La polémica del VAR ha explotado de nuevo en la cara al Real Madrid. Como en España no está implantado el Video Arbitraje, ni en la Liga de Campeones, resulta que el único equipo español con experiencia en estas lides es el Real Madrid.
Los blancos ya ‘sufrieron’ los efectos del VAR en el Mundialito del año pasado. Durante la primera semifinal entre el Kashima y el Atlético Nacional, la primera decisión tomada por videoarbitraje fue errónea. Lo que levantó mucha polémica. En la segunda semifinal, la que medía a Real Madrid y América, la segunda decisión complicada se produjo con el gol de Cristiano Ronaldo que supuso el 0-2 para el Real Madrid. Se puso en duda por una supuesta posición incorrecta del portugués, el árbitro Massimo Busacca tuvo que consultar y el partido se paró. Así lo explicaba Bussaca: «El asistente 2 dudó si el gol de Cristiano era legal y por eso pregunté al VAR. Lo miraron dos veces para asegurarse y por eso se demoró todo un poco».
Los jugadores se posicionaron en contra del videoarbitraje y los parones que generaba durante los partidos. Luka Modric puso palabras al descontento entonces: «Es un nuevo invento que para ser honesto, no me gusta, crea mucha confusión. El otro día tuvimos una reunión con los árbitros sobre esto y no presté mucha atención porque espero que esta regla no continúe. Para mí no es fútbol. Tenemos que concentrarnos en nuestro juego y a ver que pasas, pero la primera impresión para mí no es buena».
Ahora ha llegado otro Mundialito de Clubes y de nuevo el VAR ha vuelto a cobrar protagonista, para desazón de los madridistas, que no guardaban un buen recuerdo del ‘invento’. En el partido de semifinal entre el Real Madrid y el Al-Jazira el VAR volvió a ser decisivo. El árbitro brasileño Sandro Ricci modificó dos veces una decisión trascendente durante el partido tras consultar las imágenes por televisión. Anuló dos goles, uno de Casemiro y otro de Boussoufa que marcaron el desenlace de la semifinal. Ambos por fuera de juego, pero en el primero hubo muchas dudas porque se entendió que le pitaba falta al madridista y luego pareció que había penalti por mano de un defensa. Al final la jugada quedó anulada porque en el centro al área Benzema estaba adelantado a la defensa.
El resumen es que unos y otros se mostraron contrarios, de nuevo, al protagonismo del VAR. “Cuando estás en el campo, te vuelves un poquito loco con tanto parón, no acabas de saber lo que pasa”, aseguraba Nacho tras el partido. Zidane también dedicaba unas palabras al asunto en la sala de prensa: «Tenemos que adaptarnos a todo esto. A veces se tarda mucho en tomar decisiones y no sabemos qué va a pasar, es un poco raro todo. Ralentiza el juego porque estamos 3 o 4 minutos hasta que se decide algo y no es agradable”.
El Real Madrid juega el sábado ante Gremio, el reciente campeón de la Libertadores. Un equipo rocoso que no destila jogo bonito por ningún lado. Sin embargo, el madridismo está más preocupado por las fechorías del videoarbitraje, del que se siente, con razón, la principal y única víctima en el fútbol español.