El final del año 2017 no resultó agradable para la plataforma de streaming más famosa del mundo, Spotify. Una editora musical estadounidense, Wixen Music, interpuso una multimillonaria demanda contra la empresa sueca al entender que viola los derechos de composición de los artistas que administra, entre los que se encuentran The Doors, Tom Petty Neil Young o Rage Against The Machine.
La indemnización solicitada asciende a 1.600 millones de dólares (1.332 millones de euros). La plataforma ha declinado hacer comentarios públicos, aunque ha confirmado que el proceso está en marcha.
La demanda, adelantada en un reportaje publicado por The Hollywood Reporter, se basa en que Spotify no ha pagado por las obras de los artistas que administra Wixen Music. La indemnización reclamada de 1.600 millones de dólares resulta de los 150.000 dólares que exige por cada uno de los 10.784 temas de sus artistas catalogados en Spotify.
En Estados Unidos las plataformas de streaming como Spotify no están obligadas a negociar con autores y editores los derechos de autor, pero sí deben avisarles de su uso. Wixen argumenta en su denuncia que Spotify no lo ha hecho en muchos de los casos.
Wixen argumenta también que Spotify ha llegado a acuerdos con las grandes discográficas para pagar por los derechos generados tras la reproducción de una canción, pero no por los generados por la composición. Es decir, si un cantante interpretara un tema de The Doors como Ligt My Fire Spotify sólo paga el derecho generado a ese cantante, pero no abona el de la composición, que corresponde al grupo de Jim Morrison y, por tanto, a la editora que gestiona su licencia, Wixen Music en este caso.
La demanda fue interpuesta el pasado 29 de diciembre en un juzgado de California. La fecha no es casualidad, ya que a partir de enero no habría posibilidad de hacerlo debido a la Ley de Modernización Musical promovida por los legisladores republicanos Doug Collins y Hakeen Jeffries.
De acuerdo a ésta, los servicios digitales financiarían un Colectivo de Licencias Mecánicas que auditarían las licencias, los derechos de los compositores y los editores y acercaría las tasas a los verdaderos valores de mercado.