No pudo ser. Volvieron los problemas físicos. Rafa se encontró con un férreo Marin Cilic y su cuerpo volvió a jugarle una mala pasada cuando había llevado el partido al quinto set ante el gigante croata.
En el primer set, Rafa apostó por no forzar la máquina en los desplazamientos (no sabemos si por precaución o por incapacidad) y renunció a las bolas que, a simple vista, no iba a poder devolver. Ese ahorro de energía le permitió incrementar la velocidad en ciertas fases del partido (6-3 en el primer set) y no dormirse en los laureles de puntos eternos, salvo cuando era estrictamente necesario para desgastar al rival. Nadal lo tuvo claro: golpear y mantener la posición sin irse hacia adelante para conservar la iniciativa y la ventaja, porque mentalmente hablando, es mucho más rápido que sus rivales.
The world No.1 under lights ?#AusOpen pic.twitter.com/Ji4kXJU8Gn
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En la segunda manga, a Rafa le costó plantar cara a los golpes tan planos del croata tanto con su saque como en el resto. Cilic se hizo más grande con su servicio, y cuando esto ocurre, suele inclinar la balanza del partido a su favor. El croata solventó el set con un sorprendente 3-6 (por cómo se había desarrollado el primero) y empezó a sentirse cómodo. Con su altura (1´97), cuando Cilic planta bien los pies sobre la pista, el partido se vuelve un tiroteo.
Down a set and a break, @cilic_marin responds to take the second set 6-3!
1️⃣ set apiece!#AusOpen pic.twitter.com/n2l23LEDDI
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Gracias al descomunal primer servicio de Cilic y a su agresividad, la igualdad en el tercer set solo se rompió en el tie-break. El croata se apoyó en el revés cruzado para poner en problemas a Nadal, pero el de Manacor aguantó la presión, obligó a Cilic a cambiar el ritmo en varios puntos decisivos y pudo decantar el tercer set de su lado (7-6).
.@RafaelNadal takes a 2️⃣ sets to 1️⃣ lead!
6-3 3-6 7-6(5) #AusOpen pic.twitter.com/3Uj1UPDPQ7
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Y entonces, los fantasmas. Y entonces, el dolor. Con 1-4 en el marcador del cuarto set para Marin Cilic, Rafa solicitó la asistencias de los médicos y al volver a pisar la pista, el balear se quedaba clavado en varios puntos acompañando los pelotazos del croata con la mirada. Con la concentración tocada y el físico hundido, el pundonor fue el clavo ardiendo inútil al que se aferró Nadal, pero la cuarta manga se le escapaba de las manos rápidamente (2-6)
.@RafaelNadal looks in some discomfort… #AusOpen pic.twitter.com/GubjM7O2jy
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Con visibles muestras de dolor, Rafa Nadal estiró su participación en este Open de Australia hasta el 0-1 del quinto set donde se fue directo a darle la mano a la jueza de silla y confirmar su abandono por lesión. Lástima para un Nadal que se había reencontrado con sensaciones positivas en Melbourne, después de haber renunciado a varios torneos previos por no encontrarse preparado físicamente. De momento, tampoco está al 100%.