoy ese periodista, metido en la cuarentena, siente la muerte de El Gráfico como una daga atravesando la pantalla del ordenador. Y todavía piensa: no respetaron ni el Mundial, con lo que eso significa en Argentina. Lo que tiene claro es que allá por junio, si le empieza a ir bien a la Celeste y Blanca en Rusia —cuánto más si da la campanada— aflorará la pregunta inevitable: ¿Cuál sería la tapa de El Gráfico? Por desgracia, jamás lo sabremos.

Arturo Lezcano
Arturo Lezcano
Periodista coruñés de amplia trayectoria en la televisión en Galicia durante años en Antena 3, hizo las maletas y se marchó a hacer las Américas para montar su propia productora. Cinco años en Buenos Aires y otros tantos en Río le han permitido tener una de las mejores agendas de Sudamérica. 12 años después ha regresado con dos hijos en la maleta y ganas de volver a disfrutar del oficio aquí. Y de su Depor.
RELATED ARTICLES

1 COMENTARIO

  1. Se fue la mejor revista de la historia de mi país. Como cambió para mal el periodismo. Desde Argentina sigo A la Contra a diario. Continúen así! (Mi historia es al revés, amo España y me encantaría trabajar allá, pero bueno sigo trabajando de mi profesión -periodismo- acá. Éxitos…

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisment -
Google search engine

