El 21 de agosto de 2017, un lunes contra el Everton (1-1), fue el último día que el Manchester City no ganó un partido de Premier League. Hasta este 31 de diciembre con el que se cierra el año y en el que el equipo que entrena Pep Guardiola ha empatado a cero en su visita al Crystal Palace. Y pudo ser peor, si en el tiempo añadido el portero Ederson no hubiera detenido un penalti a Milivojevic. Este empate impide a Guardiola igualar su marca de 19 triunfos seguidos en Liga, que logró con el Bayern en la temporada 2013-14.
El Palace es 17º, con 19 puntos, 40 menos que el City, que termina 2017 con una cómoda ventaja de 14 puntos con el Chelsea y 15 con el Manchester United.
Pero lo peor para el conjunto de Guardiola no fue el empate, sino las lesiones de Gabriel Jesús en el primer tiempo y del belga De Bruyne, que debió abandonar el campo en camilla poco después de que Ederson detuviera el penalti.
No fue el mejor día para el City, que tuvo su mejor ocasión en un remate al palo de Kun Agüero, sustituto de Gabriel Jesús, y que sigue añorando a David Silva, quien con permiso del club y por motivos personales continúa lejos del equipo.