Lorenzen Ren Wright (Memphis, 1975-2010, 2,11 de altura) jugó 793 partidos de la NBA entre 1996 y 2009, con cinco temporadas completas en los Memphis Grizzlies, junto a un tal Pau Gasol: de 2001-02 a 05-06. Wright, también formado como un Tiger en la Universidad de Memphis, ganó más de 55 millones de dólares en contratos y llegó a mantener hasta a siete acompañantes (The Wright Posse), que se repartían la obligación de despertarle cada día a las 09:15 de la mañana. Además de los chicos de la posse, todos viejos colegas de pandilla, Ren Wright pagó la manutención y estudios a sus siete hijos: Lorenzen Wright Jr., Sofia, Loren, Lamar, Shamar, Lawson y Sierra (muerta a los 11 meses de SIDS, muerte súbita); de ellos, el mayor, Lorenzen Jr. y los gemelos Lamar y Shamar ya juegan a baloncesto de alta competición en college y high school. Pero, además de todo esto, Ren, ya en caída libre en rendimiento deportivo el verano de 2010… tenía firmada una póliza de seguros de un millón de dólares cuya beneficiaria era su esposa, Sherra Wright-Robinson…
Y por los indicios de que dispone la Policía de Memphis, donde aún ayuda desde Crimestoppers el detective Buddy Chapman, que investigó en 1977 la muerte de Elvis Presley… esa póliza pudo costar la vida a Ren: el 19 de julio de 2010, poco después de la medianoche, Lorenzen Vern-Gagne Wright telefoneó desesperadamente al 911, el número de alerta del área de Germantown, donde vivió la familia Gasol en sus primeros tiempos en Memphis. Tras dos primeros ruidos sordos que ya parecen disparos, Wright lanzó a la operadora del 911 de Germantown la última palabra de su vida: «Goddamn», Maldición. Tras el «Goddamn» retumba un staccato inconfundible de nueve disparos, nueve: toc-toc-toc-toc-toc-toc-toc-toc-toc. Mientras la operadora se pierde en un ingenuo «Hello?» que ya no tiene respuesta, Ren Wright, sus 2,11 de altura y sus 110 kilogramos de peso se iban convirtiendo en cadáver, una de las 89 víctimas de sucesos violentos que Memphis y su área tuvieron en 2010, 42 años después del asesinato de Martin Luther King. Increíblemente, la operadora de Germantown no informó de la llamada hasta ocho días después, cuando ya el 22 de julio, la madre de Ren, Deborah Marion, había denunciado oficialmente la desaparición de su hijo. La esposa, Sherra, se había limitado a informar de que Ren había desaparecido aquella noche con 110.000 dólares y con la intención de «liar a alguien». En 2008-09, Wright, con problemas de espalda, había jugado sus últimos minutos NBA en los Cleveland Cavaliers, con solo 7,4 puntos y 1,5 rebotes de media diaria. En sus últimas declaraciones públicas, en 2009-10, ya con el físico bastante deteriorado y sin apenas entrenarse, Ren aseguraba hallarse «como perdido» y manifestaba considerar una oferta para arrancar algunos miles de dólares en la Liga de Israel.
Antes, ya hacia el final de sus mejores días, en 2008 y con la proa hacia el abismo, Wright había vendido a Bobby Cole, cuñado de su Jefe de Seguridad, Dennis McNeil (hoy en el staff de Seguridad de los Grizzlies) un Mercedes-Benz recién comprado y un Cadillac Escalade del año anterior. Cole estaba absolutamente conectado con Craig Petties, uno de los zares del hampa de Memphis, que acabó condenado a nueve penas de cadena perpetua en 2009. En 2012 le tocó el turno a Cole, condenado a ocho años por tráfico de cocaína entre Memphis y México. En aquel momento, Cole ofreció devolver los automóviles que había comprado con dinero del narcotráfico: entre ellos, el Mercedes y el Escalade que había adquirido a Wright. Hasta qué punto era consciente Ren de todo esto… nunca pudo saberse.
El 28 de julio de 2010, fecha oficial de la muerte de Wright, el cadáver en descomposición del excompañero de Pau Gasol fue hallado tras un rastreo masivo con perros adiestrados entre Germantown y Hacks Cross, en un paraje boscoso llamado Callis Cutoff, cerca del TPC Southwind, el lujoso club de golf del área. En el momento del hallazgo, todo lo que quedaba del majestuoso mecanismo humano que fue Lorenzen Vern-Gagne Wright (8 puntos y 6,4 rebotes de media en sus 13 temporadas en la NBA, número 7 del Draft 1996 con LA Clippers)… era una carroña de apenas 25 kilos de peso, semidevorada por bestias salvajes, tal vez no más salvajes que quienes le tirotearon. Inopinadamente, el cadáver conservaba al cuello una imponente cadena de oro y un reloj espectacular en la muñeca… Además de cinco impactos de bala, los que se pudieron localizar, dado el estado del cuerpo.
