El Barcelona no necesitó mostrar todo su potencial, que es mucho, para superar al Levante, le bastaron tres de pinceladas, tres combinaciones marca de la casa a las que pusieron firma Leo Messi, Luis Suárez y Paulinho. Fue titular Dembélé, que dejó buenos detalles, aunque de forma demasiado intermitente, y tuvo unos minutos en la segunda parte Arnaiz.
No se arrugó el Levante, que aunque en ningún momento puso en peligro la victoria azulgrana, no se descompuso pese a la rápida desventaja en el marcador y puso en algún apuro al Barcelona en el segundo tiempo. Fue el momento para que Ter Stegen luciera guantes. Donde no llegan sus defensas, casi siempre aparece el portero alemán, uno de los mejores del mundo, sin duda.
Rakitic hizo del ausente Busquets, con Iniesta y Paulinho a los costados, y delante apareció el tridente que había imaginado el barcelonismo al comienzo de temporada, Messi, Suárez y Dembélé. En defensa apareció Mascherano junto a Vermaelen, una pareja que no está para grandes citas, pero que resolvió con solvencia este compromiso.
Apenas necesitó 12 minutos el Barcelona para empezar a solucionar el partido. Apareció Messi para marcar de volea después de una asistencia de Jordi Alba y ahí empezó a terminarse un partido que acababa de comenzar a andar. La distancia se amplió antes del descanso. Esta vez fue Luis Suárez el que firmó el gol. Lo que vino después, como lo que había sucedido antes, sólo sirvió para entretener el tiempo. Dejar correr el reloj hasta que en el tiempo añadido Paulinho marcó el tercero después de una gran acción individual de Messi.