El doctor Lawrence G Larry Nassar, contra el que la juez Rosemarie ‘Barracuda’ Aquilina (Ingham County, Michigan) acaba de dictar lo que llamó «un mandamiento judicial de muerte —death warrant—, sentencia de prisión entre 40 y 175 años… nunca pudo soñar, entre sus abusos sexuales a más de 156 mujeres, la convulsión mortal que iba a desatar en todo el complejo sistema deportivo de EE UU. Convulsión… o hecatombe que viene.
El monstruo Nassar —con dos eses, no como el Santiago Nasar de Crónica de una Muerte Anunciada—, un hombre de look tan átono como un kapo de Treblinka, extendió durante dos décadas su actividad de depredación sexual, con reconocimientos pélvicos, tocamientos y abusos, por todos los Centros de Entrenamiento de la Federación de Gimnasia de EE UU (US Gymnastics), incluido el famoso Karolyi Ranch, en Huntsville, Texas,.. además de la famosa Universidad de Michigan State (MSU), en East Lansing: esta es la Universidad o alma mater donde se formó Magic Johnson, entre otras celebridades.
Desde 1997, Nassar practicaba sus «manipulaciones intravaginales» en East Lansing como Coordinador de Medicina Osteopática entre Departamentos. Con US Gymnastics, el átono vicioso trabajaba desde 1996 nada menos que como Jefe Médico del Equipo Nacional de Gimnasia… hasta que en 2015, la Federación rompió la relación tras las primeras denuncias: Rachael Denhollander, Maggie Nichols… Simone Biles. Después llegaron McKayla Maroney o Alexandra Aly Raisman, la doble campeona olímpica: hasta 18 denunciantes formales. Eso, además de los cargos por posesión de más de 37.000 imágenes de pornografía infantil. Denhollander fue la primera que aportó pruebas documentales. Al fin, se registraron un total de 368 casos de abuso reportados e ignorados masivamente por US Gymnastics…
En noviembre de 2016, Nassar fue acusado en Michigan por asalto sexual a un niño de seis años, entre 1998 y 2005. Pronto vinieron otros 22 cargos similares relacionados con menores, entre Ingham County y Eaton County. Los escenarios de los abusos eran la clínica particular de Nassar y su propio Departamento Médico, en MSU. En diciembre de 2016, el FBI detuvo a Nassar, después del hallazgo de las 37.000 imágenes de pornografía pedófila, incluidas cintas de video. El 6 de abril de 2017 se le revocó la licencia médica. El 11 de julio de 2017, Nassar se declaró culpable de posesión de pornografía infantil y de obstrucción a la Justicia (destrucción de pruebas). Por todo ello, el 7 de diciembre de 2017, la Juez Federal Janet T. Neff (Western Michigan) le sentenció a una condena de 60 años, a cumplir en una prisión federal…
En estos momentos, y gracias a Nassar, sus actividades y sus presuntos encubridores, la Federación de Gimnasia de EE UU (US Gymnastics), la Universidad de Michigan State, el propio Comité Olímpico de EE UU (USOC) y multitud de técnicos y directivos asociados se hallan bajo una tormenta de fuego cruzado, con esos «presuntos encubridores» en el ojo del huracán. «Quemadlo todo hasta hasta los cimientos… Es el momento de que hasta el último cobarde que dejó actuar a Larry Nassar pague por sus pecados», reclamaba en Sports Illustrated su especialista olímpico Charles P. Pierce: este pasado 24 de enero.
