En la madrugada española del jueves, en Charlotte y ante los Hornets, Kevin Durant firmaba su primer triple doble en toda la temporada 2017-18. En ausencia de Steph Curry, lesionado en el tobillo, Kevin Durant, el llamado Jugador de Seda, se desataba a sí mismo ante esos Hornets que patronea un tal Michael Jordan: la franquicia de Charlotte es la única que exhibe el logo de Air Jordan en su uniforme en toda la Liga. Con 35 puntos, once rebotes y diez asistencias, Durant ajustició a ese club jordánico que solo horas después anunciaba la baja indefinida «por razones de su salud» de su entrenador titular, Steve Clifford. De hecho, Clifford ya no dirigía a los Hornets desde comienzos de semana. Le releva su asistente Stephen Silas. ¿Por qué la exhibición de Durant en el Spectrum Center de Charlotte tenía o tuvo mucho de redención?
Porque en la jornada del pasado sábado 2, frente a Orlando Magic en el Amway Arena de Orlando, Durant era expulsado por el árbitro Eric Lewis después de una doble técnica rematada con un sonoro «Fuck You!» de Durant a Lewis. Tras soltar la llamada F-Bomb, KD tomó el pasillo del vestuario visitante sin siquiera volver a mirar a Lewis, que no había considerado como de tiro una falta a Durant que, en apariencia, sí merecía dos tiros libres. Fue un desplazamiento por parte del magic Elfrid Payton a KD en clara acción de tiro, a 5:17 del final y con el partido resuelto. Durant se llevó casi medio minuto diciendo cosas a Lewis, hasta rematar con la F-Bomb, a 4:52 de la campana… y con 105-121. Sin pestañear, Lewis echó a la calle al MVP de las Finales NBA 2017: Durant, el hombre, que según el mismísimo LeBron James, puede poner en peligro el récord absoluto de puntos totales en regular season que Kareem Abdul-Jabbar fijó y mantiene en 38.387 tantos.
Y en la sesión del lunes 4, en el Smoothie King Center de Nueva Orleans, Kevin Durant recibía su tercera descalificación en la NBA 17-18 al verse envuelto en una refriega nada menos que con DeMarcus Boogie Cousins, el líder en faltas técnicas de la temporada: ocho, una por delante de Draymond Green… y dos más que Durant: quien, a cambio, es el líder absoluto en expulsiones: tres. Estas dos citadas de Magic y Pelicans, y una anterior frente a los Grizzlies, el 21 de octubre.
Esto quiere decir que, tras 810 partidos anteriores de NBA sin haber sido descalificado, Kevin Durant ha recibido tres descalificaciones en un tramo de 19 partidos en esta misma temporada. En toda la temporada 16-17, KD firmó ocho técnicas, en una clasificación que, naturalmente, lideró Cousins, con tarjeta de 18. Cousins venía ya de ser también líder en este departamento en 2015-16, con 17 técnicas. En todo caso, bien lejos del imbatible récord de Rasheed Wallace en 2000-01: 41 técnicas. Wallace atesora las cuatro mejores marcas anuales de faltas técnicas y tras él ya llega Antoine Walker, quinto mejor resultado individual, con 23 en 2002-2003. En total, Rasheed Wallace concluyó su carrera con 317 técnicas, bien lejos del anterior récord total de Dennis Rodman: 212. Cousins navega actualmente en cifra de 116. En febrero pasado, Boogie produjo el dudoso honor de ser el jugador que más rápido contabilizó en una temporada la suma de 16 técnicas que desde 2006 acarrea ipso facto suspensión de un partido y multa de 5.000 dólares (en playoffs, la cuenta para la suspensión acumulada se pone de nuevo a cero, hasta otra suma de siete técnicas).
Pero el caso de Durant -que ya atesora un buen historial de broncas en Twitter con periodistas, compañeros, excompañeros y gente más o menos cercana- termina llamando mucho la atención. Así veían los actores principales la expulsión de Orlando: «Para mí, era algo obvio que Kevin tenía que haberse ido a la línea. Es una de las más extrañas malas decisiones que jamás he visto. Sé que Kevin estaba jodido, bien jodido. Y ahí, él dijo una mala palabra, esa palabra mágica. Dije a Scott Foster (árbitro) que «yo te estoy diciendo eso todo el tiempo y tú nunca me echas», repuso nada menos que Steve Kerr, entrenador de los Warriors, de Durant… y cada vez con más peso como speaker en la vida social estadounidense. «Pero yo soy uno y Eric Lewis es otro», razonó Foster a Kerr.
Mientras, así se explicó Durant en Orlando: «Los árbitros gobiernan el partido y si no se sienten bien (con lo que ven), pueden tomar la decisión que quieran. Tengo que aceptar que ellos tienen el poder, tengo que callarme y aceptarlo». Pero KD no se calló del todo: «Tenían que haber sido dos tiros y (Lewis) no me dio una sola explicación de por qué no había sido así. Así que yo intentaba ponérselo en evidencia. Como seguí preguntándole, claramente no le gustó… y me echó», se justificaba Durant, sin aludir para nada a la F-Bomb. Después, cuando la expulsión de Nueva Orleans ante Cousins, KD argumentó: «Habíamos tenido dos técnicas al principio del partido y eso me sacó de la concentración que debo tener. No puedo verme involucrado más en este tipo de cosas. Tengo que permanecer con el foco puesto en el juego. Adoro este juego y no voy a hacer que me suspendan, no voy a pelearme. Nadie de los que estamos en la cancha con los Warriors viene a pelearse o a lanzar puñetazos. Solo vamos a hablar y a hablar con nuestro juego». KD habló igual de contrito en Nueva Orleáns, The Big Easy… como lo había hecho en Orlando, en mitad de los marjales de Central Florida. Pero son tres expulsiones en 19 partidos… y cero en los 810 anteriores. Asombro es poco. Fuck the F-Bomb.