Me tiré un año pegado a la bici y al hambre», decía Bradley Wiggins después de convertirse en el primer británico en ganar el Tour. Tuvo que exprimir su cuerpo de rodador adaptado a la pista para poder domar las cumbres francesas. Su alargada figura de 190 centímetros parecía más estirada aún después de perder doce kilos para poder vestirse de amarillo en París. Pasó de 83 kilos a 71 y ahora intenta recorrer el camino inverso para superar los 90 kilos en su objetivo de disputar sus sextos Juegos Olímpicos. Wiggo es el deportista británico que más medallas ha ganado en la historia olímpica. De sus nueve medallas ganó ocho en la pista y una, la contrarreloj individual de 2012, en la carretera. Las de pista se reparten en cuatro oros, dos platas y dos bronces.

@SirWiggo

Pero a los 37 años se ha olvidado ya de la bicicleta y su objetivo es competir en remo en Tokio 2020, donde espera lograr su décima medalla olímpica. Para ello ha cambiado su imagen —además de coger kilos se ha dejado crecer una larga y descuidada melena— y cuenta con la ayuda de James Cracknell, ganador de dos oros olímpicos en Sydney 2000 y Atenas 2004, quien piensa que Wiggins está en condiciones de llegar al equipo nacional. «Ahora pesa 20 o 25 kilos más que cuando ganó el Tour. Está en la escala más baja de los especialistas», explicaba Cracknell al diario The Telegraph hace unos días. Él mismo sirve como ejemplo para Wiggins. Mide tres centímetros más que el ex ciclista y pesaba aproximadamante 95 kilos cuando ganó sus dos oros olímpicos. «Para competir necesitas corazón, pulmones y un buen par de piernas. Y Bradley tiene las tres cosas», añade. La edad tampoco debe suponer un problema, según Cracknell. «Remé en Sydney con Steve Redgrave —la leyenda del remo británico que ganó medallas de oro en cinco Juegos Olímpicos consecutivos— y tenía 38 años, diabetes y colitis», sentencia Cracknell. Wiggins llegaría a Tokio con 40.

 

@SirWiggo

El remo es una antigua pasión de Sir Bradley, que ya lo practicaba desde hace años en sus vacaciones ciclistas. Y hasta esta nueva ocupación han acompañado a Wiggins las sospechas por una excesiva permisividad de la UCI en el uso de medicamentos de carácter terapéutico. Hace sólo unas semanas que la Agencia Británica Antidopaje (UKDA) archivó la investigación por un paquete que recibió durante el Dauphiné en 2011, un año antes de ganar el Tour. La Federación británica y el equipo Sky defendieron siempre que se trataba de Fluimucil, un descongestionante de uso habitual. Algo que la UKDA ha tardado más de un año en confirmar. «Este periodo ha sido un infierno, para mí y para mi familia», declaraba Wiggins después de que se cerrara la investigación.

Pero nada de eso le ha impedido centrarse en su preparación. Wiggins se estrenó el pasado 9 de diciembre en los campeonatos británicos de remo indoor. Compitió en la modalidad de 2 kilómetros y su esperanza era cerrar su debut con una marca cercana a los seis minutos (6:02). Pero el decepcionante estreno se quedó muy lejos de sus pretensiones. Finalizó en el puesto 21 con un tiempo de 6 minutos y 22.5 segundos. «Ha sido una experiencia fantástica», reconocía Brad, que se lamentaba de haber cometido «un error de chico de colegio» al comenzar a remar más tarde que sus rivales por pensar que se había dado una salida nula. «Volveré 12 meses más fuerte el próximo año», avisaba. «Lo primero que le he dicho es que no pare. Sabe cómo competir y su ritmo parecía bueno. Él no quiere marcharse fracasando, quiere volver y hacerlo mejor», advertía James Cracknell.

Durante un entrenamiento en 2001. @SirWiggo

La prueba la ganó Adam Neil, miembro del equipo olímpico británico, con un tiempo de 5:48.02. «Creo que es muy interesante y obviamente se trata de un deportista increíble», dice Neil de Wiggo. «Tiene que aprender todavía a remar en el agua, pero no veo una razón para que no pueda conseguirlo», advierte el ganador. El remo indoor se practica con máquinas en el gimnasio y aún necesitará una adaptación para competir al aire libre. «Han sido sus primeros dos kilómetros. Tiene mucho camino por delante. No tiene que estar disgustado porque aprende rápido», insistía Neil, que avisa: «Lleva años y años aprender los delicados movimientos que necesitas para remar más rápido». «Brad está en forma, sabe lo que debe hacer y su potencia puede mejorar con trabajo en el gimnasio», reconoce Cracknell. «Pero una mayor potencia en la máquina no significa que remes más deprisa. Su principal problema puede ser la técnica. Tiene que pensar todo el tiempo en la técnica«, advierte. Sir Bradley Wiggins se aplicará en los próximos meses para dominar esos movimientos. De momento, el remo disfruta de una presencia mediática que sería imposible sin él. «Si tú preguntas a la gente el nombre de cinco remeros muy pocos te contestarán y algunos de los que nombren seguro que ya no compiten. A él le piden más entrevistas que a cualquier otro remero. Tenemos que aprovechar eso para atraer a los niños a nuestro deporte«, reconoce Cracknell.

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