Si al fútbol le quitas la pasión, le arrancas parte de su vida, si lo dejas sin emoción, lo matas poco a poco. Se cierra 2017 y en cuatro de las grandes Ligas de Europa nos estamos quedando sin pasión, sin interés. Salvo resbalón inesperado, los actuales líderes en Inglaterra, España, Francia y Alemania serán campeones esta primavera.
Aunque sería posible, es improbable que Manchester City, Barcelona, PSG y Bayern se despisten tanto como para malgastar las ventajas que han acumulado hasta ahora. Además de la renta amasada hay que tener en cuenta la irregularidad y la falta de consistencia de sus perseguidores.
En los 20 partidos disputados en la Premier League, la distancia que separa al Manchester City del Manchester United es sideral: 15 puntos. Es lo que separa el fútbol colectivo y virtuoso del equipo que entrena Pep Guardiola del páramo que hay en Old Trafford. Los 350 millones de euros invertidos por José Mourinho en fichajes estos dos últimos años le dan para pelear con Chelsea, Liverpool, Tottenham y Arsenal por el segundo puesto.
En ese tiempo, Guardiola ha gastado 463 millones, pero la diferencia es que ha ingresado 129 en ventas. Es decir, tiene un saldo negativo de 334 millones, mientras que el del United es de 291 (350 en fichajes y 59 en ventas). Esa diferencia de 43 millones entre los dos clubes se traduce en los 15 puntos de ventaja a favor del City. No parece, por tanto, que el dinero sea un argumento demasiado válido para justificar esa distancia. Quizá la diferencia esté en cómo inviertes ese dinero y en cómo lo utilizas luego en el campo.
El City no ha perdido en estas 20 primeras jornadas, sólo cedió un empate contra el Everton en la segunda fecha. Es improbable que el United, que ya se ha dejado por el camino 17 puntos, o el Chelsea, que ha perdido ya 18, puedan recortar tanta distancia.
Algo similar se puede decir del Barcelona y de la Liga Española. El conjunto que dirige Ernesto Valverde ha ejercido un dominio incontestable hasta ahora. Según avanzaba el campeonato se ha ido dejando rivales por el camino. No ha perdido ningún encuentro de los 17 disputados y sólo ha cedido tres empates. En ese tiempo, el Atlético se ha dejado 15 puntos, y ya está a nueve de los azulgrana. Por detrás aparecen el Valencia, a 11 puntos del Barça, y el Real Madrid, que está a 14, aunque con un partido menos, el que tiene aplazado contra el Leganés. Aunque lo gane seguirá estando a una distancia enorme.
Esos mismos nueve puntos son los que separan en Francia al PSG del Mónaco y Lyon. En 19 jornadas, la mitad del campeonato, sólo ha perdido un encuentro y ha empatado dos. Total, siete puntos perdidos. Sus perseguidores, Mónaco y Lyon, han dejado escapar 16. Los tres goles a favor por partido que lleva de media el conjunto de Neymar y la poca consistencia de sus rivales parecen argumentos suficientes para pensar que el título de la Ligue 1 volverá esta temporada a París, tras el triunfo del Mónaco en la pasada.
Once son los puntos que separan en Alemania al Bayern del Schalke. Pese a los esfuerzos hechos por el conjunto bávaro para descolgarse de la cima, cambio de entrenador incluido, ninguno de sus rivales ha sido capaz de aprovechar esa irregularidad. Desde que Jupp Heynckes sustituyó a Carlo Ancelotti parece que los futbolistas del Bayern vuelven a estar contentos y aunque su fútbol está lejos de la brillantez de otros años, le sobra para dominar la Bundesliga con autoridad. Los 10 puntos que se ha dejado el Bayern en 17 jornadas parecen nada en comparación con los 21 que ha perdido el Schalke o los 23 de Bayer Leverkusen, RB Leipzig y Borussia Mönchengladbach. De ganarla, sería la sexta Bundesliga consecutiva que logra el Bayern.
Para disfrutar de un campeonato igualado en las cinco grandes Ligas hay que viajar a Italia, donde un punto separa al líder Nápoles de la Juventus. A cinco aparece el Inter, que ha bajado su rendimiento en las últimas fechas, pero continúa estando en la pelea.