Pese a la racha de cinco victorias que Roger Federer mantiene viva ante Rafael Nadal desde noviembre de 2015 (4-0 en 2017)… Nadal conserva un apreciable 23-15 favorable en el cara a cara directo con Federer. Y algo aún mejor cuando se avecina un nuevo evento de Grand Slam: Rafa domina a Roger por 11-4 en los duelos directos al mejor de cinco sets, con 7-0 en esos duelos sobre tierra batida (cinco en Roland Garros, otros dos en Roma y Montecarlo) y distancias más estrechadas sobre hierba (1-2 para Federer, en Wimbledon) y pista dura: 3-2 para Nadal, con 3-1 en Australia y 0-1 en Miami, en 2005. Curioso: Nadal y Federer jamás han chocado frontalmente en el US Open. Las cargas de Nadal contra el delicado revés de Federer a una mano,-algo para lo que Roger ya parece haber encontrado el antídoto con tiros planos a botepronto tras buen servicio- han decantado el equilibrio del cara a cara. Ojo a un dato: si Nadal y Federer tienen que jugarse un quinto set, hay empate: 3-3. En Roland Garros, Nadal y Federer nunca han tenido que irse al set definitivo… aunque Federer sí ha salvado otros partidos en París en cinco mangas, como sendos duelos a cara o cruz ante Del Potro y Haas: cuando Roger alzó la Copa de los Mosqueteros, en 2009.
Adicionalmente, Djokovic goza de mínima ventaja ante Federer (23-22), que se concreta en 9-7 cuando los partidos se extienden a cuatro o cinco sets. Dos apuntes: Djokovic ha vencido a Federer en los cuatro últimos duelos al mejor de cinco mangas, desde 2014, y SIEMPRE se impuso cuando tuvieron que discutir un quinto y definitivo set: 3-0. En el Nadal-Djokovic, el serbio manda por 26-24, con un imponente 11-1 entre Pekín 2013 y Madrid 2017 que incluyó una racha de 7-0 partir de la victoria de Rafa en la final de 2014 en Roland Garros. En partidos a cuatro o cinco sets, Nadal domina por 10-4, con 1-1 cuando se llega a la quinta manga. Pero en pista dura, la superficie del Australian Open, impresiona la superioridad de Djokovic ante Rafa Nadal: 18-6. En tierra es 16-7 para Nadal. Y en hierba, 2-1 para Rafa.
Si hiciéramos una liga particular por resultados directos en el Big Three, el primero de los tres sería… Rafael Nadal Parera, que acumula 47 victorias y 41 derrotas ante Djokovic y Federer. Después va Djokovic: 49-46. Y al fin, Federer: 37-46. Son balances casi clavados… porque el dominio de los tres en las rondas finales de Masters 1000 y Grand Slams ha sido poco menos que un rodillo entre 2007 y 17, con la única injerencia más o menos importante de Andy Murray, ausente en Melbourne por intervención en la cadera. De la mano de Agassi y Stepanek, Djokovic -como ya se vio en Kooyong ante Thiem, al que ganó por 6-1 y 6-4-… comparece en Australia con un manguito en el brazo derecho, al estilo de los jugadores de la NBA: para preservar y calentar el codo. También, Novak da la impresión de haber acortado la moción de saque, para reducir carga y ‘efecto ballesteo’ en el ‘latigazo’ de ese mismo codo.
Djokovic with new service reduced motion: 2018 vs. before pic.twitter.com/MtRIAoEfjN
— BreakPointBR (@BreakPointBR) 10 de enero de 2018
Lejos de la tierra batida, Nadal es un extraordinario jugador, con seis títulos individuales en Grand Slam (tantos como Becker o Edberg, por ejemplo)… pero en ese Planeta Tierra, Nadal es, directamente… algo muy parecido a Dios. Ahí y a cinco sets, Rafa domina a Federer por 7-0. Solamente en la final de Roma 2006, Rafa tuvo que salvar dos match points ante Roger, en el quinto set. En tierra batida, Nadal disfruta de la extraordinaria decena de títulos en Roland Garros (Borg, seis…)… del estratosférico récord de 81 victorias consecutivas entre 2005 y 2007 (Valencia-Andreev/Hamburgo, Federer)… y algo absurdamente asombroso: sobre arcilla, Nadal ha jugado 101 partidos a distancia de cinco sets y ha perdido… dos, ninguno de ellos en el quinto y los dos en Roland Garros: Soderling en 2009 (cuatro sets) y Djokovic, en 2015: tres mangas. Quiere decir que Nadal NUNCA ha perdido un quinto set sobre tierra batida. Cero. Ante nadie. Cuando se llegó a ese extremo, en 2006, 2011 y 2013 ante Federer, Isner y Djokovic… siempre ganó Nadal, que en Roland Garros maneja un registro brutal de 79 victorias contra dos derrotas en pista -Soderling, Djokovic- y una incomparecencia, la de la retirada de 2016, cuando la lesión de muñeca le forzó a no presentarse ante Marcel Granollers en tercera ronda. Obviamente, en hierba o pista dura, Rafa se aleja de estas experiencias casi paranormales.
