Tres meses antes de que los motores de la Fórmula 1 comiencen a rugir en Phillip Island, Fernando Alonso inicia su año definitivo, el de su vuelta a la feroz competitividad y quién sabe si el de las nuevas victorias. El piloto asturiano se encuentra ya en Estados Unidos para preparar las 24 Horas de Daytona, la mítica prueba de resistencia americana que se disputa el 27 de enero. Tras la cita en Florida, a Alonso le esperará el Mundial de Fórmula 1 (23 de marzo), ya con Renault y sus grandes esperanzas, y, casi seguro, Le Mans (16 de junio).
Alonso va con todo en 2018 y lo inmediato es Daytona, la primera vez que el asturiano (enrolado en el equipo United Autosport que dirige el CEO de McLaren, Zak Brown) se probará en una carrera de prototipos. Tras la experiencia en Indianapolis con las 500 millas, el piloto español está convencido de ampliar su espectro con la resistencia. Ya probó en el circuito de Alcañiz el Ligier con el que competirá y la próxima semana se enfrenta a tres días de entrenamientos.
La experiencia en Dayotna el 27 de enero le servirá para aclimatarse a una disciplina que le llevará más que posiblemente al coloso francés de Le Mans en junio, pero antes deberá gestionar los test de pretemporada y el comienzo del año en la Fórmula 1, de nuevo con McLaren, pero ya con un motor Renault acoplado en su chasis.
El mes de febrero será decisivo para comprobar si es verdad lo que vienen advirtiendo desde Woking y desde Enstone. Tanto Éric Boullier, jefe de equipo en McLaren, como Cyril Abiteboul, director de la marca del rombo, aventuran buenos tiempos para Alonso. La buena experiencia de los franceses con Red Bull y el buen chasis que mantienen los británicos auguran podios en 2018.
El desempeño que tengan los monoplazas en las primeras carreras del Mundial determinará también el otro reto del asturiano para el año entrante, las 24 Horas de Le Mans. Aunque ya vivió en Baréin ela experiencia del S050 Hybrid de Toyota con el que competiría en Francia, un buen arranque en la Fórmula haría dudar al piloto, ya que la mítica prueba de resistencia se disputa entre el Gran Premio de Canadá (10 de junio) y el Gran Premio de Francia (24 de junio).
Fuera del calendario, obviamente, está la Indy 500 que disputó el año pasado con notable rendimiento. «No voy con ningún objetivo claro más que el de aprender y ver cómo son las carreras de resistencia», dijo el asturiano la semana pasada en un balance del año. 2018 presenta altas expectativas para Alonso. Quién sabe si terminará siendo histórico para él.