Ayer, 30 de diciembre de 2017, el periódico La Crónica de Guadalajara lucía bajo su mancheta la siguiente cita: «Los hechos no dejan de existir sólo porque sean ignorados». Reflexión muy adecuada del inglés Thomas Henry Huxley para explicar lo que ha sido el periodismo en 2017, un año en el que han importado más los tweets de Trump o las fake news que las historias y las noticias.
La recurrente «ya conocen las noticias. Ahora les contaremos la verdad» de El Gran Wyoming, médico, presentador, humorista y músico, pero no periodista, es otro síntoma de la falta de la credibilidad de los medios de comunicación en la actualidad. Ayer mismo Pedro Sánchez, desaparecido en los medios a raíz de su purga en el PSOE, publicaba una carta en Facebook a modo de análisis sobre el panorama de la izquierda en España. Una reflexión que en otro tiempo habría lucido probablemente en la portada de El País. Sin embargo, el diario de PRISA ha dado un giro copernicano hacia la derecha. Hubo un tiempo en que era más rentable ejercer el periodismo de oposición. Hoy la prioridad es afianzar la supervivencia económica del medio y la publicidad institucional puede resultar decisiva para ello. Los medios ya no defraudan a sus lectores. Uno sabe lo que va a escuchar y leer según la emisora o el periódico que elija. La equidistancia está mal vista. Es paradójicamente sospechosa.
Quizás por todo esto el periodismo se ha convertido en la profesión peor valorada por los ciudadanos. Y será por algo. Para muchos hoy en día el periodismo se rige por el dilema de Narcos: ¿plata o plomo? O te dejas comprar o cedes a las presiones. En esas estamos. Un viejo maestro del oficio me advirtió que «para hacer periodismo sólo hace falta una Vespa y escuchar, ver y callar». No dijo nada de followers, ni me habló de la clave del wifi y estoy seguro que tampoco a día de hoy le interesará lo más mínimo quién es trending topic.
Pero hay algo indudable: las audiencias han cambiado. Los jóvenes no leen, visualizan. La radio ve cómo envejece su audiencia. Y la televisión pierde la batalla con las series. Se acabó la dictadura de la parrilla de programación. Los podcast y la televisión bajo demanda permiten ver los programas cuando y dónde quieras: televisión, tableta, teléfono… Los viejos modelos de negocio languidecen y entre todos el papel es el que más lo acusa. Sin suscriptores y con la publicidad cambiando de acera al digital, el papel es pasado. 2015 supuso un punto de inflexión en el trasvase de los ingresos del papel a lo digital y 2016 ha consolidado esta tendencia. 2018 será, probablemente, un año letal para los periódicos de papel.
Este panorama inquietante ha hecho mella en las plantillas de los medios de comunicación. Recortes de plantilla en la SER, bajas incentivadas en ABC, Zeta presentó un ERE en el Sport que incluía el 40% de la plantilla (35 periodistas), despidos en AS, salida de colaboradores en Marca… Periodismo sin periodistas como solución. Desde 2008 se han cerrado en España casi 400 medios de comunicación, sumando diarios, revistas, cadenas de televisión y de radio y agencias de prensa. 12.200 periodistas, según los datos recogidos en el Informe Anual de la Profesión Periodística, han perdido sus puestos de trabajo.
Y si hablamos de periodismo deportivo, el panorama es más dantesco. Hace unos días veíamos como Telefónica echaba el cierre a Minuto 0, un programa que apostaba por la calidad en una franja, la del mediodía, que se ha visto contaminada por la chiringuitización del periodismo. Sin embargo, me van a permitir ser optimista. Fuera de los gritos de los tertulianos y las mentiras interesadas de becarios en busca de fama instantánea, aún hay periodistas que muestran su lealtad al oficio. Gente que sale a la calle a buscar la noticia, que huye de la fritanga de internet y vale más por lo que calla que por lo que cuenta. El periodismo de investigación y el de datos viven un buen momento. El ‘fact checking’ ha llegado para quedarse y los medios grandes reproducen las exclusivas de los pequeños. Y la tecnología dispara las posibilidades del periodismo.
2018 será un año cargado de oportunidades para quienes sepan manejarse fuera de su zona de confort, quien tenga creatividad y flexibilidad para adaptarse a nuevos formatos. Facebook se fundó en 2004, Youtube nació en 2005 y Twitter en 2006. Hoy son tres elementos claves en el sistema de distribución de las noticias, en el ‘packaging‘ de la información. Por no hablar de Snapchat, Instagram, los bots… El día que Jeff Bezos se presentó en la redacción del Washington Post, tras comprarlo, les dijo: “Está claro que no nos haríamos ningún favor si sólo pensáramos en los beneficios, en el negocio, y nos olvidáramos de nuestra misión. Por eso creo que los emprendedores hacen mejores productos. Un emprendedor es una persona que no solo se preocupa del negocio, por supuesto que tiene que haber negocio y que tiene que haber beneficios, pero eso no es lo importante. Lo importante es hacerlo porque tienes algo importante que te motiva”. Y como en ‘A la Contra’ nos mueve la pasión por el oficio, si pasan por la puerta de la batcueva en Malasaña siempre encontrarán aparcadas un par de Vespas. Llámennos románticos.
cuando os llamen para renovar las vespas por las motos deportivas…. por favor no….. esmejor ir en vespa que deber el prestamo al de la moto grande…….
GRANDE FERMIN,
sois la gales del rugby, el numancia del futbol, el fuenlabrada del basket , el minardi de la F1 … pero recordar con humildad Nadal ha llegado arriba y es mas dificil tirarle de ahí porque tiene lo que tiene por humildad y VALORES.