No podemos mirar hacia otro lado. Como padres podemos y debemos educar en igualdad a nuestros hijos para conseguir una sociedad libre de machismos.
Vivimos días en los que se justifican manadas y cada vez son más las mujeres y niños que son víctimas de una violencia sin sentido; no basta con sentir rabia e impotencia. Además de indignarnos tenemos que actuar, y más si somos padres y de nosotros depende que nuestros hijos crezcan libres de prejuicios. Es una lacra social que hay que combatir en los colegios pero también en casa desde los primeros años de crianza.
Esta misma semana hemos conocido que un 27’4% de los jóvenes cree que la violencia de género es una conducta normal en la pareja. El estudio, realizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, indica que más de uno de cada cuatro jóvenes de entre 15 y 29 años justifica el maltrato físico o verbal hacia las mujeres.
¿Cómo podemos parar esta tendencia? ¿Qué estamos haciendo mal? Para evitar que los niños lleguen a la adolescencia con estereotipos definidos y roles equivocados sólo hay una solución: la educación.
Estos son solo algunos consejos y recomendaciones para cambiar hábitos. Como padres, tenemos “deberes” por delante:
CLAVES PARA LUCHAR CONTRA EL MACHISMO EN CASA
1. Dar ejemplo y cuidar los propios actos. Los niños y niñas aprenden por observación y somos su referencia. Nunca es tarde para reeducarnos y acabar con prácticas que tenemos interiorizadas y son discriminatorias.
2. Implicar a los hijos en las tareas del hogar: Asignarles responsabilidades y no considerar ciertas actividades cotidianas como ‘cosas de mujeres’ o ‘cosas de hombres’.
3. Desmontar prejuicios: Etiquetas como “los niños son más brutos pero más nobles”, o considerar que mientras el niño es un líder la niña es una ‘mandona’, aumentan la brecha sexista.
4. Educar en sexualidad: Responder sus dudas y enseñarles un amor ‘sano’, donde las relaciones de pareja se basan en la igualdad y el respeto.
5. Los juguetes no son para niños o para niñas, son para jugar: En el catálogo de Toy Planet para estas Navidades los niños juegan con muñecas y la niñas con herramientas.
6. Tolerancia cero con cualquier agresión: No hay que permitir ningún tipo de ofensa física ni verbal por muy inocente que nos parezca. No son ‘cosas de niños’.
7. Dialogar y entender cómo se sienten. Debatir con ellos y conversar en casa para fomentar el espíritu crítico en los niños con un lenguaje no sexista.
8. Vigilar el uso de las nuevas tecnologías. Los móviles facilitan los mecanismos de control y los roles machistas que pueden acabar en relaciones abusivas.
9. Distintos pero iguales. Enseñarles desde pequeños que sus diferencias no vienen dadas por su sexo y no marcar diferencias que condicionen sus oportunidades como adultos.
10. Princesas con piratas. Escapar de los modelos tradicionales que promueven el cine y la literatura infantil es posible.
PELÍCULAS CONTRA ROLES
VAIANA (2016). Vaiana no es una princesa ni quiere serlo; es la hija del jefe de una isla del Pacífico que lucha contra una extraña maldición.
BRAVE (2012). Quizá tenga mucho de cuento de hadas, pero la protagonista de esta historia es orgullosa e irreverente.
QUIERO SER COMO BECKHAM (2002). Eres chica, eres sij, pero sientes tanta pasión por el fútbol que quieres jugar a nivel profesional.
BILLY ELLIOT (2000). La misión imposible de un pequeño de una familia de mineros cuya fiebre por el baile le enfrentará a los clichés.
NIÑAS Y NIÑOS LEEN IGUAL
ROSA CARAMELO (Adela Turín, 2012. Editorial Kalandraka). La elefanta Margarita no quiere seguir la senda de las demás, así que toca rebelarse.
LA CENICIENTA QUE NO QUERÍA COMER PERDICES (Nunila López Salamero, 2009. Editorial Planeta). Versión gamberra de la princesita de cuento por antonomasia.
ELENITA (Campbell Geeslin, 2006. Editorial Kokinos). La pequeña Elenita sueña con ser sopladora de vidrio, como papá… pero papá no está por la labor.
OLIVER BUTTON ES UNA NENA (Tomie dePaola, 1979. Editorial Everest). Casi 40 años después, la historia de Oliver sigue vigente.