Estamos ya en 2018, el Siglo XXI ya lleva unos añitos de rodaje y es evidente que desde hace unos 25 años (aquí la referencia de Barcelona 92 es evidente) la evolución del deporte ha sido enorme en todo lo que es espectáculo, lo no que no sé o no me pongo de acuerdo es en su calidad.
En deportes de masa, y en Europa estoy pensando en el fútbol, está arrasando tanto mediáticamente como en cuestión económica. Pero las diferencias entre los clubes selectos y el resto cada vez son más grandes, y vaticino que cada vez más. La atención de las televisiones es plena en los clubes como Real Madrid o Barcelona, no sólo de manera local (y cuando digo local, no me refiero a sus localidades, si no al país!), si no “around the world”. Cada día en el globo terráqueo se saben las evoluciones de Cristiano o Messi. El resto de equipos salvo quizás el Atlético de Madrid, su interés se está quedando a un “target” de público muy determinado.
En la NBA pasa tres cuartos de lo mismo, la info fluye para conocer las evoluciones de Curry, LeBron, Durant y compañía. Internet ayuda a compartir esas jugadas espectaculares, todos los chicos se saben al dedillo sus jugadas, mates, pases locos o celebraciones. Las ligas de baloncesto europeas, la que nos incumbe como la ACB, ha sido engullida por el impacto NBA y la fuga de talentos nacionales allá. Quizás la Euroleague tenga algo de atractivo, me gusta ma non fanático que dicen los italianos..
¿Qué pasa con esos deportes minoritarios ya que no sigue nadie o sólo cuatro locos (no son cuatro locos, pero no son todo lo “rentables” que se quisiera)? Hablo del atletismo, balonmano, rubgy, fútbol sala, gimnasia, natación… Deportes que importan cada cuatro años, coincidiendo con los Juegos Olímpicos algunos, o con grandes acontecimientos. Se ha dividido ya en dos: deporte espectáculo de diario o espectáculos globales de cierta periodicidad, ya digamos mundiales, JJOO, europeos.
¿Problemas? Falta de patrocinadores, de publicidad, de dinero en definitiva. Jugadores y atletas que quizás no les sale a cuenta invertir su tiempo y su talento en una preparación que no se verá recompensada más que con una medalla o un diploma y cuatro fotos. Creo que un país ha de cuidar a sus deportistas, no serán médicos ni salvarán vidas, pero es parte de la cultura de un país, y un ejemplo para los chavales respecto a lo que el deporte puede hacer en sus vidas y su salud.
¿Deporte para ganarse la vida? No siempre, pero con deporte ganas vida. Seguro. Apostemos por el deporte, ganar está asegurado.