Estación de trenes de Constitución. Uno de los centros neurálgicos de Buenos Aires, la capital de Argentina, conocida también como CABA (acrónimo de Ciudad Autónoma de Buenos Aires), Baires o, más comúnmente, “Capital Federal”. De aquí salen los trenes de cercanías que unen “la Capital” con el sur y el suroeste de “la provincia de Buenos Aires”. En Argentina una provincia equivale administrativamente a una Comunidad Autónoma española y se subdivide en “departamentos” o “partidos” (equivalentes a las provincias españolas). Pero si en España una Comunidad Autónoma tiene, como mucho, 9 provincias (Castilla y León), la provincia de Buenos Aires tiene 135, lo cual sirve para dar una idea de su descomunal tamaño (aproximadamente 2/3 del tamaño de España).
En 20 minutos de tren se llega a uno de los partidos al suroeste de la capital, donde nos encontramos con una ilustre lanusense enfundada en su camiseta granate: va camino de La Fortaleza, el estadio del Club Atlético Lanús, para presenciar en directo la final de la Copa Libertadores que enfrenta al equipo local contra el Gremio de Porto Alegre brasileño. Algunos hinchas la reconocen, se hacen fotos con ella y, al grito de “Vamos Marcela”, ella responde de manera natural con un “¡Vamos Grana! ¡Vamos carajo!”. Porque si algo transmite desde el principio la cantante Marcela Morelo (Lanús, 13 de diciembre de 1964), es naturalidad, tranquilidad y energía positiva.
—¿Qué hace aquí Marcela Morelo?
—Yo nací acá. Y viví acá hasta los 33 años, o sea, la mayor parte de mi vida. Este era el club del barrio, el club al que yo venía en verano a comer asados con mi familia y después ir a la pileta porque el club tenía la pileta más grande de la zona. Y desde chiquita que soy socia del club. Entonces había una cancha de futbol, pero una de tablones, no era tan impresionante como esto que ves hoy en día. Por suerte, el club creció y ahora tenemos uno de los estadios más nuevos de toda la Argentina. Y siempre que puedo vengo a alentar al equipo a la cancha.
—Dices “club de barrio”. Hay gente que podría pensar que Lanús es un barrio de Buenos Aires, no una ciudad.
—No, no. Yo no soy porteña (de Capital). Soy bonaerense (de la provincia) del partido de Lanús. Y dentro de Lanús hay varias localidades y barrios. Los clubes de barrio son muy populares en toda la Argentina, son lugares de encuentro para la gente, para las familias, no solo por el equipo de futbol. Y así nació Lanús, como un club de barrio. Por eso, la gente de acá se identifica aún más con el club porque es más que un equipo de fútbol. De hecho, fíjate que el club existía antes que la ciudad. Antiguamente Lanús era un barrio de Avellaneda y después de algunos cambios administrativos, recién se armó el municipio de Lanús, así que es normal el arraigo que tiene la gente con un club que tiene más de 100 años y que casi le dio el nombre a la ciudad. Por eso es que los hinchas de Lanús le decimos “el club de barrio más grande del mundo”.
El ingreso al estadio se complica por la cantidad de hinchas intentando acceder sin entrada. El club, que disputa la primera final de Copa Libertadores de su historia, está en algunos momentos desbordado por lo novedoso de la ocasión. Un cordón policial nos retiene durante varios minutos y ante la imposibilidad de entrar a su localidad como socia del club, Marcela se hace un hueco junto a la hinchada en “la popular”, donde se ve el partido de pie y tras un alambrado. Un salto atrás de unos 20 años respecto a los partidos en Europa, en los que se prohibió hace años. La ocasión justifica la incomodidad.
—¿Se puede decir que Marcela Morelo y el club de sus amores han tenido carreras paralelas?
—Puede ser. Hace 30 años el club estaba en la tercera categoría, no era lo que es hoy. Pero hizo una base para ir progresando en lo deportivo y afianzarse en la primera categoría. Mientras yo me tomaba muchos colectivos desde acá para ir hasta capital y ensayar con diferentes bandas. Y por esa cosas del destino, cuando Lanús se consagró campeón de la Copa Conmebol (precursor de la actual Copa Sudamericana) yo estaba ya componiendo las canciones de lo que sería mi primer disco, Manantial, que tenía canciones como “Corazón Salvaje” o “La Fuerza del Engaño” con el que me di a conocer. Veinte años después, el presente del club es festejar el mejor momento de su historia después de haber sumado varios títulos más y estar hoy jugando una final que era impensable entonces. Y mi presente es festejar 20 años de carrera con “Los 20 de Morelo”, un disco que recopila mis mejores canciones, que me da felicidad, que me hace mirar el camino recorrido, de haber llegado hasta este presente y seguir mirando al futuro. 20 años ininterrumpidos de trabajo y de estar cerca de la gente con mis canciones.
Un error garrafal de la defensa granate y el equipo brasileño golpea primero: el estadio enmudece pero enseguida aparecen los gritos de aliento hacia “el Granate”.
—20 años no es nada, dice el tango. ¿Nunca te llamó hacer música tanguera?
