El 3 de agosto de 2017 los abogados de Neymar Jr. se presentaron en las oficinas del Fútbol Club Barcelona para depositar un cheque de 222 millones de euros que dejaba libre al delantero brasileño para poder firmar con el Paris Saint Germain. La resolución unilateral del contrato por parte del jugador dejó en el club azulgrana un trauma similar al provocado por Luis Figo 17 años atrás y un río de dinero que apenas seis meses después ha sido gastado ampliamente por la Junta de Josep Maria Bartomeu.
La salida de Neymar Jr. y el traspaso de Christian Tello al Betis (4 millones) dejaron en las arcas azulgrana un total de 226 millones con los que lanzarse en busca de restañar la profunda herida dejada por el brasileño. Avisado de que el Barcelona tenía dinero, el mercado se desató cada vez un jugador era relacionado con el Camp Nou y la cosa ha terminado de alcanzar su cenit con el fichaje de Coutinho. Con la llegada del brasileño, el Barcelona ha gastado en seis meses 387 millones de euros. Es decir, un 75% más que los 222 recibidos del Paris Saint Germain.
Los números cantan y el mercado ha devorado los euros del Barcelona. Sólo hace falta ver lo que ha pagado por sus fichajes en el último medio año. Contratado Marlon por cinco millones y recuperado Deulofeu por 12, el resto de fichajes parecen absolutamente inflados ante un club ansioso por comprar más por un cuestión de imagen que por aspectos meramente deportivos.
Antes de que Neymar Jr, pusiese rumbo a París, la dirección deportiva del club azulgrana cerró la compra de Semedo al Benfica por 30 millones, un precio que ya se consideró inflado en su momento. Lo que vino después fue una locura con todas las letras. Se dejó 40 millones en traerse a Paulinho desde el Guangzhou Evergrande chino, si bien el desempeño del brasileño está cerrando bocas con respecto a su precio.
Después amarró la contratación de Ousmane Dembélé con el Borussia Dortmund por 140 millones (105 fijos más 35 en variables de fácil cumplimiento). El francés había llegado a Alemania la temporada anterior desde el Rennes por apenas 15 millones. De hecho, el Barça pudo haber cerrado el fichaje con el club francés por una cantidad similar.
Ahora llega Coutinho, por el que Josep Maria Bartomeu pagará al Liverpool un total, entre fijo y variable, de 160 millones de euros. El brasileño, pretendido por el club azulgrana desde el pasado verano aterrizó en la orilla del Mersey hace cuatro temporadas desde el Inter por 13 millones.
Aunque la situación deportiva no es ni por asomo la que tenía el Barcelona hace 17 años, la huida hacia adelante en cuanto a los traspasos se asemeja bastante a la vivida tras la marcha de Figo al Real Madrid. Florentino Pérez pagó 10.000 millones de pesetas por el portugués y Joan Gaspart dilapidó el dinero en un verano de locura. Aquel año 2000 el Barça fichó del Arsenal a Overmars (4.900 millones) y Petit (2.600). Del Valencia se trajo a Gerard (3.600) y del Betis a Alfonso (2.500). Es decir, 13.600 millones de pesetas después de ingresar 10.000. 17 años después, el Barcelona ha gastado 387 millones de euros tras ingresar 222. Y la vida sigue.