Cuentan los alpinistas que el primer pensamiento en la cumbre de una montaña de 8.000 metros es cómo bajar de allí. Ni declamación de versos ni reflexiva mirada al horizonte. El mismo impulso nos despierta el quinto Balón de Oro de Cristiano Ronaldo, tal vez por nuestro enfermizo miedo a las alturas: ¿Será el último?
La admiración no se discute. Ganar cinco Balones de Oro en competencia con Messi es un mérito que dobla o triplica el valor de cada premio, de manera que tampoco abriré debate sobre el número de distinciones en comparación con las de Lionel. Hasta la irrupción de ambos, los mejores futbolistas de la historia habían tenido el buen gusto de escalonarse ordenadamente, en el mundo y en Europa, incluyendo periodos de sequía (o miopía) que, en la concesión de medallas, aprovecharon jugadores como Sammer, Nedved o Cannavaro. Siempre hay alguien que se cuela en la foto.
La posibilidad de que Cristiano haya levantado su último Balón de Oro es tan cierta como que los años pasan y, a partir de la treintena, nos dejan de pasar por debajo y nos empiezan a pasar por encima. Esa es otra hazaña que es de justicia reconocer. Ronaldo ha ganado sus dos últimos Balones de Oro en la década de los declives, con 31 y 32 años, algo que ningún delantero había logrado desde que Di Stéfano ganó las ediciones de 1957 y 1959 con 31 y 33. Otra época y otras estrellas, con entradas en la cabellera y piernas peludas.
Es obvio que el tiempo juega en contra de Cristiano Ronaldo y lo estamos comprobando ahora. Reubicado como delantero centro para compensar la pérdida de velocidad y desborde, su rendimiento goleador se ha reducido dramáticamente en la Liga: dos goles en catorce jornadas (diez el pasado año). Sólo en Champions mantiene y supera las expectativas: nueve goles por los dos que marcó una temporada atrás (se resarció en los cruces con once más).
Los datos no son concluyentes y no se puede descartar que Cristiano remonte el vuelo; sus problemas con el gol tienen más que ver con la falta de puntería que con la falta de oportunidades y ajustar la mirilla es más fácil que ordenar el cosmos. Sin embargo, cuesta creer que un futbolista que cumple 33 años en febrero se sostenga en la más absoluta excelencia, el lugar donde habita desde que en 2008 consiguió su primer Balón de Oro. Tenía 23 primaveras.
Es difícil de imaginar que Portugal repita en el Mundial la actuación de la última Eurocopa. Centrados en Rusia, es más fácil apostar por Neymar, montado a lomos de Brasil, o por Messi, probablemente en su último tango mundialista. De ser así, Cristiano tendría muy complicado volver a posar con la pelota dorada.
Aunque hay otra alternativa. Que el Mundial lo gane Alemania (o España) y que la actuación coral sea penalizada en favor de las actuaciones individuales. En tal caso, y como ha ocurrido en los últimos diez años, el Mundial sería un complemento menor en relación al conjunto de la temporada. En ese escenario, Cristiano volvería a tomar ventaja. Le bastaría con concentrarse en la Champions y liberar el tapón en la Liga. Nada demasiado complicado si pensamos en su facilidad para hacer goles; como jugador total pelea con Messi (y pierde), pero como delantero goleador no tiene adversario. Necesitaría, claro, que el Real Madrid repitiera victoria en la Champions (peor lo tiene el Besiktas). Tres seguidas, como el Ajax y el Bayern de los 70. Entonces, los perezosos ojos de quienes votan volverían a coincidir en el delantero de blanco. Un año más, el fotógrafo de France Football se devanaría los sesos en busca de una foto original, tal vez en un globo inflado con helio sobre París, a ocho mil metros del suelo, justo donde el resto de alpinistas están pensando en bajar.
LA FIFA O LA FRANCE DEBERIAN CREAR DOS PREMIOS EL MEJOR JUGADOR Y EL GOLEADOR CRISTIANO NO LLEGARIA NI A GOLEADOR PORQUE LA MAYORIA DE SUS GOLES LOS EMPUJA FRENTE AL ARCO DESPUES QUE SUS COMPAÑEROS DEL MADRID QUE LO IDOLATRAN ILUSAMENTE SIN SABER QUE SON UTILIZADOS POR EL EGO DE CRISTINAO HACEM TODO EL TRABAJO PARA QUE CRISTIANO SEA EL GOLEADOR , GOLEADOR DIJE, NO MEJOR JUGADOR COMO SI LO ES MESSI. QUE ILUSOS SON DE LA FRANCE. ACA EN SUDAMERICA CRISTIANO NUNCA HUBIERA SIDO EL MEJOR JUGADOR QUIZA EL MEJOR GOLEADOR, PORQUE ACA VEMOS EL FUTBOL QUE NO VEN EUROPA, EN EUROPA SE PREMIA LOS GOLES Y ESTADISTICAS MAS QUE LA CALIDAD.