lunes, febrero 17, 2025
Google search engine
InicioCulturaLiteraturaLa milla perfecta: un motivo para correr

La milla perfecta: un motivo para correr

Neal Bascomb encontró a su musa para escribir La milla perfecta en las palabras de Alan Hoby: «No basta con escribir un tratado técnico en el que se diseccione al deportista como si fuera un espécimen de laboratorio…Hace falta mucho más. Hay que incluir el calor y el fuego, el drama y la gran emoción. La victoria y el desastre. El sudor y el intenso olor a linimento. El rugido del público…Por encima de todo, es preciso reproducir para el lector el esfuerzo supremo del atleta; el periodista debe luchar por pintar con palabras cómo late el corazón del triunfo o la tragedia concreta que aborda».


La milla perfecta

 

Autor: Neal Bascomb

Año: 2001

Editada en España (2017) por: Melusina

352 páginas

Traducción: Blanca Rodríguez y Carlos Gual Marqués

 


Nunca me ha gustado correr. Me explico, siempre he considerado que correr por correr (es decir, sin que haya una pelota de por medio) era aburrido. He de confesar, sin embargo, que tuve mi momento runner. Me regalaron una pulsera que medía no se qué y hubo que justificar tal sobrecogedora tecnología. Cinco minutos marcaba el cronómetro de la pulsera, cuando la condené a lo más profundo de mi cajón desastre junto a mi recién nacida afición.

Heme aquí, varios años después, moviendo las piernas al ritmo de La milla perfecta. Un clásico de la literatura deportiva que ha vuelto a la vida gracias a la primera traducción en castellano que ha corrido de la cuenta de la editorial Melusina. Pequeños gigantes. Casi tanto como Wes Santee, Roger Bannister y John Landy. Tres atletas de orígenes antagónicos cuyos logros y proezas hacemos nuestros página a página. No me he tomado La milla perfecta como un relato biográfico, sino como una novela (como lo que es). ¿Por qué? Porque reducir el relato que construye Neal Bascomb a una mera concatenación de hechos biográficos supondría un insulto.


«Bannister tenía una elegancia tremenda […] Era como si hubieran resucitado a los griegos para que vinieran a enseñarnos lo que era un auténtico corredor olímpico».


Bascomb nos mueve a través del relato como si fuésemos marionetas. Casi como si pudiese montarnos encima de los tres hombres cuya motivación no era únicamente deportiva. En aquellos años de posguerra, de desconfianza y de cicatrices, recuperar el honor patrio era más que un deber. Los países ansiaban cerrar los ojos y comprobar al abrirlos de nuevo, que sus héroes habían cambiado las armas y las trincheras por el oro y las coronas de olivo.

En La milla perfecta se nos introduce directamente en la piel de los tres protagonistas, con los que empatizaremos en un trayecto lleno de escollos, sangre, sudor y lágrimas para conseguir ser los primeros en correr una milla en menos de cuatro minutos. Tres hombres para tres actos en los que se divide la novela y una prosa directa al corazón, dramática, para describir al detalle las vidas y pensamientos de Bannister, Santee y Landy. Nota: no decaigan en los capítulos dedicados al entrenamiento, tómense la experiencia como una prueba, como si fuese un calentamiento en pleno invierno. Lo agradecerán cuando lo hayan superado, no sean como yo y paren el cronómetro a los cinco minutos, porque, a pesar de conocer el final, la cuestión es disfrutar del camino. Encuentren su motivo para correr, pero empiecen leyendo este maravilloso relato donde los límites del cuerpo y de la mente se ponen a prueba cada diez líneas. Yo, al menos, he reconocido a mis héroes en la veintena de fotografías en las que verán a Bannister, Landy y Santee en acción. Un anexo perfecto, ya saben, por si no les habían reconocido la heroicidad desde la primera página.