Ahí, Pierce disparaba contra todas las instituciones antes citadas (demandaba suspensión de cinco años para los Spartans de Michigan State en todos los torneos de la NCAA), reclamando que todos los altos cargos —de US Gymnastics, MSU y USOC— comparezcan en una investigación ante un Juzgado Federal. Pierce citaba este párrafo del Evangelio de San Lucas: «Porque no hay nada escondido que no vaya a ser descubierto ni nada oculto que no vaya a ser conocido o puesto al descubierto». Antes de mediados de esta misma semana se hará efectiva la dimisión y cese de los 16 cargos restantes de US Gymnastics que continuaban en sus puestos desde la etapa de Nassar. Se van bajo la amenaza del USOC de «retirar la licencia oficial a la Federación» (eventual descalificación pura y dura) si continuaban en sus puestos. El presidente, Steve Penny —y otros tres directivos— ya se habían despedido en marzo de 2017. Uno de los últimos actos del ya apestado equipo federativo fue apartar y suspender a John Geddert, el entrenador que más relación tuvo con Nassar. Entre 1996 y 2012, Larry Nassar fue el jefe médico del equipo estadounidense de Gimnasia… en cinco Juegos Olímpicos.
Sigamos. Esta semana pasada, Lou Anna Simon, presidenta de Michigan State, fue forzada a abandonar la presidencia por el Consejo Directivo de la Universidad de East Lansing: Simon pierde, así, un sueldo anual de 750.000 dólares más una serie de beneficios asociados (entradas para eventos de la Universidad, etc). Pero basta recordar que una docena de estudiantes de MSU —sobre 18 que sufrieron incidentes con el médico/depredador— testificaron contra Larry Nassar y sus abusos en este mismo juicio por el que Barracuda Aquilina (la primera mujer que se enroló en la Guardia Nacional en el Estado de Michigan, calza botas de cowboy) le ha sentenciado a pasar en la cárcel lo que le queda de vida: no sin arrojar públicamente a la basura una carta de queja de Nassar, en un gesto que ya ha pasado al Departamento de GIFs.
Más allá, da la impresión de que esto no ha hecho más que empezar: la tempestad ya hace aflorar nombres importantes relacionados con la Federación de Natación, USA Swimming, y que sufrieron condenas por abusos hace solo unos meses: Brock Turner, una de las estrellas de Stanford, suspendido de por vida, y Joe Bernal, de Boston, exentrenador de Harvard y Fordham, alzado al Hall of Fame… y ya arrojado de este Salón de la Fama (y de la Asociación de Entrenadores de Natación de EE UU, ASCA), tras su apartamiento a perpetuidad. Bernal ya ha huido de su domicilio habitual, en Ellison Park, Boston. Y van recordándose aquellos casos antiguos de depredadores sexuales en USA Swimming… que fueron encubiertos en otras épocas no muy lejanas: Rich Curl, Mitch Ivey… o también Larry Sandusky, el célebre técnico de fútbol americano en Penn State, condenado por «abuso sexual infantil».
Cuando Nassar ya no tiene vida para cumplir tanta pena (aún le queda otro juicio por sus actividades en el Karolyi Ranch, ya clausurado)… las nubes borrascosas de la monumental tormenta se encaminan en la dirección que Charles P. Pierce ha señalado en su artículo-denuncia: los técnicos y directivos de US Gymnastics, de MSU y del propio Comité Olímpico, USOC, que se sentaron en sus despachos… mientras Nassar operaba «en la salita de al lado». Técnicos tan prestigiosos como Tom Izzo y Mark Dantonio, responsables de baloncesto y American Football en Michigan State se encuentran al borde del abismo y ven los colores del infierno. También, Kathie Klages, entrenadora de los Spartans de Gimnasia.
A Izzo le traicionó el subconsciente en un comunicado oficial donde aseguraba que «estos son tiempos difíciles para todos», algo que le atrajo una lluvia de metralla en Twitter, un fuego cruzado de vuelta: backfiring, que incluyó a Lynn Raisman, la madre de Aly Raisman. Lynn (@LynnRaisman) abrió fuego contra Izzo como con lanzallamas: «Querido Tom Izzo, siento que haya sido una semana «difícil» para ti. ¿Oíste que Larry Nassar también dijo que era difícil?…me pregunto si eres un completo y total idiota o simplemente un mentiroso».