Cuando se analiza temporada por temporada, Federer exhibe tres registros sensacionales, superiores al 90% de victorias: 2004 (74-6), 05 (81-4) y 06 (92-5). Nadal supera el 90% (91,5%) en la que él siempre define como su «mejor año»: 2013, cuando regresó de la lesión de rodilla de 2012, ganó 75 de 82 partidos (75-7) y conquistó Roland Garros y el US Open, amén de otros ocho títulos: y eso, sin competir en Australia. 2008 (82-11, campeón olímpico, primer Wimbledon) y 2010 (71-10, tres títulos de Grand Slam) fueron otras excelentes temporadas de un Nadal que, empero, ha sido algo más regular que Federer: desde 2009, Rafa ya recibió consejos médicos y técnicos para ir acortando los puntos y acelerando el juego tras una primera secuencia en la rodilla que le dejó fuera de participar en Wimbledon. Fue tras caer ante Soderling en París, en ese 2009.
Para cuando Nadal marcó su partido número 1000 en ATP, en marzo de 2017, ante Kohlschreiber, en Miami, Rafa fue ‘milenario’ como el tenista ATP de todos los tiempos con mayor porcentaje de victorias en 1.000 partidos, 82,2% (822 triunfos y solo 178 derrotas en ese momento), lo que en tierra batida se acerca al 92% (91,6%, 385 triunfos-35 derrotas). El segundo de todos los tiempos sobre tierra batida se quedó en el 85,9%: es Bjorn Rune Borg, sueco él. He aquí los balances totales ATP de victorias-derrotas, con porcentaje de victorias en ‘singles’ o individuales… justo antes de empezar a jugar en Melbourne: Roger Federer, 1.132-250 (81,9%). Rafa Nadal, 873-185 (82,1%). Novak Djokovic, 783-163 (82,7%). Obviamente, ‘DjokerNole’ aún no ha rebasado el millar de partidos.
Aquellos tempranos problemas de rodilla de 2009 le habían sobrevenido a Rafa tras una violenta, estresante primavera en la que ganó a Djokovic en la semifinal de Madrid, en la Caja Mágica… después de exprimirse a lo largo de tres terribles sets y a través de cuatro horas y tres minutos: 3-6, 7-6 (5) y 7-6 (9) para Nadal en un drama angustioso que fue récord mundial de duración en tres mangas… hasta que llegaron Federer y Del Potro en la semifinal olímpica de 2012, en la hierba de Wimbledon, con 19-17 para Federer en el set definitivo, después de cuatro horas, 19 minutos… y sin ‘tiebreak’. Más allá, sí se observan numerosas batallas de Nadal a tres sets que rebasan las tres horas: derrota ante Simon en 2008 en Madrid, Casa de Campo: 3h23min o derrota ante Moyá en 2008, en Chennai: 3h55min.
A Federer y su tenis fácil y económico les resulta bastante más dificil ir más allá de las tres horas en partidos que duren tres sets. Por ejemplo, en la final de Miami, en 2006, Federer batió a Ljubicic en tres tiebreaks… pero se quedaron en tres minutos por debajo de las tres horas: 2h57 min. Profesional desde 1998, Federer ha jugado un total de 141 partidos a cuatro o cinco mangas, contra los 90 de Nadal, profesional de 2001 (Djokovic, desde 2003). Otro dato más sobre la facilidad de Federer: en la final de Wimbledon de 2009, Roger batió a Roddick, con 16-14 en el quinto set: 5-7, 7-6 (6), 7-6 (5), 3-6 y 16-14, pero el partido se quedó en cuatro horas y 19 minutos, muy lejos de cualquier plusmarca y a más de media hora de lo que duró la imborrable final de 2008 en el All England que Nadal dominó ante Roger con 9-7 en el set final después de cuatro horas y 48 minutos de juego real… y una tarde entera caminando sobre el cielo, las nubes y las tormentas eléctricas: esa electricidad de Wimbledon.