Irene García
Irene García
Periodista. Intento de guionista, así que escribo mucho, aunque no siempre bien. Si suena Ella Fitzgerald, mejor. Deporte. Cultura. Viajes. Me bato en duelo con cualquiera por defender a Batman y 'La La Land'. Viví dos años en Buenos Aires y por eso tengo mucha paciencia. Subdirectora de A La Contra. Emperatriz de la batcueva.
RELATED ARTICLES

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisment -
Google search engine

Most Popular

Recent Comments

Perikorro en Con contundencia
Alberto Patiño Varela en Los antimadridistas
Xavi Verger en Vinicius saca el cañón
Perikorro en Vivos con Fati-ga
Diego en Los sufridores
Diego en Viva el rey
Juan De Dios Luna Cijanes en La posesión y los tulipanes
Perikorro en Minority Report
Dr en Las viudas
Diego en Las viudas
Perikorro en Las viudas
Perikorro en Gaspartismo Reloaded
Diego en Viva la Vuelta
Dr en Viva Irlanda
Diego en Viva Irlanda
Diego en Decíamos ayer
Diego en Paz y amor
Dr en Paz y amor
Diego en Paz y amor
Diego en Vuela Supermán
Diego en Vuela Supermán
Diego en El trampolín
Perikorro en Salvar a Barrabás
Coral en Truman
Jose Avellaneda Perez en Los ídolos
María en Calles vacías
Amiguel en El pendejo de turno
Silvia Nebreda en Palabras y lágrimas
Manitu69 en This is Atleti
Alejandro Rincón Rubio en ¿Es Jovic un mediapunta?
Diego A. en Elogio de la locura
Juan De Dios Luna Cijanes en Efectividad máxima
Alfrez en Oda al populismo
Alfrez en Oda al populismo
Diego en Oda al populismo
Manitu69 en Oda al populismo
Fiodor Dostoievski en ¿Suerte o talento?
EUGENIO JORDAN en El cisne blanco
Frank Terraces en Historia del segundo Atleti
Hassandudeim en Historia del segundo Atleti
Perikorro en Aquí un Zidanista
Hassansudeim en Fichar a Descartes
Frank Terraces en Fichar a Descartes
Michael en Nacho y la tristeza
Irene García en Entre cero y nada
Roberto Gómez González en Entre cero y nada
Hassansudeim en Primeras impresiones
Rafael Sánchez Sánchez en Correa, Oblak y feliz año nuevo
Juanma Jiménez en Sólo fútbol
Jules en Sólo fútbol
Che en Trigo limpio
Gracias Faubert en Trigo limpio
Hassansudeim en Trigo limpio
Xabier en Trigo limpio
Juan carlos en Trigo limpio
Óscar Laguna en Ansiedad
Juan De Dios Luna Cijanes en El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos
Joan Del Valle en El tamaño importa (y mucho)
Jose Carlos Torrenova Lozano en Mucho más importante que todo eso
Pascual Vicente Martínez Gimeno en Dos años A La Contra
Vicente Martin-Pozuelo Cantos en Good Bye, Lenin!
yerry en Don Cenizo
IGWT en Relatividad
Manitu69 en Hacerse viejo
Tony en Don Cenizo
Juan De Dios Luna Cijanes en Grandes éxitos de ayer y hoy
Esuardo en Don Cenizo
Juan De Dios Luna Cijanes en Victoria sin identidad
Frank Terraces en Bendita normalidad
Francisco en Victoria sin identidad
Julián Martín Fernández en Rodrygo hace viejo a Vinicius
J. J. Creamer en Los héroes de Bowie
Joselito en Éxito sin cimientos
Juan de Dios Luna Cijanes en Ansufatización
Juan De Dios Luna Cijanes en El ciclismo se ablanda
Frank Terraces en Desapego
Juan De Dios Luna Cijanes en Movistar no se rinde
Juan de Dios Luna Cijanes en Queremos tanto a Roglic
Frank Terraces en Hace dos meses
Juan De Dios Luna Cijanes en Nada por aquí, Neymar por allá
Juan De Dios Luna Cijanes en Hoy me he acordado de Lucho Herrera
Juan De Dios Luna Cijanes en Un colombiano en la luna
Juan De Dios Luna Cijanes en El Tour se achica ante Bernal
Juan de Dios Luna Cijanes en Bernal rompe el cielo
Juan De Dios Luna Cijanes en Bernal quiere el Tour
Eberhard Torres Calderón en Cuarenta años de La vida de Brian
Juan De Dios Luna Cijanes en Pinot quiere el Tour y Mikel Landa no se rinde
Frank Terraces en El Atlético más merengue
Juan De Dios Luna Cijanes en La suerte dispara contra Landa
Diego en El fugitivo