Most Popular

Recent Comments

Perikorro en Con contundencia
Alberto Patiño Varela en Los antimadridistas
Xavi Verger en Vinicius saca el cañón
Perikorro en Vivos con Fati-ga
Diego en Los sufridores
Diego en Viva el rey
Juan De Dios Luna Cijanes en La posesión y los tulipanes
Perikorro en Minority Report
Dr en Las viudas
Diego en Las viudas
Perikorro en Las viudas
Perikorro en Gaspartismo Reloaded
Diego en Viva la Vuelta
Dr en Viva Irlanda
Diego en Viva Irlanda
Diego en Decíamos ayer
Diego en Paz y amor
Dr en Paz y amor
Diego en Paz y amor
Diego en Vuela Supermán
Diego en Vuela Supermán
Diego en El trampolín
Perikorro en Salvar a Barrabás
Coral en Truman
Jose Avellaneda Perez en Los ídolos
María en Calles vacías
Amiguel en El pendejo de turno
Silvia Nebreda en Palabras y lágrimas
Manitu69 en This is Atleti
Alejandro Rincón Rubio en ¿Es Jovic un mediapunta?
Diego A. en Elogio de la locura
Juan De Dios Luna Cijanes en Efectividad máxima
Alfrez en Oda al populismo
Alfrez en Oda al populismo
Diego en Oda al populismo
Manitu69 en Oda al populismo
Fiodor Dostoievski en ¿Suerte o talento?
EUGENIO JORDAN en El cisne blanco
Frank Terraces en Historia del segundo Atleti
Hassandudeim en Historia del segundo Atleti
Perikorro en Aquí un Zidanista
Hassansudeim en Fichar a Descartes
Frank Terraces en Fichar a Descartes
Michael en Nacho y la tristeza
Irene García en Entre cero y nada
Roberto Gómez González en Entre cero y nada
Hassansudeim en Primeras impresiones
Rafael Sánchez Sánchez en Correa, Oblak y feliz año nuevo
Juanma Jiménez en Sólo fútbol
Jules en Sólo fútbol
Che en Trigo limpio
Gracias Faubert en Trigo limpio
Hassansudeim en Trigo limpio
Xabier en Trigo limpio
Juan carlos en Trigo limpio
Óscar Laguna en Ansiedad
Juan De Dios Luna Cijanes en El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos
Joan Del Valle en El tamaño importa (y mucho)
Jose Carlos Torrenova Lozano en Mucho más importante que todo eso
Pascual Vicente Martínez Gimeno en Dos años A La Contra
Vicente Martin-Pozuelo Cantos en Good Bye, Lenin!
yerry en Don Cenizo
IGWT en Relatividad
Manitu69 en Hacerse viejo
Tony en Don Cenizo
Juan De Dios Luna Cijanes en Grandes éxitos de ayer y hoy
Esuardo en Don Cenizo
Juan De Dios Luna Cijanes en Victoria sin identidad
Frank Terraces en Bendita normalidad
Francisco en Victoria sin identidad
Julián Martín Fernández en Rodrygo hace viejo a Vinicius
J. J. Creamer en Los héroes de Bowie
Joselito en Éxito sin cimientos
Juan de Dios Luna Cijanes en Ansufatización
Juan De Dios Luna Cijanes en El ciclismo se ablanda
Frank Terraces en Desapego
Juan De Dios Luna Cijanes en Movistar no se rinde
Juan de Dios Luna Cijanes en Queremos tanto a Roglic
Frank Terraces en Hace dos meses
Juan De Dios Luna Cijanes en Nada por aquí, Neymar por allá
Juan De Dios Luna Cijanes en Hoy me he acordado de Lucho Herrera
Juan De Dios Luna Cijanes en Un colombiano en la luna
Juan De Dios Luna Cijanes en El Tour se achica ante Bernal
Juan de Dios Luna Cijanes en Bernal rompe el cielo
Juan De Dios Luna Cijanes en Bernal quiere el Tour
Eberhard Torres Calderón en Cuarenta años de La vida de Brian
Juan De Dios Luna Cijanes en Pinot quiere el Tour y Mikel Landa no se rinde
Frank Terraces en El Atlético más merengue
Juan De Dios Luna Cijanes en La suerte dispara contra Landa
Diego en El fugitivo
Diego en Sopor de France
Juan De Dios Luna Cijanes en El Talento Desperdiciado I: George Best
Juan De Dios Luna Cijanes en Friedenreich: Pelé antes de Pelé
Frank Terraces en La Feria de la Carne
Frank Terraces en El altar de Pérgamo
Juan De Dios Luna Cijanes en Ni cinco de bola
José Antonio Gutiérrez en No cambies tus sueños, cambia el mundo
Antonio Lopez Lobeto en Los doce trabajos de Hércules
Francisco Pedrajas Raya en Ramos-Florentino: Pimpinela en el Madrid
Antonio Lopez Lobeto en Mi pájaro es mejor que el tuyo
Stockton en Bon voyage
Juan De Dios Luna Cijanes en El problema del Barça es el relato
Perikorro en Tantas mareas, marean
Perikorro en No me gusta el cricket
Carmelo en La venda ya cayó
Antonio Jesús Zarza Moreno en ¿Marino o submarino?
Lorenzo Dominguez Sanchez en Gracias, Florentino
Joaquín en Camino a Vitoria
Robert Lee en El que se va, ya no es
victor martín marron en Quiten de ahí a esa loca
Martín Vallejo platero en El borde de la piscina
Diego en Gracias, Johan
jose antonio medrano en Gracias, Johan
Jorge Florido en Gracias, Johan
Javier en Gracias, Johan
Esteban en Gracias, Johan
Fran en Gracias, Johan
5contraelcalvo en Esperando a Zidane
Perikorro en Esperando a Zidane
Elaine Cristina en Casillas, el homenaje pendiente
Tomás Luis de Victoria en No, lo ponemos todo al centro
Tomás Luís de Victoria en Casillas, el homenaje pendiente
Lucas en Benzema FC
Carlos Antonio Suárez fornelino en Jugarse «nada»
Antonio Lopez Lobeto en Siete equipos para tres descensos
Víctor Raúl Valladares en El Real Madrid se queda solo
IÑAKI ASENSIO CALATAYUD en Ter Stegen, el portero de la T-10
José Ramón García en Ilusión en el nuevo White Hart Lane
JOSE ANTONIO FERNANDEZ PLAZA en Héctor del Mar, tal como éramos
Lucas en Oh, capitán
José Luis Heras en Usted tiene el faro roto
Juan J Rodriguez en Usted tiene el faro roto
Jairo Castillo en El Madrid de la triste figura
Rod en Au revoir
Cristian Galván en Motociclismo e hipocresía
Hassansudeim en La trampa perfecta
Juan De Dios Luna Cijanes en La trampa perfecta
Antonio Lopez Lobeto en Cuestión de fe
Martín Vallejo platero en Marcó Isco, ganó Zidane
Eliseo en Vuelve Zidane
Juan De Dios Luna Cijanes en La esperanza
Juan de Dios Luna Cijanes en La muerte del emperador
Maria Jose en Tropismo
María Jesús en Tropismo
Antonio Lopez Lobeto en El amor no siempre gana
SanEmeterio For Atle en Bienvenidos al espectáculo de minstrel
Elaine Cristina en El empate perfecto
Sergio Alberruche en Bienvenidos al mágico mundo de Oz
Sergio Alberruche en Bienvenidos al mágico mundo de Oz
Sergio Alberruche en La revancha perpetua
Antonio Lopez Lobeto en Al límite de la filosofía
Juan de Dios Luna Cijanes en La ley del mínimo esfuerzo
Antonio Lopez Lobeto en Milagro Kvitova
Carlos Leo Castellanos en Cristiano ya no va de farol
Marcos Da Silva en El tamaño importa (y mucho)
Antonio Lopez Lobeto en Promesas que todavía lo son
Gustavo Del río manzano en Quince años sin el mejor: Chava Jiménez
ROSA MARIA cuesta guerrero en A propósito de Laura
Irene García en Vidrio roto
AA - Rod en Vidrio roto
Juan Luna Cijanes en Solari y la teoría del melón
Antonio Lopez Lobeto en El valor de las palabras
Raúl Ávila en El traje de toda la vida
Miguel Morán en Godín es El Cid Campeador
Ricardo Moreno Castillo en La adolescencia duele
Aminie Filippi en La adolescencia duele
Miguel Angel Hidalgo Mena en Historia de un superviviente
Alfrez en Por los cojones
Paulino en Por los cojones
ROSA MARIA cuesta guerrero en La adolescencia duele
Luis Miguel en Y el presidente, ¿qué?
Oscar Redondo Callado en Tour 2019: Un espanto de recorrido
Santiago Peraza en A LA CONTRA, primer aniversario
Teddy Sagarrasantos@hotmail.com en Bienvenidos al mágico mundo de Oz
Conchita Minguez en Cinco apuntes para seis carreras