Es un equipo descarado el Celta, tan alegre en ataque como desconcertante en ocasiones en defensa. Y no hay nada que distraiga más al Barcelona que un equipo sin miedo, atrevido y al que no le impresiona ni el escenario ni el rival. Salió el Celta decidido a discutir la propiedad del partido al Barça y terminó haciéndole un lío. No fue suficiente Messi para contener a Iago Aspas.
Salieron dormidos los azulgrana, quizá pensando que en estas mañanas perezosas todo lo soluciona Messi. Puso mucho de su parte el argentino, pero más hizo Iago Aspas, un mago gallego que se divierte mientras desparrama rivales por el césped y celebra goles o da asistencias. Son muchas las ocasiones en las que Aspas deja la sensación de estar por encima de los acontecimientos. Esta vez fue una de ellas.
Se animó el Celta a presionar arriba desde el inicio y alejó su defensa de Rubén, que es la mejor forma que pueden tener los gallegos de evitar sobresaltos. Alejar el balón lo máximo posible de su portería. Y así vivió cómodo los primeros 20 minutos el conjunto de Unzué. Un balón a la espalda de Umtiti y Piqué, que tiró la línea del fuera de juego cuando no debía, lo aprovechó Aspas para firmar el primer tiempo, aunque cerca estuvo Ter Stegen de hacer el milagro.
Espabiló con el golpe el Barcelona y Messi se apareció para dejar todo como estaba después de una asociación entre Iniesta, Suárez y Paulinho.
El equilibrio en el marcador desequilibró al Celta, que pasó momentos de apuro y sufrió hasta que logró recomponer la figura y volver a pisar con fuerza. Quizá el dibujo final podría haber sido diferente si Melero López hubiera dado por válido un gol anulado a Luis Suárez por un fuera de juego que no parecía. Se resarció el delantero uruguayo ya en el segundo tiempo con un tanto que llegó en otra acción dudosa.
Recuperó el pulso el Barcelona cuando se vio mandando en el resultado, pero no terminó de ahogar ni el fútbol del Celta ni el ánimo de los vigueses. Surgió de nuevo Aspas a 20 minutos del final para asistir a Maxi Gómez y volver a equilibrarlo todo. Se lesionó en esa acción Umtiti, un problema en esa jugada y una gran preocupación para Ernesto Valverde en el futuro inmediato.
De ahí al final lo intentó el Barcelona, pero sin claridad y con poca intensidad. Es decir, Messi no entró en contacto con la pelota todo lo que debería. Resistió el Celta y se volvió a Vigo con un punto de ilusión y justicia.