Quince triunfos y un empate en 16 jornadas (46 de 48 puntos posibles): el mejor inicio de la historia de la Premier. 14 triunfos consecutivos. Un récord en la Premier League. El Arsenal hizo algo parecido, entre febrero y agosto de 2002, pero a caballo de dos temporadas. Lo del Manchester City es, pues, algo inédito tras la refundación de la Premier en 1992. El Southampton, con los puntos que lleva el City a estas alturas de campeonato fue ¡octavo! la pasada campaña. Son los más goleadores (48 tantos), los que menos encajan (11, como el United)… Sencillamente extraordinario. Y además, jugando al pase, con la pelota en el pasto.
“Estoy muy contento. La gente decía que en Inglaterra no se podía jugar de esta forma. Pues sí, en Inglaterra se puede ganar de esta forma. Llegamos a Old Trafford, quisimos jugar y ganamos. Estoy muy contento”. Ganó el City, sí, a los de Mourinho, que llevaban 40 partidos invictos en Old Trafford. En el descanso, City tuvo el 75% del balón y United solo tres tiros. De 20 enfrentamientos entre ambos, el técnico catalán ha ganado nueve y empatado siete y sólo perdido cuatro. Nadie le ha ganado mas veces al portugués que el de Santpedor. Con el Barcelona, el Bayern y el City le ganó al Inter, al Real Madrid, al Chelsea y al United. De los últimos cinco partidos, el portugués ha ganado uno, en la Copa de la Liga, el año pasado. Mou solo ha perdido dos partidos con el United en su estadio, los dos contra el City.
Podríamos estar hablando de eso, pero Mourinho, un genio, se ha encargado de llevar las consecuencias del partido a otra cosa. No es la primera vez que su dedo marca el camino de la actualidad.
En el camerino visitante se celebraba la victoria. Sonaba música de Oasis –Noel Gallaguer comentó el partido junto a Gary Neville, nacido en Bury– cuando Mourinho se presentó en la fiesta sin estar invitado. La puerta estaba abierta. Les recriminó que bajaran el tono de la celebración:
-“¿Que os creéis que habéis ganado? ¡Nada!”. Ederson, el portero del City, le dijo que se largara.
“¡Tú, un poco de respeto! ¿Quién te has creído que eres”, le soltó el técnico portugués.
Según testigos, le dio un empujón. Y Kompany, su capitán, se fue a por Mourinho. Se armó una gorda, histórica. Detrás de Mou, Silvinho Louro, uno de sus secuaces, salió en su defensa junto a unos cuantos empleados del United, y algún jugador, ninguno español. Se armó la marimorena.
Llovieron botellas de líquidos isotónicos, del tipo de los bidones de los ciclistas, más duras que las de agua. Y el tapón de una de ellas acertó en la cabeza de Mikel Arteta abriéndole una brecha en la ceja izquierda. La peor parte se la llevó uno de los fisioterapeutas del City, asturiano. La botella la lanzó Lukaku, según testigos. Los dos “bobbys” que siempre hay en el túnel de Old Trafford después de los partidos, finalmente, pusieron paz en la pelea “propia de borrachos en un pub”, según testigos. Guardiola, que estaba en al fondo del vestuario, en un recodo de las dependencias, ni se enteró del altercado, que apenas duró un minuto.
El United niega que ninguno de sus futbolistas se viera involucrado en los incidentes. Fuentes del conjunto de Salford, añaden:“Kompany tuvo que ser reducido por sus propios compañeros”. En el City aseguran que los incidentes los originó la irrupción de Mourinho en el camerino visitante de Old Trafford, incidentes que no niegan “por ser veraces”, y confirman que que todo ocurrió “dentro del vestuario reservado al equipo visitante”.
La Asociación de Fútbol de Inglaterra (FA) ha pedido a ambos clubes sus observaciones y podría sancionar a los clubes. El árbitro no vio nada. Así que nada anotó en el acta. El departamento de la policía del Gran Manchester solo iniciaría una investigación, pero no actuará de oficio . No hay constancia de denuncia de ninguno de los equipos ni de los participantes en la pelea. Y los dos agentes de policía que hay siempre en el túnel de Old Trafford tras los partidos ayudaron a restablecer la paz.
Futbolísticamente, antes del descanso, los aficionados locales, desesperados por el mal juego del equipo, superado abiertamente por el City que llegó a tener el 70 por ciento de la posesión del balón, recuperaron un viejo cántico: «¡Ataque! ¡Ataque! ¡Ataque!”, bramaron. Un grito que data de la década de 1960 que tronó en Wembley en 1969, cuando el Manchester United venció al Benfica para ganar la Copa de Europa . Según escribió ayer Barney Ronay en The Guardian, “es difícil interpretar este último brote como algo más que una queja”.
No fue el único periodista que ayer atizó a los rojos y dejó interesantes dudas para la reflexión al respecto de la gestión del portugués: “Son el Manchester United, el equipo más grande y exitoso del fútbol inglés. Y su inversión de 250 millones netos de libras en los dos años que lleva Mourinho hace que un equipo de esa estatura no pueda depender de Paul Pogba y, ciertamente, tampoco de Marouane Fellaini”. También se quejaron los aficionados, que abandonaron el campo abatidos.
Por otra parte, Pep mantuvo abierto otro frente en la sala de prensa. Fiel a su estilo y valiente, moleste a quien moleste, volvió recordar la existencia de presos políticos catalanes. “Llevo el lazo porque en España gente que ha defendido una cosa normal como votar está en prisión. Si la Premier o la UEFA quiere suspenderme por llevar el lazo, está bien. Pero gente que lo único que ha defendido es votar, especialmente los Jordis, siguen en la cárcel”.
Fe de erratas: El Manchester le gano al Benfica en 1968
Por lo demas muy buen articulo
Politicos presos, no presos politicos, señor Lu Martin, No mezclen temas en este periodico. Gracias
el orden de los factores no altera el producto. Esto de de primero de primaria. Al menos en Catalunya.