Los Philadelphia Eagles y los New England Patriots disputarán la LII Super Bowl el próximo 4 de febrero en Minneapolis tras convertirse este domingo en campeones de la NFC y de la AFC respectivamente. Los Eagles se deshicieron sin problemas de los Minnesota Vikings, mientras que los de Nueva Inglaterra pasaron por encima de los Jacksonville Jaguars no sin apuros.
El partido de la noche estuvo en la final de la AFC en el Gillette Stadium de Foxboro, donde los Patriots tuvieron que sobreponerse a todos los obstáculos posibles para alcanzar la Super Bowl. En un partido áspero de principio a fin, los vigentes campeones se encontraron con unos Jacksonville Jaguars tremendamente concentrados y efectivos y con la ausencia de Rob Gronkowsky durante todo el segundo tiempo.
El tight end, uno de los pilares ofensivos de los Patriots, sufrió una conmoción a falta de un minuto para el descanso y ya no pudo reincorporarse al partido tras las pertinentes revisiones de los comisarios. Los Jaguars ya ganaban por aquel entonces tras dos cuartos increíbles del quarterback Blake Bortles y del rookie Leonard Fournette.
Con 14-3 al descanso y sin Gronkowsky, los Patriots sacaron la magia y lo volvieron a hacer en una segunda parte extraordinaria con un último cuarto soberbio. La defensa de Nueva Inglaterra apenas cedió dos field goals en los 30 minutos, mientras que la ofensiva se desató con dos touchdowns definitivos en los últimos 15.
Apoyado esta vez en Amendola (84 yardas de pase y dos TD), Brady (290 yardas para 2 TD) dirigió las operaciones con su solvencia habitual hasta colocar el definitivo 24-20 en el marcador y depositar en las vitrinas de los Patriots el noveno título de la AFC. Será la octava Super Bowl para el tándem Bellichick-Brady desde 2001, una era coronada con cinco títulos. En Minnesota puede llegar el sexto de la era protagonizada por el mejor equipo, el mejor entrenador y el mejor quarterback de la historia de la NFL.
Donde no hubo prácticamente historia fue en Philadelphia, donde los Eagles, el equipo con mejor récord de la NFC en la temporada regular, arrasaron a Minnesota con un contundente 38-7 que impedirá a los Vikings convertirse en el primer equipo de la historia en jugar la Super Bowl en su estadio.
Amagaron los Vikings con un comienzo fulgurante y un touchdown en su primer drive para poner un rápido 0-7 en el marcador. Y hasta ahí llegaron. El resto del partido fue una labor de demolición de los Eagles con un Foles excelso (26 de 33 pases completados y 352 yardas para tres TD) hasta completar el 38-7 final. A Philadelphia le queda ahora el mayor escollo frente a los vigentes campeones, los New England Patriots de Bellichick y Brady el próximo 4 de febrero en Minnesota. La Super Bowl LII, la medre de todos los partidos.