Con un vendaje en su muslo derecho y bajo la atenta mirada de Anabel Medina, seleccionadora de Copa Federación, salía Garbiñe Muguruza, número tres del mundo, a la Margaret Court. El principal problema de la española era el riesgo de lesión tras las retiradas en los dos torneos previos (Brisbane y Sidney) al primer Grande de la temporada. Por palmarés y experiencia Garbiñe tenía un primer examen a priori fácil pero con la dificultad añadida de no conocer a su rival, ya que no se habían enfrentado antes.
Al otro lado de la red estaba Jessika Ponchet, número 256 del mundo, que no tenía nada que perder en su debut en Australia, propiciado por una Wild Card como recompensa a su buena temporada. A pesar de no haberse enfrentado nunca a ninguna top 100, la francesa demostraba su valentía y coraje, respaldada por un buen servicio, ante una Garbiñe exenta de confianza y movilidad lateral. Pero la vigente ganadora de Wimbledon comenzó a despertar a partir del 3-3, atisbando errores en el revés a una mano de su oponente (poco frecuente en el circuito WTA) y subiendo agresiva a la red, dejando atrás las dudas del comienzo de la primera manga y adjudicándosela con un 6-4.
El segundo set transitaba por los cauces de la superioridad de Garbiñe hasta que con el 2-2 en el marcador, la española dio el susto, haciendo aparecer los fantasmas que la obligaron a abandonar las dos anteriores citas. Un tropiezo que se quedó en anécdota, ya que a base de reveses a dos manos y agresividad, la española veía cada vez más cerca la segunda ronda, ante una Ponchet agazapada que, en ocasiones, hacía correr de un lado al otro de la pista a la pupila de Sam Sumyk. Pero lo que realmente corrió fue su marcador, aprovechando la única bola de partido de la que dispuso para sentenciar su pase a la siguiente ronda en una hora y 24 minutos.
Garbiñe superó su primer examen en Melbourne sin asomo de las molestias cuyo único rastro era un vendaje en el muslo. El siguiente escollo en su lucha por añadir un grande más a su vitrina y por consiguiente recuperar el cetro mundial será la taiwanesa Su-Wei Hsieh, que se deshizo de la china Lin Zhu por (0-6, 6-0 y 8-6).