Tuve el privilegio (que me hubiera gustado evitar, claro) de presentar uno de los actos de homenaje que se le tributaron a Ángel Nieto en Madrid el pasado mes de septiembre. El mío, el de mi presentación, fue quizás, bueno sin quizás, el más sencillo de los tres que hubo ese día. Los otros dos fueron multitudinarios: concentración en La Castellana junto al Bernabéu y desfile de motos hacia el circuito del Jarama .
Como decía, mí acto fue sencillo, entre otras cosas porque el acceso fue restringido solo a los más allegados de nuestro campeón. Eso sí, tengo que reconocer que allí estuvo lo más selecto del mundo de la moto. Para empezar todo un mito como Giacomo Agostini al frente. El único piloto que posee más títulos mundiales que nuestro Ángel. Nada menos que 15… Y luego casi todos los grandes de nuestro motociclismo, los Marc Márquez, Sito Pons, Jorge Martínez, pilotos nacionales y extranjeros y otros muchos que seguro que también estaban pero no me dio tiempo de reconocer. Además, claro, de todos los personajes que han tenido que ver en la trayectoria deportiva y humana de Ángel, (Manolo Santana, Vicente del Bosque, Juan Palacios…) hasta un expresidente del Gobierno como Felipe González acudió a la cita. Y por supuesto la anfitriona, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena o la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes.
Yo no tuve mucho protagonismo porque me dediqué solo a ir dando paso a las personas que tenían que subir al escenario para glosar la figura. Tampoco lo pretendía, pero sí me permití el lujo de contar cómo fue mi relación con Ángel. Recordé cómo fueron mis comienzos en TVE y cómo me ayudo Ángel con lo que se podría calificar como “el reportaje de mi vida”.
Resulta que yo presentaba un programa en TVE que se emitía al cierre de la emisión de cada día, después del último Telediario. Se llamaba Teledeporte. Por allí desfilaron muchos de los personajes del deporte de aquel entonces (años 1982-83) y claro, Ángel no iba a ser una excepción. Lo que no me imaginaba era la forma en que se iba a producir.
Le llamé una tarde para que viniera al programa, no recuerdo muy bien con qué motivo, la verdad es que con su historial sobraba cualquier motivo, y más o menos me dijo: «No, no voy a ir a tu programa, te vas a venir ahora mismo a casa porque estoy aquí con mi gran amigo Marco Luccinelli«. El italiano Marco Luccinelli era en aquel entonces campeón del mundo de 500 cc, la categoría reina. Sería la actual MotoGP. Y estaba allí, en casa de Ángel. Así es que me fui para allá con un equipo de cámaras y realicé un magnífico reportaje de ambos hablando de lo divino y de lo humano, del deporte y de la vida, que después emití en Teledeporte. Fue todo un éxito, lo vieron más de 10 millones de personas (no tiene mérito… o sí, la realidad es que TVE era la única televisión de España y todo el mundo la veía…) pero en mi recuerdo quedará para siempre lo bien que Ángel se portó conmigo (que era un principiante en el mundo del periodismo) y cómo contribuyó a que el programa comenzará a progresar y a tener audiencia con ese tipo de reportajes .
Se dice que nadie muere del todo si su recuerdo permanece entre nosotros. El recuerdo de Ángel, su simpatía, su complicidad, su ayuda… nunca la voy a olvidar. No se puede olvidar a alguien que te ha dado tanto para recordar.