La mañana habanera comenzó amenazadora, con tremendo vendaval y lluvias torrenciales, por la entrada del anunciado frente frío. Pero lo que fue un vendaval y un torrente, con minúscula y del bueno, fue nuestro adorado Real Madrid, que arrasó a los sevillistas en 45 minutos colosales.
Nacho (Nachoman/Machoman, nuestro infalible multiusos) abrió la cuenta goleadora y poco después a punto estuvo Vallejo de anotar el segundo. ¡Ya hubiera sido paradójico que, pese a todas las bajas en defensa con las que iniciamos el encuentro, hubiese correspondido abrir el marcador a nuestros dos centrales suplentes!
A la fiesta goleadora se sumó un Cristiano claramente más relajado de cara a portería. ¿Inició tal vez la temporada agarrotado por la incertidumbre que el comienzo arrollador de Messi generó sobre la consecución de su quinto Balón de Oro? El portugués hizo dos goles, convirtiendo con suspense un penalti claro por mano y poco faltó para su triplete. La doble anotación permitió a Zidane sustituirle hacia el final sin provocar en el intento un conflicto.

Antes del descanso, Kroos y Archraf sentenciaron la contienda y el madridismo se fue feliz al descanso… y, en puridad, a Dubai. Porque pese a alguna ocasión meritoria en el segundo tiempo, sobre todo un tiro al palo tras certero cabezazo de «BenzemaLA SUERTE», como algún merengón cubano lo llamó, pareció como si los nuestros ahorraran energía de cara al futuro inmediato (cosa, por otro lado, comprensible).
En resumidas cuentas, nuestro Madrid estuvo hoy imperial, hasta el punto de que alguno tuvo que pellizcarse, temeroso de estar todavía durmiendo en su cama, sumido en un plácido sueño, a punto de oir el despertador… Hubo quien habló de un «efecto Balón de Oro» y hasta quien aseveró, no sin razón, aunque con evidente tono de choteo, que de momento era CR7 quien estaba primero en la carrera por el galardón de 2018…
Hoy fuimos unos treinta los madridistas de La Habana que burlamos a los elementos meteorológicos y guarachamos («festejamos», en jerga cubana), fieles a nuestra filosofía, en el Bar El Patio del Hotel Habana Libre. Lo siguiente es el Campeonato Mundial de Clubes de la FIFA, que este año podremos vera mejor hora por estas latitudes, a diferencia de lo ocurrido el año pasado, cuando los partidos se disputaron a las cuatro de la mañana, hora local.
¡Hala Madrid en Cuba!»