Tal y como contamos en A la Contra la semana pasada, la Comisión Europea ha dado la razón a dos patinadores neerlandeses, Mark Tuitert y Niels Kerstholt en su conflicto con la Unión Internacional de Patinaje (ISU, International Skating Union en sus siglas inglesas). Un conflicto entre una federación internacional que ejercía su poder regulador dictando en qué competiciones pueden participar los patinadores si quieren seguir siendo parte del sistema. Tuitert y Kerstholt tuvieron la valentía de resistirse al poder de la ISU y, desde la parte más baja de la pirámide del poder, hacer valer los derechos que les concede la legislación de la Unión Europea para poder desempeñar su profesión de manera libre. No es una decisión fácil, porque normalmente las estructuras presionan a quienes se rebelan contra ellas. Es un conflicto desigual porque los deportistas suelen llevar las de perder dado que se enfrentan a procesos legales que se alargan mucho en el tiempo mientras sus carreras deportivas se acortan. Es una decisión difícil, luchar por lo que crees justo en derecho o ceder al sistema y seguir compitiendo.
Tuitert y Kersthold se decantaron por lo primero. Para saber por qué en A la Contra hemos podido conversar con su equipo legal: Antoine Duval y Ben van Rompuy. El primero es el director del programa de derecho deportivo en el prestigioso Instituto ASSER de Estudios Jurídicos en La Haya. Van Rompuy es actualmente Profesor de Derecho de la Competencia en la Facultad de Derecho de la Universidad de Leiden, si bien cuando todo empezó era, de hecho, el jefe de Duval en el Instituto ASSER. Ambos son dos de los más prestigiosos jóvenes expertos en derecho deportivo y derecho de la Unión Europea.
Con su interés y pasión por el caso de Tuitert y Kersthold han hecho posiblemente historia en la aplicación del derecho europeo al deporte, aunque ellos le restan importancia y se muestran tan joviales y accesibles como siempre. ¿Estamos ante un nuevo Caso Bosman? “Mi opinión es algo parcial”, bromea Duval, “pero sinceramente sí que creo que hay algo de Bosman en esta decisión; por primera vez desde 1995 la Comisión ha anulado una regla de una federación internacional y les ha recordado a todas las federaciones que el derecho europeo está aquí para cumplirse, no pueden saltárselo”.
Como muchas cosas en la vida, el origen de este caso tiene algo de casualidad. También debe mucho al apetito intelectual de Van Rompuy y Duval, aunque quizás algunos lo consideren frikismo: “Debo reconocer que como académico y profesor de Derecho hay muchas veces que identifico y discuto posibles violaciones del derecho de la competencia en situaciones cotidianas”, admite entre risas. “Recuerdo que en marzo de 2014 estaba leyendo el periódico y me encontré una noticia que comentaba que la ISU había enviado un comunicado recordando a sus miembros que la participación en competiciones privadas podría ser sancionada con la prohibición de participar en Mundiales y Juegos Olímpicos”. Una noticia que a usted y a mí posiblemente nos pasaría desapercibida enfadó sobre manera a Van Rompuy: “Aquella noticia me cabreó mucho, ¿cómo es posible que la ISU pueda, sin ninguna justificación válida, negar a los atletas la posibilidad de ganar un dinero que necesitan para poder vivir de su profesión?”.
No es raro lo que cuentan Van Rompuy y Duval. Entre los juristas con inquietud intelectual suele ser habitual el interés por casos que puedan ser violaciones de derechos fundamentales. En principio, sin embargo, nunca pensaron en presentar una denuncia: “Me puse en contacto con diversas personas que me explicaron el caso y hablaron en contra de la ISU y su normativa anticompetitiva; en un principio sólo quería escribir un artículo para el blog de ASSER”, explica Van Rompuy. Sin embargo, tras conocer a los patinadores en persona, su historia inspiró a ambos juristas, que les animaron a hacer algo más ambicioso: una denuncia ante la Comisión Europea.
