A medida que se acerca el derbi de Manchester las nevadas calles de la ciudad comienzan a poblarse de foráneos que combaten el frío en los pubs y los clubes de música. Empieza a oler a partido grande y los focos se centran en los protagonistas. En este caso, las cámaras se centrarán más en los banquillos incluso que en el césped porque se verán las caras dos de los hombres que definen la dimensión de esta Premier: Jose Mourinho y Pep Guardiola. Viejos conocidos, para muchos enemigos íntimos, que en realidad no lo son tanto.
Horas antes de la disputa del derbi www.alacontra.es ha conversado con una de las voces más respetadas del fútbol inglés: Gary Lineker, el exgoleador del Tottenham y del Barcelona y actualmente comentarista estrella de BBC Sport. El que fuera 9 del Barcelona en los tiempos en los que Guardiola era recogepelotas en el Camp Nou, sospecha, desde su londinense punto de vista, que «este puede ser el año de uno de los equipos de Manchester. Quizás Chelsea o Tottenham también estén arriba al final, pero los dos equipos de Manchester están muy fuertes». Preguntado por las razones de esa fortaleza de los equipos de la ciudad, Lineker no duda al señalar categóricamente que «son muchos más fuertes debido a la contratación de nuevos jugadores, grandes futbolistas. Han crecido mucho los dos equipos y creo que la Premier se decidirá entre los equipos de Manchester».
A la hora de analizar el duelo de los banquillos no toma partido por ningún entrenador, aunque diferencia claramente el estilo de uno y otro. «Mourinho es obviamente un entrenador brillante, muy pragmático. Tiene su propio estilo, que ha ido mejorando con los años. Sus equipos son fuertes y están muy organizados», recalca el que fuera delantero del Barcelona.
«Los equipos de Guardiola son probablemente más entretenidos de ver jugar. Practican un fútbol libre, no se preocupan tanto de la organización defensiva, pero despliegan muy buen fútbol, con muchos goles y resulta emocionante», advierte antes de ofrecer un diagnóstico final sobre el partido: «Se miden dos estilos diferentes, pero será un duelo muy interesante para la gente de Manchester y para todos los que estaremos atentos al derbi». Un fuerte apretón de manos cierra el encuentro con Lineker antes de acudir a la rueda de prensa de Pep Guardiola previa al partido.
El de Santpedor compareció con un talante relajado, pese a saber que su enfrentamiento con Mourinho hace salivar a la prensa inglesa. Líder indiscutible de la Premier tras batir todos los récords al sumar 14 victorias y un empate en 15 partidos, Guardiola tiene muy claro que «ganando, empatando o perdiendo no vamos a ganar ni a perder la Premier en Old Trafford. La Premier es una maratón y no hemos llegado ni a la mitad”.
A Pep le ‘pone’ visitar el templo del United porque «soy entrenador para jugar este tipo de partidos. Es fascinante para nosotros ir a Old Trafford”. El entrenador mancunian sostiene, en contra de una amplia parte de los expertos que barruntan un partido emocionante e intenso, que será un buen encuentro porque «los dos llevamos más tiempo con nuestros equipos, así que diría que puede ser uno de los derbis de más nivel. Ambos llegamos bien».
Guardiola resta importancia a su duelo personal con «el puto amo», como llamó a Mourinho en su día. «No es especial jugar contra Mourinho. Es especial por el hecho de querer ganar, pero lo mismo pasa contra Chelsea o Liverpool. Con él tengo una relación correcta. Y no, no nos hemos cruzado por Manchester”. Lo que sí admite Pep es que hay algo que le une al portugués: “La obsesión por ganar. En esto somos gemelos. Mourinho quiere ganar trofeos, yo también. Y creo que Conte, Klopp y Pochettino también”.
El técnico del City conocen bien a los equipos de Mourinho, «son maestros corriendo con espacio. En una acción te castigan. Pero mi objetivo es ir Old Trafford, estar relajados y sabiendo que si no ganamos duelos individuales será imposible ganarlos. Me gustaría acabar el partido, ir al vestuario y decir que hemos sido nosotros mismos”. Reflexivo, tranquilo y sonriente Pep concluyó una rueda de prensa más concurrida de lo habitual en la que confirmó que «David Silva va a jugar. Me dijo a principios de semana que tenía molestias, por eso dije lo que dije. Hoy ya está a mejor, así que va a jugar».
Y con una sonrisa se retiró de la sala de prensa y se marchó a comer con Tite, el seleccionador de Brasil, y un viejo amigo que hacía de cómplice del encuentro, el azulgrana Silvinho. Así vive Guardiola las horas previas a uno de los partidos de la temporada en Inglaterra.