Diego en Sopor de France
Juan De Dios Luna Cijanes en El Talento Desperdiciado I: George Best
Juan De Dios Luna Cijanes en Friedenreich: Pelé antes de Pelé
Frank Terraces en La Feria de la Carne
Frank Terraces en El altar de Pérgamo
Juan De Dios Luna Cijanes en Ni cinco de bola
José Antonio Gutiérrez en No cambies tus sueños, cambia el mundo
Antonio Lopez Lobeto en Los doce trabajos de Hércules
Francisco Pedrajas Raya en Ramos-Florentino: Pimpinela en el Madrid
Antonio Lopez Lobeto en Mi pájaro es mejor que el tuyo
Stockton en Bon voyage
Juan De Dios Luna Cijanes en El problema del Barça es el relato
Perikorro en Tantas mareas, marean
Perikorro en No me gusta el cricket
Carmelo en La venda ya cayó
Antonio Jesús Zarza Moreno en ¿Marino o submarino?
Lorenzo Dominguez Sanchez en Gracias, Florentino
Joaquín en Camino a Vitoria
Robert Lee en El que se va, ya no es
victor martín marron en Quiten de ahí a esa loca
Martín Vallejo platero en El borde de la piscina
Diego en Gracias, Johan
jose antonio medrano en Gracias, Johan
Jorge Florido en Gracias, Johan
Javier en Gracias, Johan
Esteban en Gracias, Johan
Fran en Gracias, Johan
5contraelcalvo en Esperando a Zidane
Perikorro en Esperando a Zidane
Elaine Cristina en Casillas, el homenaje pendiente
Tomás Luis de Victoria en No, lo ponemos todo al centro
Tomás Luís de Victoria en Casillas, el homenaje pendiente
Lucas en Benzema FC
Carlos Antonio Suárez fornelino en Jugarse «nada»
Antonio Lopez Lobeto en Siete equipos para tres descensos
Víctor Raúl Valladares en El Real Madrid se queda solo
IÑAKI ASENSIO CALATAYUD en Ter Stegen, el portero de la T-10
José Ramón García en Ilusión en el nuevo White Hart Lane
JOSE ANTONIO FERNANDEZ PLAZA en Héctor del Mar, tal como éramos
Lucas en Oh, capitán
José Luis Heras en Usted tiene el faro roto
Juan J Rodriguez en Usted tiene el faro roto
Jairo Castillo en El Madrid de la triste figura
Rod en Au revoir
Cristian Galván en Motociclismo e hipocresía
Hassansudeim en La trampa perfecta
Juan De Dios Luna Cijanes en La trampa perfecta
Antonio Lopez Lobeto en Cuestión de fe
Martín Vallejo platero en Marcó Isco, ganó Zidane
Eliseo en Vuelve Zidane
Juan De Dios Luna Cijanes en La esperanza
Juan de Dios Luna Cijanes en La muerte del emperador
Maria Jose en Tropismo
María Jesús en Tropismo
Antonio Lopez Lobeto en El amor no siempre gana
SanEmeterio For Atle en Bienvenidos al espectáculo de minstrel
Elaine Cristina en El empate perfecto
Sergio Alberruche en Bienvenidos al mágico mundo de Oz
Sergio Alberruche en Bienvenidos al mágico mundo de Oz
Sergio Alberruche en La revancha perpetua
Antonio Lopez Lobeto en Al límite de la filosofía
Juan de Dios Luna Cijanes en La ley del mínimo esfuerzo
Antonio Lopez Lobeto en Milagro Kvitova
Carlos Leo Castellanos en Cristiano ya no va de farol
Marcos Da Silva en El tamaño importa (y mucho)
Antonio Lopez Lobeto en Promesas que todavía lo son
Gustavo Del río manzano en Quince años sin el mejor: Chava Jiménez
ROSA MARIA cuesta guerrero en A propósito de Laura
Irene García en Vidrio roto
AA - Rod en Vidrio roto
Juan Luna Cijanes en Solari y la teoría del melón
Antonio Lopez Lobeto en El valor de las palabras
Raúl Ávila en El traje de toda la vida
Miguel Morán en Godín es El Cid Campeador
Ricardo Moreno Castillo en La adolescencia duele
Aminie Filippi en La adolescencia duele
Miguel Angel Hidalgo Mena en Historia de un superviviente
Alfrez en Por los cojones
Paulino en Por los cojones
ROSA MARIA cuesta guerrero en La adolescencia duele
Luis Miguel en Y el presidente, ¿qué?
Oscar Redondo Callado en Tour 2019: Un espanto de recorrido
Santiago Peraza en A LA CONTRA, primer aniversario
Teddy Sagarrasantos@hotmail.com en Bienvenidos al mágico mundo de Oz
Conchita Minguez en Cinco apuntes para seis carreras