Vale, sé que usted no es así. Que usted, apreciado lector, pertenece a ese 5% de personas que son estrictamente racionales en sus procesos de compra. Yo en cambio pertenezco a ese 95% de personas que, aunque no lo sepamos, elegimos lo que compramos de forma emocional. Sí, nadie lo quiere reconocer, es difícil asumir esa manipulación.
Hace unos días tuve la suerte de asistir a la presentación del libro Comunicación Emocional de LID editorial del gran Eduardo Lazcano, un tipo al que merece la pena seguir y que seguro no te dejará indiferente. En este libro, Eduardo desgrana cómo las emociones nos ayudan a impactar sobre las personas, seas una marca que quieras vender, un partido político que quieras gobernar o hasta en el caso de una pareja con diferentes criterios respecto a la importante decisión de tener un hijo.
La emoción en la toma de decisiones es algo que a las personas nos cuesta reconocer, pero su influencia sobre nosotros es poderosísima, no tiene más que repasar el carrito de la compra la última vez que fue al supermercado. Probablemente estará lleno de marcas. Productos magníficos, racionalmente necesarios para su día a día, pero que a la hora de meterlos en el carrito las emociones hacia esa marca le hicieron elegir ése y no otro.
Se dice que ocho de cada diez marcas desaparecerán en los próximos años. Las marcas blancas, el acceso sencillo y rápido a la información por parte de los consumidores y las nuevas tecnologías están haciendo que las gestiones de las marcas sean cada vez más complicadas.
Por esa razón es tan importante ser atractivos y cercanos al consumidor, y en eso las emociones tienen mucho la culpa. La comunicación emocional nos simplifica la toma de decisiones y, aunque racionalmente no nos gusta reconocerlo, es así. Tener una marca que conecta emocionalmente con las personas hace que los consumidores se acerquen, nos compren, nos recomienden y fortalece relaciones alargando el ciclo de vida de los clientes. Las grandes marcas que están triunfando hoy en día lo hacen así, piense en ello… un gran ejemplo es Apple.
El ser humano tiene la necesidad de dormir, comer, beber y emocionarse. Las personas estamos pidiendo (aunque no lo sepamos) continuamente a las marcas que nos vendan emociones; sentirnos bien, reconocidos, especiales, únicos.
Las emociones son claves en todas las decisiones que tomas en la vida. En este aspecto fue curioso escuchar en la presentación de Comunicación Emocional reflexionar sobre esta cuestión en política… ¿de verdad nos influye tanto a la hora de votar?, pues parece que sí.
Preguntas como: ¿Qué está pasando en Cataluña con la independencia? Si se profundiza, es una situación provocada estrictamente manipulando las emociones de la sociedad. Hemos tenido unas últimas elecciones donde nadie ha centrado su argumentación en un programa político que explique cómo hacer la vida más fácil, justa y feliz a sus ciudadanos (que es lo que pediría yo), sino en algo más simple: “Yo soy español, español, español” o “Yo soy catalán, catalán, catalán”. Es triste ¿no?
Pero esta reflexión sobre la política se puede llevar a ¿cómo una persona como Trump puede estar gobernando un país como EEUU? ¿Cómo el Reino Unido es capaz de llegar a una situación como el Brexit? ¿O cómo en toda Europa están resurgiendo, y en algunos casos gobernando, partidos de extrema derecha y extrema izquierda? Barbaridades que sólo son explicables, entendibles y asumibles desde la reflexión sobre las emociones y su enorme poder.
Leer Comunicación Emocional de Eduardo Lazcano nos ayudará a entender todo esto y seguro que nos hará mejores profesionales. Entenderemos una herramienta vital en la toma de decisiones por parte de los consumidores, y sí, también nos dotará de un superpoder para nuestro día a día que ya lo quisiera cualquier superhéroe. Gestiónalo, desarróllalo, utilízalo y tu vida será más fácil.
Como diría Súper Ratón: “Hasta luego, amigos, y no olviden super vitaminarse y mineralizarse”, a lo que seguro añadiría: “…y emocionarse”.
Emociona, conecta mejor con las personas, y si quieres saber más, lo tienes fácil, lee Comunicación Emocional.
[…] de las personas que más sabe de esto es Eduardo Lazcano. Su libro sobre “Comunicación emocional” es imprescindible: “Ya no separamos entre las cosas “serias” y las cosas “poco serias”, […]