Recuerdo cómo le gustaban a mi padre las películas de guerra y cómo cambió la cosa cuando vimos Salvar al soldado Ryan porque ya no era “una película de guerra”, era algo más. Recuerdo lo impactados que nos quedamos al ver la serie Hermanos de sangre, porque no era solo una serie de guerra. Habíamos pasado de ver películas de guerra a ver la guerra, sentir la guerra y odiar la guerra. Lo que ha hecho Christopher Nolan en Dunkerque no es una película de guerra. Dunkerque es un ejercicio cinematográfico, una experiencia audiovisual y una auténtica putada. Hay que verla como lo que es, un recordatorio. Hay que recordar las estupideces humanas para tratar de no repetirlas y la guerra es sin duda la mas estúpida de todas las estupideces. Mi padre decía: “La guerra está muy bien para los libros y las películas pero no debería existir”.
Puedo decir que Dunkerque es una buena película pero me parece que catalogarla de película puede no ser suficiente para entender de qué estamos hablando. Digamos que Nolan se sirve de las técnicas cinematográficas mas exquisitas y de su más que probada facultad para dirigir y llevarnos a 1940 para ponernos en la situación que vivieron 400.000 soldados cercados en las playas francesas y esperando un transporte mientras cada segundo se hace mas y mas agónico. Desde tierra, mar y aire, para no perder detalle de lo que pasó allí, Nolan construye un relato prácticamente perfecto en su composición. Puedo entender que para muchos sea intolerable la poca empatía que despiertan los personajes principales pero creo que es lo que hace que Dunkerque sea más que una película. El hecho de que no sepamos prácticamente nada de ellos hace que al final nos emocionemos por el todo y no por unos personajes. Lo que ocurrió durante esos días de julio de 1940 es tan grande que no conocer las vidas de los personajes y que nos lleven de la mano mientras pasan los minutos es absolutamente premeditado y lo aplaudo.
Para no aburrir, vamos a por dos aspectos de la cinta que merecen mención especial. Por un lado el montaje de Lee Smith, habitual de Nolan, que hace un trabajo sensacional, llevando secuencias desde varios puntos de vista con saltos de tiempo de manera magistral que hacen que no puedas despegar la mirada de la pantalla. Otro que la lía parda es Hans Zimmer, no sé cuanta gente tendrá detrás de él trabajando porque no puede estar sólo ante tantas bandas sonoras y además tan importantes, pero lo cierto es que la música es perfecta. Últimamente se ha estado codeando con Junkie XL, con un background de música dance, techno y música para videojuegos; es sin duda un creador de sonidos y sus colaboraciones han dejado en Zimmer algo que ha usado más que bien en esta banda sonora, compuesta básicamente de sonidos y ambientes que no hacen sino agarrarte por el pescuezo en todo momento. Me ha recordado al maestro Howard Shore de Seven o El silencio de los corderos.
No se si Dunkerque será la culminación de la obra de Nolan pero está claro que no se baja del imax, no me extraña, y después de una decena de películas este hombre no se toma cualquier proyecto a la ligera. El claro ejemplo es este vídeo que compara fotos y metraje original de la Operación Dínamo, así se llamó la retirada de tropas de Francia desde Dunkerque, con metraje de la película de Nolan:
Y, por favor, busquen Following de 1998, el primer largo de Nolan, es muy interesante a la par que retorcido. Nolan en crudo.