Esto es Manchester. Esto es fútbol. Y todo empezó un 12 de noviembre de 1881. El West Gorton, origen del Manchester City F.C., se enfrentó, uno sospecha que se pegó, con el Newton Heath, aquello que terminaría siendo el Manchester United F.C, en el campo de Bank Street, antes de que aquellos tipos de rojo se mudaran a Old Trafford en 1910. Ahora allí hay un velódromo, un centro de alto rendimiento de donde han salido los mejores ciclistas ingleses de todos los tiempos. Al lado, un supermercado enorme, justo enfrente del Etihad. Desde entonces, 165 derbis recuerdan que Manchester es mucho más que el origen industrial y el epicentro musical del mundo: Manchester es un balón para discutir, un partido de azules contra rojos. ¿Desigual? Tal vez. O no.
El United ha ganado 72 partidos, el City 50, el resto (52 ) terminaron en empates. Pero la pasión se defiende en cada esquina. Es más, las dos victorias más abultadas remiten a dos 6 a 1 a favor del City, uno el 23 de enero de 1926 y el otro el 23 de octubre del 2011, aunque mi amigo “mister birra” dice, con una pinta en la mano, que nada supera a la primera parte del año pasado, cuando Pep llegó a Old Trafford y el City ganó 2 a 1. “Aquella fue la mejor exhibición que recuerdo en el campo de esos cabrones”, asegura.
Dicho eso, hay dos manitas, dos 5 a 0: la del City en 1955 y la del United en 1999, por si quieren saberlo. Pero todo eso es historia. La riña se escribe en cada partido. Y en Old Trafford, a las 16:30 horas, una hora más en el estado español, Mourinho y Pep, Guardiola y Jose, el United y el City, Manchester, en fin, se vuelven a ver las caras. Again.
El partido se vive en la ciudad hace días. Nieva en Manchester, pero no lo parece. Hay pasión y eso llena de calor los pubs . Y si no, aparece Mou en rueda de prensa. Y ahí, claro, gana «el puto amo». Ya van 1-0. No hay color. Jose le ha metido la primera colleja a Pep, más preocupado por saber si jugará Fellaini que por otra cosa.
Guardiola, fiel a su estilo, bajó el viernes la pelota al césped y la jugó elegante. “Solo espero que al final del partido estemos orgullosos de lo que hemos hecho”, aseguró en el anfiteatro que sirve de sala de prensa en las instalaciones azules. “En algo somos gemelos”, dijo de Mourinho. “Los dos queremos ganar siempre”, aseguró el catalán. “No, no hay una motivación especial en enfrentarme a él”, avisó, rebajando la tensión. Se la han jugado 19 veces: 4 ha ganado Jose, 8 Pep. Mas allá, la diferencia es el cómo. “No, no nos hemos visto”, respondió a la pregunta que se hace todo el mundo en Manchester. ¿Cómo es posible que no se vean viviendo a 500 metros en una ciudad tan pequeña? “Estoy deseando que empiece el partido”, añadió el catalán. “Volver a Old Trafford es un placer” aseguró. “El United es excelente corriendo, jugando el balón a la espalda y son difíciles de atacar. Les hacen pocos goles. Admiro a los entrenadores como Fergusson, como Mourinho, que llevan tanto tiempo compitiendo”.
Al otro lado de la ciudad, maniobró el genio, también vestido de negro, menos elegante eso sí, en chándal que, por una vez, no ha concentrado a sus hombres para este partido. «Una cosa que no me gusta acerca de ellos es que pierden su equilibrio con facilidad. Un poco de viento y se caen”. Pero también dijo: “Tienen una buena dinámica de ataque, tienen movimientos creativos, jugadores increíbles, un entrenador fantástico y muchas cosas buenas».
En cierta manera, al portugués no le falta razón. Al City les tumba su falta de altura, el centro al área. Lo sabe Pep y un marciano. Pero Mourinho, que ha estado tremendamente respetuoso hasta ahora con Guardiola, también cuestionó si debe llevar un lazo amarillo, en homenaje a los presos políticos catalanes, víctimas de la represión del gobierno de Mariano Rajoy. Primero, se manifestó con absoluto respeto: “Conozco a Pep y sé de sus sentimientos. Si las reglas nos permiten hacer eso, él es un ciudadano libre para hacerlo. Mi duda es si las reglas permiten algún mensaje político en el campo. Esa es mi duda. Creo en nuestra ideología política y que nuestras creencias políticas son algo que tenemos derecho a tener. Somos ciudadanos normales como todos los demás», insistió el portugués. Para añadir: “A mí seguro que no me lo permitirían”. No se sabe bien por qué dijo eso, pero lo dijo.
No puede decirse que haya sido muy desagradable con Guardiola, la verdad. Dicho esto, de los últimos cinco partidos entre el United y el City se han saldado con una victoria para los de Salford, dos empates y dos triunfos del City. Con el equipo de Guardiola a ocho puntos, Mourinho insiste que solo son tres puntos y que el partido es más importante para los aficionados que para ellos. Los entrenadores y Guardiola le dan la razón, asegurando que no es realmente importante enfrentarse a Mou, pero que, claro, un derbi es un derbi y que más allá de eso, la Premier no se va a decidir a estas alturas.
Tal día como hoy, pero en 1960, se emitió el primer capítulo de Coronation Street. Tan de Manchester como un United-City. Tan mancunian como un duelo entre Mou y Pep. Esto es Manchester, esto es fútbol. Por cierto, en 1881 ganó el Newton Heat 3-1. En Manchester, ya ha nevado desde entonces.