La Final Four de la Euroliga de 1993 quedará para la historia como la mayor sorpresa del baloncesto europeo. El Limoges, un equipo modesto que había llegado a la cita de Atenas como víctima propiciatoria, se terminó llevando el título tras deshacerse en las semifinales del Real Madrid de Arvydas Sabonis e imponerse en la final a la Benetton de Teviso de Toni Kukoc. Ahí queda eso.
Aquel equipo, que ganó el título con las puntuaciones más rácanas de la historia —55-59 frente a la Benetton y 52-62 ante el Real Madrid— estaba dirigido de manera espartana desde el banquillo por Bozidar Maljkovic e interpretado magistralmente en la cancha por Frédéric Forte. El base francés, ahora presidente del club, falleció el 31 de diciembre en su casa de Limoges a consecuencia de una crisis cardiaca a los 47 años.
«Era valiente, entero, seguía enamorado de su deporte y se mantenía fiel a sus convicciones», le ha recordado este martes Jean Pierre Siutat, presidente de la Federación Francesa de Baloncesto. En efecto, Forte, El Cerebro, era el estandarte de aquel Limoges que reunía en la cancha a otras glorias francesas como Jim Bilba o Richard Dacoury. El título conseguido en en el Palacio de la Paz y de la Amistad de Atenas es el único que tiene el baloncesto francés en la máxima competición europea.
75 veces internacional con Francia, con la que jugó tres Eurobasket, Forte se retiró en 2006 en su Limoges, equipo del que ya era presidente desde 2004 y que atravesaba una profunda crisis económica. Bajo su mandato, el equipo regresó a la elite desde la Tercera División, ganó las Ligas de 2014 y 2015 y volvió a disputar la Euroliga. La misma competición con la que Frédéric Forte se hizo inmortal con el robo de balón a Toni Kukoc que le dio el título.
Grandes momentos del baloncesto europeo que nos quedan lejanos e inalcanzables… Como la Final Four del Estu (92) o la Copa de Europa del Joventut (94) ¡La NBA se ha quedado con nuestros sueños!