Toca repartir responsabilidades en el Real Madrid. Los de siempre se llevan las estocadas después de lo visto en San Mamés, y estaremos de acuerdo en que Benzema, Cristiano y Zidane mantienen su escasa productividad. Pero giremos el punto de mira para destapar a dos jugadores que pasan inadvertidos en lo que se llama zona de confort: Kross y Modric. Lo que vienen dando no da para impulsar al Real Madrid. Están por debajo de cotas recientes, cuando fueron motor de la creatividad ofensiva blanca. Ahora no pasan esa línea que diferencia un buen trabajo de un partido excepcional, el que se le exige en cualquier estadio al campeón de Liga y de Europa. Están, tocan, aparecen, participan… Pero no puede ser Isco el único a que se le reclame sacar un conejo de la chistera.
Kroos y Modric no pisaron prácticamente el área de Kepa. No pueden delegar en Isco, Benzema y Cristiano la responsabilidad de sentenciar un partido comprometido. No puede volcar el Madrid la suerte de San Mamés en los pases a la olla de Marcelo y Carvajal. La llegada de la segunda línea es clave cuando un equipo como el Athletic se emplea a fondo en defensa. Hay que arriesgar más, apretar más, entrar por abajo, buscando pared, el área, el disparo… Al menos el alemán chutó una vez entre los tres palos, pero el croata ni lo intentó.
Y ante este panorama improductivo, Zidane a lo suyo, metiendo a Kovacic por Isco. No redundaré en que no comprendo a ZZ en el ochenta por ciento de sus decisiones, y eso cuando decide algo, claro. Pero mi descarga es sobre Kroos y Modric, de los que se espera más frescura de inmediato o será verdad que el Madrid está en modo de adiós a la Liga. Los dos reactores que en la temporada pasada lanzaban al cohete blanco están a media potencia. El problema será físico, táctico o psicológico, no me pregunten. Lo cierto es que para jugar en San Mamés, para hacerle la guerra al Barça y al Valencia, para pelear con el Atlético y para aspirar a algo en la Champions, se precisa que los dos jugadores sobre los que se apoya el pilar ofensivo tengan a bien surtir de más balones al ataque, de arriesgar en jugadas inteligentes con balón a ras de hierba y que metan la cabeza donde se cuecen las habichuelas. Hay tiempo para reaccionar, pero conviene que Zidane no muestre tanta conformidad y buenismo con sus muchachos. Hay que apretar.
Solo no estoy de acuerdo en que Kroos y Modric no llegaran a la porteria de Kepa, porque si que llegaron y bastantes veces. Me gusta el analisis realizado, pero tampoco creo que fuera de los peores partidos del Madrid esta temporada (por ejemplo, contra el Malaga se jugo peor, pero entraron los balones). No se cual es la tecla que hace falta para que entren los goles, pero en San Mames fue lo que falto.