La idea de Duval y Van Rompuy fue realmente buena, porque una denuncia como ésta no necesita de juicio ni gasto legal alguno. No hay abogados ni costas judiciales. Es simplemente un documento que se presenta ante la Dirección General de Competencia de la Comisión Europea, quien primero debe decidir si abre una investigación y, de hacerlo, luego considera si hay que sancionar en el caso de que se haya quebrantado la ley. Así pues, Van Rompuy y Duval redactaron la denuncia para presentarla en junio de 2014. “Desde entonces muchos despachos de abogados se han puesto en contacto con nosotros para llevar ellos el caso, pero Mark y Niels han confiado siempre en mí y me alegro de no haberlos defraudado”, confiesa un sonriente Van Rompuy.
Tanto Antoine como Ben son juristas de una nueva generación. Llegaron al relativamente tradicional Instituto ASSER y revolucionaron su departamento de derecho deportivo con el uso de un blog que ahora se ha convertido en sitio de referencia para el debate sobre derecho deportivo. Sí son juristas y millennials. Pueden seguirlos en twitter. Hacen uso de las redes sociales en su trabajo diario y montaron una campaña de apoyo a su denuncia bajo la etiqueta #ChanceToCompete y la página web www.chancetocompete.com. Además, consiguieron el apoyo de la asociación de deportistas profesionales europeos, EU Athletes. La estrategia tanto legal como mediática y política fue verdaderamente inteligente.
Ahora que han ganado en primera instancia, Van Rompuy se muestra especialmente contento: “La decisión es un recordatorio para las federaciones internacionales de que no pueden ignorar el derecho europeo”. Según el equipo legal, la ISU tendrá que cambiar sus reglas de selección para competir en los Mundiales de patinaje: “Aún no tenemos el texto oficial de la decisión, pero el comunicado de prensa de la Comisión deja claro que todas las razones que dio la ISU para justificar sus reglas eran un mero pretexto para proteger su posición económica”, explican. Según Van Rompuy, la decisión podría tener consecuencias más allá del patinaje de velocidad y de la ISU: “En la rueda de prensa la Comisaria Vestager fue muy clara en su opinión de que otras federaciones internacionales deberían analizar con mucho cuidado su normativa de competición en eventos internacionales y preguntarse si cumple con el derecho europeo de la competencia”.
Todo hace indicar, según los asesores legales de los dos patinadores neerlandeses, que varios deportes podrían tener problemas similares a los de la ISU: “En nuestra denuncia explicamos cómo numerosas federaciones internacionales restringen de manera desproporcionada los derechos de los deportistas a participar en competiciones privadas independientes bajo sanciones que van desde multas a descalificaciones de por vida”. ¿Qué deportes pueden ser los más afectados? “Es difícil de decir porque no recuerdo la documentación”, explica Ben Van Rompuy tirando de memoria, “pero por ejemplo hay casos flagrantes en voleibol, natación, gimnasia, hockey, esquí o vela”. La otra consecuencia lógica de esta decisión es que “abre una oportunidad para organizadores y promotores privados de eventos deportivos que antes no existía porque las federaciones lo impedían”, remata con satisfacción.
Fue una lucha desigual entre dos patinadores y el poder institucional de la ISU, pero la Comisión Europea ha demostrado que la ley es igual para todos en este sentido: “Nuestra denuncia era una cuestión de principios, vimos una clara violación del derecho europeo y queríamos defenderlo. No buscábamos ninguna indemnización económica, sino reconocer que lo que hace la ISU y otras federaciones es ilegal. ¡Y las Comisión nos ha dado la razón por completo, sin ambages!”, celebra Van Rompuy con una sonrisa.
Con un amplio conocimiento del derecho europeo de la competencia, Ben van Rompuy y Antoine Duval diseñaron una estrategia muy acertada, quizás la única en la que los dos patinadores podían derrotar al Goliath de la ISU. Con ello, tanto los patinadores como su equipo legal han hecho un poco de historia: “Es la primera vez que una regla de una federación es ilegalizada por la Comisión. Es de esperar que esto les abra los ojos, pero quizás sea demasiado optimista”, finaliza Van Rompuy.
Y así es cómo dos patinadores neerlandeses y su joven equipo legal derrotaron a la poderosa ISU. Con conocimiento del derecho, algo de arrojo y la convicción de estar haciendo lo correcto en favor del resto de deportistas profesionales. Una historia muy parecida a la que en 1990 vivió un joven futbolista y su equipo legal. Quizás les suenen los nombres: Jean Marc Bosman, Luc Misson y Jean Louis Dupont.