No hay nada mejor para un equipo que la confianza y de eso Abelardo anda sobrado y es lo que ha inoculado a este Alavés. Con los mismos mimbres que tuvo Zubeldia y heredó Di Biasi, el asturiano ha conseguido en apenas tres partidos que su equipo sea reconocible e imponga su presencia en los partidos.
Así se plantó en el Metropolitano y así le puso las orejas tiesas al Atlético en su propia casa. El centro del campo con Manu, Pina, Pedraza e Ibai respira de forma estupenda, mientras que Burgui y Munir vuelven a parecerse a aquellos canteranos que tanto prometieron antes de aterrizar en Vitoria. Y es que, pese a la derrota, ya no parece éste un equipo del fondo de la tabla, sino uno que no pasará apuros allá por mayo.
Una resurrección que se temía Simeone, por lo que no tuvo reparo de pagarse otra ronda de cholismo. El Atlético está dando las últimas brazadas para llegar a la deseada playa de enero donde le esperan Diego Costa, Vitolo y quién sabe si alguno más, y no es cuestión de morir ahogado en la orilla después de todo el sofoco.
La propuesta volvió a ser similar a la que lleva planteando toda esta primera vuelta el Atlético. Intensidad, pierna fuerte, cuatro medios centro y bandas completas para Vrsaljko y Filipe Luis. Así ha hecho camino este bloque, así ha mantenido la cabeza alta Simeone y así se ha convertido la escuadra rojiblanca en la única de la grandes Ligas, junto al Barcelona y al City, que aún no conoce la derrota en la competición doméstica.
Cumplidas las premisas de resistencia con algunas delicatesen de ese portento de jugador llamado Saúl Ñiguez, pero sin la fortuna de encontrarse pronto con un gol como sucedió en el Villamarín, no tardó esta vez el Cholo en pasar a la fase dos del plan. El descanso dejó en la caseta a Thomas y activó a Correa en la banda. Ganó en movilidad el equipo y dio un paso más en busca del área. Contuvo el Alavés esta primera andanada, pero la grieta estaba abierta para ejecutar la fase tres en los últimos 20 minutos.
Fernando Torres y Carrasco saltaron al pasto y ya sí fue otro el Atlético, más profundo, más quirúrgico. Los embates no pararon. Griezmann dio un paso atrás y Filipe y Vrsaljko dos adelante. En una de las deseadas internadas la puso el croata de fábula en el área pequeña para que Torres recuperara al gran goleador que fue.
1-0. Misión cumplida. Se llega a enero con los deberes muy bien hechos, salvo la mácula de la Champions. El Atlético está segundo en Liga, está muy vivo y tiene aún opciones para ganar todas las competiciones en las que anda metido. Ya se ve la playa y allí hace un sol estupendo.