—¿20 años no es nada?… ¡es una bocha! Es toda una vida. La verdad que nunca me dio por el tango y eso que tenía con qué haberme iniciado. Mi abuelo era bandoneonista y me crié escuchándole tocar. Y una de las localidades de acá de Lanús, Valentín Alsina, está muy asociada al tango. (en este momento a Marcela se le escapan algunas estrofas del tango “Sur“, donde se habla de la zona que conecta Capital con Lanús): “Pompeya y más allá la inundación, tu melena de novia en el recuerdo y tu nombre florando en el adiós.”. Lo más parecido fue cuando incluimos en “Tu Boca” un bandoneón y un tempo bien acentuado como el tango, pero siempre dándole un aire algo más latino.
Segundo gol brasileño. Ahora el silencio permanece durante algunos instantes más. Aunque Marcela no termina de perder la sonrisa: “Y bueno, peor estábamos contra River y lo levantamos…”
—Hay gente en España que no te identifica como argentina, tal vez porque el estilo de algunas de las canciones de tu primer disco se asocia generalmente al altiplano boliviano o al peruano.
—Sí, pero también hay altiplano en Argentina. De hecho, yo lo primero que aprendí a cantar fue folklore ya que en Argentina la música folklórica como la zamba, la chacarera, el huayno, el carnavalito jujeño o la chaya siempre han tenido mucha popularidad, sobre todo en el norte del país. Hubo mucha migración del campo a la ciudad y de las provincias a Capital, así que, incluso en Capital, el folklore se convirtió en el género principal de la música popular nacional junto al tango. Yo amo el folklore, así que en ese primer disco, junto con mi productor, decidimos meter instrumentos de ese folklore, como la quena, también hicimos un huayno,… Y años más tarde, cumplí otro sueño y es una de las cosas que más orgullo me da: tuve la suerte de cantar con la voz más significativa del folklore argentino, Mercedes Sosa, con quien grabe el tema “Jamás te olvidaré” en su último disco. De todas maneras no me gusta que se me asocie netamente con un género concreto, ni con la música latina, ni con el rock, o con el folklore: yo hago canciones. Y siempre con una mezcla e influencia de todo, porque a fin de cuentas todos somos una mezcla, yo misma, como buena argentina, soy una mezcla de todo, de españoles, de italianos…
En este punto, Marcela puntualiza que uno de sus apellidos es Fontanals, de origen catalán, y se interesa por el tema tan de actualidad entre Cataluña y el resto de España. Evidentemente profesa un profundo cariño por España.
—Así que de origen catalán…
—¿Cómo es todo este lío de Barcelona y Cataluña? ¿Cómo llegaron a esa situación? Espero que se solucione porque tuve la suerte de hacer una gira por varios países como Italia, Israel, Colombia… pero donde mejor me recibieron siempre fue en España. Tengo el mejor recuerdo. Y lo primero que me viene a la cabeza cuando pienso en España es alegría, alegría total. Me gusta su gente, su forma de hablar, su comida, sus cantantes: Serrat, Sabina, Alejandro Sanz… Me gustó mucho tocar en el sur, en Cádiz, en Málaga… Compartí muchas cosas con Rosario, con Niña Pastori, con Ketama, canté con José el Francés en Las Ventas… En algún momento incluso me planteé la posibilidad de vivir allá pero al final mi casa esta acá, mi marido y yo amamos Argentina. Sin embargo, siento que voy a volver, siento que sembramos mucho en España y solo falta ir y empezar a regar. De hecho, en febrero se hace un concierto de música popular en duetos en el Teatro Colón de Buenos Aires. Ya se hizo algo anteriormente con cantantes argentinas y ahora se va a hacer con cantantes españolas. Voy a cantar con Pastora Soler. Y probablemente esto mismo se hará en el Teatro Real de Madrid, así que tengo fe en que volveré a España en breve.
—Y de la música española actual, ¿quién te llama la atención?
—De los cantantes nuevos españoles me gustan India Martínez, Rozalen, Manuel Carrasco…
Estamos a 10 minutos del final y Lanús marca de penalti. Por algunos instantes sobrevuela la ilusión de la remontada, como hace unas semanas contra River y la grada, incluida Marcela, da su ultimo aliento.
—No mucha gente en España sabe que eres argentina y no mucha gente en Argentina sabe que eres hincha de Lanús.
—Mirá, yo soy futbolera porque mi papá es futbolero y me llevaba desde muy chica a ver a Boca. Pero igual yo no me hice de Boca. También hay gente que piensa que soy hincha de Independiente porque una vez animé una fiesta del Rojo allá por año 2000. O porque algunas hinchadas de otros clubes cantan mis canciones en la cancha, sobre todo la gente de Racing que le cambió la letra a mi tema “Una y Otra vez”: “Vamos la Acade, hoy te vinimos a ver, todos de la cabeza, vamos la Acade, hoy no podes perder, tenes que dar la vuelta. Porque Racing es una pasión, porque se lleva en el corazón”. Así que cuando Racing no juega contra Lanús, quiero que gane. Le tengo un cariño enorme a su gente. Pero mi corazón tiene dueño hace rato: es Granate y no lo cambio por nada.
Termina el partido. Lanús no ha podido remontar ante Gremio y deberá esperar una nueva oportunidad para ser campeón de América. Marcela camina junto a una apesadumbrada hinchada pero a ella no se le borra la sonrisa.: “No pasa nada. Esto queda para la historia del club. Me quedo con el privilegio de haber podido ver y vivir todos estos partidos históricos.”
Y como dice la propia Marcela en su canción Para toda la vida, “Este es un amor eterno. Este es un amor sagrado. Para toda la vida te quiero”.
Tal vez una declaración de amor al club de su vida.
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