Dear Tom Izzo,
I’m sorry it’s been a difficult week for you. Did you hear, Larry Nassar also said it was difficult. Since you «hope the right person was convicted» I wonder if you are a complete and total MORON or just a LIAR when you claim you listened to the impact statements. https://t.co/CIdiTPtXa1— Lynn Raisman (@LynnRaisman) 20 de enero de 2018
Lo penúltimo que se sabe de Izzo es que no planea dimitir y, entre comillas, que «el programa de baloncesto en MSU cooperará con cualquier investigación que se haga, como siempre hemos hecho». Con Dantonio pasa tres cuartos de lo mismo, aunque desde las cuentas de los despachos de MSU se insiste, sin mucho éxito, en que «la relación de Nassar con los departamentos era sólo su cargo en el Departamento de Medicina Osteopática»: como si eso fuera poco. Dantonio reitera que él no dimitirá, pero ya se ha desvelado que, en un caso de de acusación de abuso sexual hacia uno de sus jugadores, todo lo que hizo el reputado coach contra su jugador fue decirle… «que lo hablara con su madre». No hay mucho más: por ahora. El epílogo —por el momento y hasta hoy— lo deben poner las tremendas líneas del propio Charles P. Pierce. Espectaculares, demoledoras…
«Nadie empleado en los escalones superiores de USA Gymnastics o en el USOC o en Michigan State debería aún mantener su trabajo. Si cabe albergar cargos accesorios o de conspiración contra estas personas, deben ser perseguidas en toda la extensión de la Ley. Esta gente debe salir de los tribunales civiles llevando grilletes. En el Siglo 22, sus descendientes aún deberían estar respondiendo a cargos legales. De hecho, puedo razonar con convicción que ninguna de estas tres instituciones debería continuar existiendo bajo su forma actual. USA Gymnastics y el USOC deberían perder su status de organizaciones filantrópicas. Michigan State debería perder su status en la NCAA al menos durante cinco años….»
«…En América, la gimnasia ya no es un deporte, es un complot de pedófilos y sus auxiliares. ¿Dónde están los otros entrenadores en East Lansing? ¿Dónde está Tom Izzo, que gana cuatro millones de dólares al año por entrenar a baloncesto? ¿Dónde está Mark Dantonio, que gana más o menos lo mismo como entrenador de football? Larry Nassar trabajaba para el mismo Departamento de Deportes que ellos… Izzo y Dantonio perdieron los papeles para apoyar a la presidenta Lou Ann Simon… el entrenador de Gimnasia de la Universidad intentó coaccionar a sus atletas para firmar una tarjeta de apoyo a Nassar cuando los primeros cargos empezaron a caer. Esto me resulta inconcebible… y creo que también le sería inconcebible a Vlad El Empalador… ¿hay algo en los Juegos Olímpicos modernos que no esté corrupto… aquellos que los gobiernan exprimen a países enteros y ciudades en bancarrota, como si el mundo entero fuera su bolso particular de regalos.. Hay drogas y sobornos. Y estuvo Sochi, que fue un monumento a ambas cosas… y ahora esta increíble juerga criminal… en su día, Alemania Oriental tuvo a sus médicos traficantes en esteroides. Los EE UU han tenido a Larry Nassar. Tal para cual, todos iguales».
«La NBC debería negarse a pagar un centavo por sus derechos olímpicos, si así lo escoge, hasta que cualquier implicado en esta catástrofe haya perdido su empleo. A los gimnastas americanos se les debe permitir competir en los Juegos de 2020 bajo la Bandera Olímpica o quizá bajo las banderas de las naciones desde las que sus padres emigraron. Su país les ha fallado tan ciertamente como hicieron las organizaciones deportivas que ellos se propusieron representar. No hay castigo demasiado severo para los habitantes de este universo de vampiros y gárgolas al que estas valientes jóvenes fueron condenadas. Quemadlo todo hasta los cimientos. Y que se eche sal a la tierra, de forma que no vuelva a alzarse de nuevo».
«…Y se derrumbó de bruces en la cocina», remataría Gabriel García Márquez. Amén.