Hoy el mundo del deporte sonríe, en especial el de la halterofilia. Se hizo justicia, aunque con una década de retraso, por fin Lydia Valentín recibió en un acto celebrado en el COE la medalla de plata de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Un metal que le correspondía pero que las garras del dopaje le impidieron lucirlo en ese momento.
La haltera leonesa finalizó en quinto lugar en Pekín, pero los resultados de los reanálisis realizados en 2015 sacaron a la luz los positivos por dopaje de la campeona, la china Cao Lei, la entonces medallista de bronce, la rusa Nadezhda Evstyukhina, y la cuarta clasificada, la bielorrusa Iryna Kulesha. Todas fueron descalificadas y las medallas reasignadas.
«La palabra que quiero resaltar es gracias. Gracias a mi primer entrenador, Isaac Álvarez, que sin él nada habría sido posible, él me mostró este deporte que tanto amo. Gracias a Manolo Galván por tantas horas de dedicación. Gracias también a mi actual entrenador, Matías Fernández, a Emilio Estarlik, al nuevo presidente (Constantino Iglesias), que nos lo está dando todo, al médico, al fisio, a mis compañeros… y a mi familia: ellos son la mejor medalla que jamás conseguiré«, confesó Lydia.
¡PIEL DE GALLINA… Y TODOS EN PIE! Así emociona @lydikit al auditorio del COE al recibir la medalla que le acredita como subcampeona olímpica de #Pekin2008, entregada por @MarisolCasado. ¡GRAN OVACIÓN! ¡GRANDE LYDIA! ?????? pic.twitter.com/CIYmFbLubI
— COE (@COE_es) 16 de enero de 2018
Visiblemente emocionada, con el himno olímpico en su honor y una sonora ovación, esta campeona disfrutó de ese momento que le robaron en su día recibiendo una presea totalmente nueva, acuñada especialmente para ella, por expreso deseo suyo.
“La medalla llega con un poco de retraso, pero llega. Tú no compites, solo ganas. Naciste para ganar. Te has convertido en la embajadora del deporte limpio, de la España sin complejos. Nadie puede pararte», afirmó el presidente del COE, Alejandro Blanco, con el que coincidió el ministro de Educación, Cultura y Deporte Íñigo Méndez de Vigo.
“Hoy es un acto de resarcimiento ante lo que todo el mundo sabía que era una injusticia. Eres un ejemplo de cómo la mujer va consiguiendo el puesto que le corresponde, también en los deportes. Para potenciar el deporte femenino se necesita que haya campeonas. Eres un ejemplo”, añadió.
Después de un largo proceso de revisión por parte del COI, la federación internacional y el TAD, la plata de Pekín ya está en manos su dueña, que ya tiene un bronce olímpico que ganó en Río 2016 y que también está pendiente de recibir la medalla de oro de Londres 2012, cuando concluyan las alegaciones de las partes implicadas en casos de dopaje.
El pasado mes de diciembre la berciana se proclamó campeona del mundo de los 75 kilos en las modalidades de arrancada, dos tiempos y total. El único oro que le faltaba para seguir agrandando su leyenda en la halterofilia.