La Premier League lleva años presumiendo de su potencial económico, casi tantos como lleva sufriendo cuando sale a viajar por Europa. Esta temporada le ha llegado el momento de presumir también de fútbol. Inglaterra puede alardear de ser el primer país que coloca a cinco equipos en los octavos de final de la Liga de Campeones. Manchester United, Manchester City, Liverpool, Tottenham y Chelsea superaron con cierta solvencia la fase de grupos. Los cuatro primeros, como líderes de grupo. Y los cinco lo hicieron con entrenadores extranjeros en sus banquillos: José Mourinho (United), Pep Guardiola (City), Jürgen Klopp (Liverpool), Mauricio Pochettino (Tottenham) y Antonio Conte (Italia). Quizá sea casualidad. O quizá no.
Inglaterra ha logrado lo que no consiguió España en la 2015-16. Aquella fue la primera vez que un país tuvo a cinco equipos en la primera fase (Real Madrid, Barcelona, Atlético, Sevilla y Valencia). Sevilla y Valencia no fueron capaces de llegar a octavos.
Lo conseguido por los clubes ingleses va más allá de la simple anécdota o de un dato para la estadística, que quedará olvidado entre números y recuerdos. Habla muy bien del potencial de estos equipos y de la mejora de su capacidad competitiva y de su fortaleza mental, cualidades que no siempre han sabido exprimir en las competiciones europeas. La personalidad de los cinco técnicos vuelve a aparecer cuando buscamos una respuesta a este cambio.
Que superar la fase de grupos no es algo sencillo para los ingleses queda claro cuando vemos que en sólo 10 de las 26 ediciones disputadas (incluida la actual) todos sus representantes en esa fase accedieron a la siguiente ronda. Y si vamos un paso más allá, sólo en dos temporadas todos sus equipos fueron capaces de acabar como líderes de grupo. En la 2003-04 (Arsenal, Manchester United y Chelsea) y en la 2006-07 (Arsenal, Manchester United, Chelsea y Liverpool). Eso sí, ninguno ganó la Champions esos años. El Oporto de José Mourinho fue campeón en 2004 y el Milan de Carlo Ancelotti en 2007.
Parece claro que la Champions no es una competición amable para los ingleses, que en las últimas cinco campañas sólo han disfrutado de dos semifinales, Manchester City (2015-16) y Chelsea (2013-14). En ese tiempo, España ha tenido diez semifinalistas, dos por año, repartidos entre Real Madrid, Barcelona y Atlético, eso sí. Y ha ganado cuatro Champions, tres el Madrid y una el Barça.
Cuatro Champions que son las mismas que los ingleses han ganado en las 25 ediciones ya completadas desde que en la campaña 1992-93 la Copa de Europa cambió de formato. El Manchester United ganó dos (1999 y 2008) y una el Liverpool (2005) y el Chelsea (2012).
Queda claro que el músculo económico de los ingleses, con seis clubes entre los 14 con mayor presupuesto de Europa esta temporada (los cinco de Champions más el Arsenal), pocas veces ha tenido su reflejo en los resultados europeos. A la misma velocidad con la que gastaban ingentes cantidades de dinero en fichajes, muchas veces en futbolistas intrascendentes, acumulaban fracasos en Europa.
Mourinho, Guardiola, Klopp, Pochettino y Conte parecen dispuestos a invertir esa tendencia. Y es que por muy permeables que sean a la visión inglesa de este juego, por muy bien que se hayan adaptado a esa particular filosofía vital, por mucho que hayan interiorizado la cultura futbolística inglesa, para ellos la Champions siempre será especial. Si ganar la Premier es lo más importante para muchos aficionados ingleses, estos cinco técnicos saben que lograr la Champions te eleva a un nivel superior. Ser campeón de la Premier te hace ser el mejor entre tus vecinos. Levantar la Champions supone ganarte el respeto de tus rivales del continente y convertirte en una referencia europea y mundial. Y en eso están estos cinco clubes.