A las honras funerales, celebradas en el FedEx Forum, asistió prácticamente toda la ciudad de Memphis, incluidas sus estrellas de la NBA: Penny Hardaway, Bonzi Wells, Damon Stoudamire, Elliot Perry y Zach Randolph. AC Wharton, célebre alcalde de Memphis, juró: «Se hará justicia». Igual habló Herb Wright, padre de Lorenzen. Herb había llegado a probar en sus tiempos por Utah Jazz, pero se vio postrado en silla de ruedas tras recibir un balazo en la columna vertebral. Herb trabajaba en el Servicio de Parques de Memphis y había echado a unos chicos de un gimnasio; uno de ellos regresó y disparó a Herb por la espalda. Herb Wright y Deborah Marion se habían separado cuando su hijo Ren no era mucho más que un chiquillo. Pero, a la hora de apuntar a culpables, Herb, Deborah y Wendy Wilson, antigua asistente en casa del jugador asesinado, habían apuntado al mismo objetivo: «Mirad bien la pista y la coartada de Sherra».
Lorenzen Wright y Sherra Robinson se habían separado definitivamente en febrero de 2010, con una asignación mensual para ella de 26.000 dólares… que Ren no pagaba. En julio de ese mismo año, las deudas de Sherra remontaban la cota de tres millones de dólares… mientras su ya exmarido mantenía intacta una prima de seguro de vida por un millón de dólares. La noche del crimen, entre un calor tórrido, ardió una hoguera en el patio de la casa donde Sherra vivía, en Collierville. De allí se rescataron metales retorcidos y cenizas de papeles. Ella fue quizá la penúltima persona que vio con vida a Lorenzen, que entonces ya residía en un suburbio de Atlanta. Pero Sherra siempre dijo que Lorenzen había abandonado su residencia acompañado de un desconocido, en un automóvil también desconocido.
En 2015, en un reportaje de Sports Illustrated, Sherra Wright-Robinson no negó taxativamente que ella hubiese tenido algo que ver con el crimen. «Primero soy esposa después, madre y en tercer lugar, autora (N: de una novela, Mr.Tell Me Anything, sobre su vida con Lorenzen que vendió… siete ejemplares)… las fuerzas de la ley deben dar lo mejor de sí para encontrar al asesino. Quiero que esto se cierre, quiero saber». Se volvió a casar, se hizo ministra de un credo evangélico llamado Born 2 Prosper… y en 2012 ya solo había dejado cinco dólares en la cuenta del Seguro de Vida de Lorenzen. Solo en una nueva mansión, Sherra había gastado 339.000 dólares. ¿Hubo arreglos con deudores más sospechosos? Demandada en 2012 por Herb Wright —que sigue entrenando a jóvenes baloncestistas desde su silla de ruedas—, Sherra afirmó haber gastado el dinero «con responsabilidad hacia sus hijos»: incluyendo 32.000 dólares en otro Cadillac Escalade. Al fin, Herb y Sherra alcanzaron un acuerdo judicial y se abrazaron en el Juzgado. Sherra se marchó a vivir a Riverside, California, con su hermano Marcus. Allí, cerca de su nueva residencia en Wildomar, ya deslumbran en high school (Murrieta Mesa) los gemelos Lamar y Shamar Wright.
La Policía de Memphis —la tercera ciudad más peligrosa en EE UU, con 124 muertes violentas en 2015— ofreció un total de 21.000 dólares por una pista. Cuando el caso parecía más congelado que nunca, este mismo otoño, unos testigos lanzaron a los detectives sobre una pista remota de «vehículos desconocidos» que habían arrojado objetos en el lago de Walnut, en Mississippi. Los testigos guiaron a los detectives, que el pasado 9 de noviembre hallaron en ese Walnut Lake una pistola que, indefectiblemente y tras pruebas balísticas, se identificó como una de las armas que habían disparado a Lorenzen Wright aquel 19 de julio de 2010. La Policía de Memphis había recibido información previa desde el FBI, a partir de 2016, tras la detención de traficantes de droga en el área. Buzos del FBI recuperaron la pistola.
Tras esas pruebas, este último 5 de diciembre se detuvo en Collierville —el suburbio de Memphis donde Sherra había despedido a Ren por última vez—… a un sujeto llamado Billy R.Turner, quien no opuso la menor resistencia mientras pagaba en la caja de un supermercado. Turner había sido ministro colega de Sherra en esa extraña Iglesia de Born 2 Prosper. Quedó acusado formalmente de asesinato en primer grado, bajo fianza de un millón de dólares que ya ha sido revocada. En la noche del pasado viernes, Sherra fue ingresada en el Robert Presley Detention Center de Riverside bajo los cargos de «conspiración y asesinato en primer grado». A Turner y Sherra se les acusa de «varios intentos anteriores» para liquidar a Lorenzen Wright. Sherra comparece hoy mismo lunes en el Juzgado californiano que va a debatir su extradición inmediata a Tennessee. «Jesús ha escuchado mis plegarias… todo esto ha ocurrido por lo mucho que yo he rezado… ya la han cogido, yo siempre estuve segura de que era ella. Ahora, mi baby ya puede descansar en paz», sentenció Deborah Marion, la madre de Ren Wright.
Así fue la terrible historia del crimen de una noche de verano tropical en Memphis, la noche que vio convertirse en carroña a un gigante, Ren Wright… por culpa de un millón de dólares.