La Policía Nacional ha iniciado esta mañana una operación contra el empresario y agente de futbolistas Quique Pina, como presunto responsable de una red societaria que defraudó grandes sumas de dinero a Hacienda y blanqueó fondos en territorios offshore y a través de inversiones inmobiliarias. Se están realizando registros en domicilios y despachos relacionados con el investigado en Cádiz, Granada, Murcia y Barcelona. La operación está dirigida por el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional y tiene su origen en una querella de la Fiscalía Anticorrupción, que supervisa las actuaciones.
Según revela El Confidencial, Pina y su entorno aprovechaban los fichajes y traspasos de jugadores para introducir comisiones opacas que repercutían en sus cuentas en lugar de repercutir en el balance de los equipos. Las investigaciones se centran en su paso por el Granada CF (2009 y 2016), y por el Cádiz CF, del que actualmente es consejero delegado. Además se investiga en 2016 su desembarco en el equipo de la primera división uruguaya Institución Atlética Sudamérica y en el Lorca Deportivo, por entonces en la Segunda División B española.
Además de Pina, están siendo investigados en la operación su hermana, Elena Pina, y directivos de sus empresas como David Buitrago y Juan Carlos Cordero, que podrían haber actuado presuntamente como testaferros para facilitar la evasión fiscal y el lavado de los fondos defraudados. Calambur Intermediaciones SL, ADGB Sport SL, Quique Sport SL y Locos por el Balón SL formaban parte de larga lista de mercantiles empleadas en España por la red
Entre las operaciones que se investigan destaca el traspaso del delantero franco-argelino Yacine Brahimi en 2014 del Granada al Oporto. La directiva que presidía Pina lo vendió por 6,5 millones de euros. Pero al club solo llegó una pequeña parte del traspaso. Poco después, Football Leaks reveló que el 100% de los derechos económicos de Brahimi pertenecían a la empresa luxemburguesa Fifteen Securitisation SA, que se embolsó el dinero. Detrás estaba la familia italiana Pozzo, socios de Pina en el club nazarí e investigados por supuestas irregularidades en traspasos de jugadores. Los Pozzo son propietarios de acciones en el Udinese, Granada y Watford.