No se habían abierto aún las puertas del Metropolitano para su inauguración y el estadio ya estaba harto de Griezmann. La actitud del delantero francés desde el final de la pasada temporada ha terminado por desquiciar al Atlético de Madrid y está a punto e meter en un serio problema al que puede ser su futuro club, el Fútbol Club Barcelona.
El club rojiblanco ha denunciado este martes ante la FIFA a la entidad azulgrana ante el reconocimiento de que ha habido acercamientos con la familia del jugador para su contratación. «¿Si se ha reunido Bartomeu con su familia? Si es lo que dice el periódico (Mundo Deportivo), es posible que sea así. Puede ser que haya habido algún acercamiento, aunque no lo sé. Hay buena sintonía, buena relación, puede haber conversaciones. Es nuestra obligación tener contactos con jugadores”, declaró el domingo a las cámaras de Movistar+ Guillermo Amor, responsable de Relaciones Institucionales del club azulgrana desde octubre.
La legislación no permite que un club negocie con un jugador salvo que éste se encuentre en los últimos seis meses de contrato. Griezmann está atado hasta el año 2022 y el Atlético entiende estos «acercamientos» como una injerencia que pone en riesgo la integridad de la competición. Si la FIFA considera que el Barcelona ha infringido la Ley se expone a distintas sanciones, que podrían llegar incluso a la prohibición de fichar durante un número determinado de ventanas en el mercado, como le pasó a la Roma en 2004, que fichó a Mexes cuando éste tenía contrato con el Auxerre.
El pleito entre Atlético de Madrid y Barcelona es un posible revés para el club azulgrana y la gota que colma el vaso de la paciencia madrileña. En la entidad rojiblanca están hartos de apagar los fuegos del francés ante la afición y consideran que su actitud raya lo permitido. Sobre todo después de que Griezmann ampliara su contrato el pasado verano para pasar a convertirse, con 12 millones al año, en el jugador mejor pagado de la plantilla.
La ampliación del contrato llegó después de una campaña orquestada por el entorno del delantero en distintos programas de Francia, en los que llegó a asegurar estar «listo para irse«. «Ganar títulos es lo que voy a buscar este verano en el momento de decidir mi futuro».
Tras esta renovación, que contemplaba un aumento de la cláusula de rescisión hasta los 200 millones, pero sólo hasta el 30 de junio de 2018 que volvería a 100, Griezmann rompió con su representante de toda la vida, Eric Olhats, que fue quién lo descubrió a los 15 años y el que lo llevó a la Real Sociedad. Desde este mes de julio, su hermana Maud es la que gestiona su carrera y con la que, según Mundo Deportivo, se reunió Josep Maria Bartomeu.