Si yo fuera del Celta, si cobrara del Celta digo, estaría muy depre. No ganarle a este Madrid es de traca. Porque el Celta es un equipo bueno. Y el Madrid, uno de los peores equipos de la Liga en este momento. Hubiese ganado, que pudo hacerlo, o perdido: que también. Empató. Mal resultado para el Celta. Malísimo.
Un número, el Madrid sí. ¡Es que va a peor! Un número en todas las zonas del campo. Así, a bote pronto, me salen diez equipos que defienden mejor que él. Unos quince que quitan más que él. Una docena que genera más que él. En la Liga, digo. Y en lo de definir… Dicen que esa es una de las claves negras de su temporada, agosto a un lado; temporada de un mes la del Madrid. Digo yo que lo del gol es una broma más: no hay definición sin fútbol. Hay momentos. Anoche, dos flechazos de Bale a tras dos pases de Modric e Isco. En 93 minutos. Poco más.
De lo de correr no hablamos. En eso hay 19 equipos que corren más que el Madrid. Mejor o peor, lo de correr, pero corren más. Concretamente los segundos tiempos del Madrid son una ruina. Puro arrastre. El 23-D era cosa del Mundialito. Ayer serían los turrones. El Celta hizo lo que el Barça aquella mañana: zamparse al Madrid tras el descanso. No le dio para ganar porque Navas le paró el penalti a Aspas en la jugada más cantona. No hacía falta tener a Messi, se trataba de meter un penalti.
El Madrid, en fin, no levanta. Lo que me reafirma en lo que les conté algún día: creer que va a ganar algo este año es cuestión de fe. No hay más. ¿Esoterismo? También: cualidad de lo que está oculto en los sentidos y a la ciencia o es difícil de entender. Eso dice la Wikipedia. 14 de febrero: Real Madrid-París Dios os coja confesaos FC. 14 de febrero: ahora mismo, la Matanza de San Valentín. O no. Pues queda eso, la fe. ¿Que sin obras es fe muerta? Bale. Digo, vale…