Corridos los primeros diez minutos del sorteo, las probabilidades estaban en contra de la Selección de Colombia. Se habían asignado tres de los equipos del Bombo 2 a los grupos A, B y C. Colombia tenía una alta posibilidad de quedar en el grupo F, del que era cabeza Alemania. Exactamente el 50% de probabilidad de haber caído de culo en el ring con la campeona del mundo.

Fue un hecho bastante incómodo que Brasil y la Argentina quedaran ubicadas como cabezas de serie de dos grupos seguidos porque Colombia podía quedar asignada al Grupo D (Brasil) o al grupo E (Argentina) y automáticamente haber sido arrojada por descarte al temido grupo que lideraba Alemania. De nuevo, la suerte estuvo con la Mano de Dios, y el equipo Tricolor fue el último en aparecer. La garantía desde el principio era que nuestro rival más complicado (según la teoría) era Polonia, uno de los menos difíciles dentro de los difíciles.

Hubo un 66,6% de probabilidad de que Suecia cayera en el grupo H, de Colombia, por el hecho de ser el último y aquel en el que podían recaer todas las selecciones que compartieran confederación con otras ya ubicadas. Pero Suecia se quedó en el F, y para Colombia, el equipo senegalés significó evitar a Nigeria, que era el rival más intrigante del continente africano después de su última victoria frente al equipo de Messi. En todo caso, Senegal no representa un rival blando, ni mucho menos. Jugadores como Mané (Liverpool), Koulibaly (Nápoles) o Keita Baldé (Mónaco) ponen peso a un equipo con mucha hambre, fuerza y velocidad.

El cierre ya deparaba un rival asiático que, cualquiere que fuese, era un conocido de la casa. Corea del Sur era el verdugo de los amistosos recientes y Japón el bonito recuerdo de aquel Mundial con sonidos de samba en el que Colombia aseguraba su liderato en el grupo y James se consolidaba como el mejor jugador de Brasil 2014.

De clasificar a los octavos de final, el rival para Pékerman y los suyos sería probablemente Bélgica o Inglaterra, dependiendo de las posiciones en cada grupo. Túnez y Panamá no tienen mayor chance, siendo completamente honestos. Y no es una mala noticia si consideramos el presente de la selección inglesa; y que Bélgica no es un equipo sencillo, pero tampoco inalcanzable.

La sede de Colombia ya está definida: la ciudad de Kazán es la más central de las tres en las que saltará al campo (Saransk, Samara, Kazan), y en la que se medirá ante Polonia en su segundo partido. En primer lugar estará Japón y cerrará el grupo frente a Senegal.

Las cartas están sobre la mesa y empiezan las gestiones para esta nueva cita mundialista. La sensación es de una leve tranquilidad, cuidando no llegar al triunfalismo. Es de mala educación y hace mucho daño. Ya lo sabemos por experiencia.

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